Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICO

Capítulo 21.- Parte II.

15 de Diciembre, 2018.

Neal.

Terminé de ajustar el chaleco antibalas a mi cuerpo y procedí a colocarme los guantes negros.

Saqué mi celular del pantalón para dejarlo dentro de la mochila, eso hasta que comenzó a vibrar en mi mano.

―Dime ―Formulé, una vez que me lo llevé a la oreja.

―¿Estás ocupado? ―La voz de Mason se escuchó del otro lado de la línea.

Miré a mis compañeros, terminaban de prepararse para bajar del helicóptero.

―Estaba a punto de saltar de un edificio.

―Ah, bien. Por cierto, Derek llamó y dijo que... ―Se detuvo a la mitad de la oración―. Espera, ¿qué acabas de decir?

Solté una risa baja.

―No bromees de esa manera, con la seriedad con la que lo dices, cualquiera pensaría que hablas enserio ―Señaló Landon a mi lado, aguardando por el descenso.

―El malnacido sabe que solo bromeo ―Rodé los ojos―. ¿Cierto, Mason?

―Creo... ―Murmuró―. En fin, Derek no podrá ir a la gala, está en un proyecto en España, no llegará a tiempo. ¿Qué hay de ti? ¿Asistirás?

Me aseguré de tener suficientes municiones.

―Si no recibo un disparo hoy, ten por seguro que el sábado estaré ahí ―Señalé.

―Neal... ―Advirtió mi amigo.

―Solo bromeo ―Resoplé―. Que terrible sentido del humor tienen tú y Landon.

Petsch alzó una ceja.

―¿Nosotros tenemos un terrible sentido del humor? ¿Siquiera te has escuchado a ti? ―Inquirió.

Sentí el helicóptero detenerse mientras aún seguíamos elevados.

―Como sea ―Chasqueé con la lengua―. Te dejo, malnacido. Estoy algo ocupado.

―De acuerdo. Sábado, no lo olvides.

―No lo olvido ―Dije antes de colgar y meter el celular a la mochila, lanzándola a una esquina en la que no estorbara, junto con todas las demás.

Me levanté y me acomodé el casco táctico, las gafas balísticas y la mascarilla, por lo cual ahora mi rostro no era visible.

―Si no es necesario, no maten a nadie ―Habló el Capitán Causer―. Necesito a la mayoría con vida. ¿Entendido?

―Entendido ―Contestamos al unísono comos si fuéramos unos críos. El Capitán asintió y presionó un botón, ocasionando que las compuertas se abrieran.

―Ahora ―Ordenó.

Me deslicé con la ayuda de la soga que evitaba mi caída. Me balanceé hacia enfrente y rompí una de las ventanas con mis pies, logrando ingresar al edificio de la misma manera que el resto del comando.

Empuñé el HK UMP40, manteniéndolo firme frente a mí. Subí las escaleras, asegurándome de no encontrarme con alguna sorpresa desagradable. A mis espaldas, sentía a algunos de mis compañeros que venían en la misma dirección. Algunos fueron por el ala contraria, otros bajaron para evaluar por completo el lugar.

Había tres caminos, les hice unas señas, indicando que cada uno fuera por uno diferente. Me dieron un asentimiento de cabeza, antes de que yo me alejara y fuera por el de la izquierda.