Capítulo 05.

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07 de Mayo, 2016.

Salí de la cafetería y azoté la puerta. Me quité la placa de la blusa y la lancé a un cesto de basura más cercano.

Sí, me han despedido.

Y fue por la estupidez más grande de la historia.

Para volverlo peor, ni siquiera fue mi culpa.

Resulta que, hoy llegó una clienta con su hija de algunos siete años. Todo iba normal, tomé sus pedidos junto con otros de algunos clientes. Una vez que me dispuse a tomar la bandeja con las bebidas y los platillos, fui a entregarlos, para esto la niña estaba corriendo energéticamente por todo el lugar, tanto que tropezó conmigo, haciendo que cayera y una bebida un poco caliente cayera sobre su madre.

Debo hacer énfasis en que la mamá de ese demonio, no hizo nada contra su hija, es más, hasta la defendió y me culpó de todo a mí. Alegó que era mi culpa, que soy una mesera terrible y que no me fijé por donde iba.

¡Su hija se atravesó! ¡Ni siquiera la había visto venir!

En fin, debido a que la tipa era una clienta importante que siempre hace grandes pedidos para reuniones o juntas para la empresa en la que trabaja, la única afectada fui yo.

Me despidieron injustamente solo para no perder esos pedidos.

Ojalá que se quemen la lengua con el café.

Expulsé el aire contenido y apreté los puños.

Por lo menos, aún trabajo en el club.

De lo contrario, no sé qué haría.

Tomé un taxi para que me llevara al edificio y miré por la ventana durante todo el trayecto. Seguro mi hermano se preguntará qué hago en casa tan temprano. No suelo llegar a esta hora.

Una vez que el conductor se detuvo frente a la entrada, bajé del vehículo y caminé hacia el interior. Subí por las escaleras, el ascensor está en mantenimiento, ahora sé con seguridad que este no es mi día de suerte. Por lo menos solo me salpicó un poco de las bebidas en la ropa, no es tanto. Una vez que llegué a mi piso me sostuve de la pared y estiré las piernas debido a lo cansado que ha sido subir diez pisos.

Inserté la llave en la cerradura y entré, cerrando detrás de mí como de costumbre. Lo primero que noté fue a mi hermano recostado en el sofá, con los ojos cerrados y una manta encima.

―¿Tan cansado llegaste de la escuela? ―Hablé, haciendo que abriera un poco los ojos.

―No... ―Musitó―. Es solo que me duele un poco el estómago, debo haber comido algo en mal estado.

Alcé una ceja y me dirigí a la cocina para tomar una botella de agua.

―¿Ya tomaste algo para el dolor?

Suspiró un poco.

―Sí, hace un rato ―Contestó―. Espero que se me quite pronto.

Le di un trago a mi botella y fui a la sala para sentarme a su lado. Alcé su cabeza y me senté, su cabeza quedó encima de mi regazo, por lo que acaricié su cabello mientras él cerraba los ojos.

―¿Quieres que te lleve al doctor?

Negó.

―No, ya se me pasará ―Habló bajo―. Solo es dolor estomacal. Dormiré y cuando despierte sé que me sentiré mejor.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora