Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICO

Capítulo 07.

20 de Mayo, 2016.

He pasado los siguientes días cuidando de Tommy. Velando por su sueño, asegurándome de que tome su medicamento a la hora que corresponde y que descanse bien. Han sido días difíciles, apenas si puedo dormir de lo estresada y preocupada que me tiene toda esta situación.

Afortunadamente, con cada día que pasa, él se siente mejor.

Aunque...por otro lado está Bruno.

Cumplió lo que prometió.

Pagó la deuda del hospital, pagó los medicamentos de Thomas y tengo mi trabajo de nuevo. El problema, es que tuve que firmar un contrato en el que básicamente yo paso a ser de su propiedad, después de todo hablamos de dinero.

Di mi vida por la de mi hermano.

Y aunque todo esto sea una mierda total, sé con seguridad que lo volvería hacer con tal de ver a Tommy bien. Vivo.

Conmigo.

Hasta eso que Bruno ha sido algo tolerante, me ha dejado cuidar a mi hermano estos días, me dejó faltar al club durante estas noches para no separarme de Tom. No me ha dicho nada respecto a todo esto de que debo acostarme con él.

Es raro.

Pensé que el mismo día que cerramos el trato, yo tendría que irme directo a la cama con él.

No fue así.

Ni siquiera he sabido algo de él.

Y espero que siga así durante varios días más. No estoy preparada aún. No quiero.

Me tiré boca abajo en mi cama y cerré los ojos con fuerza.

Tal vez...si no me hubiera equivocado, si no me hubiera dejado llevar esa noche por los ojos dorados de ese hombre, tal vez si no lo hubiera besado entonces jamás hubiera perdido mi trabajo.

Sé que la enfermedad de mi hermano habría sido inevitable, pero podría haber encontrado una forma de pagar la cirugía poco a poco. Y los medicamentos pagarlos con lo que gano en el club. Hubiera sido muy, muy difícil con tantos gastos, pero lo habría intentado si no lo hubiera arruinado, si no hubiera roto esa regla.

Sigo pensando si esta fue la manera más acertada.

Si doblegarme y ceder ante lo que Bruno ofreció con tal de mantener mi empleo fue lo correcto.

No lo sé, ahora parece que nunca lo sabré.

El timbre del apartamento sonó, por lo que me tuve que levantar de inmediato y salir de mi habitación. Caminé a la puerta y solté un bostezo en el camino, me tallé los ojos antes de abrir la puerta, encontrándome con un hombre sosteniendo una caja negra lisa, cubierta con un hermoso moño gris.

Hundí las cejas, desconcertada.

―¿Con la señorita Lara Spencer? ―Preguntó, a lo que asentí.

―Soy yo.

Me tendió la caja.

―Tengo un paquete para usted ―Informó, aún más confundida, tomé la caja. Después me extendió una tabla con unas hojas―. Firme de entregado, por favor.

―¿Quién envía esto? ―Cuestioné, el hombre se encogió de hombros.

―Solo hago las entregas, no sabría decirle ―De nuevo me tendió las hojas y una pluma. Firmé rápidamente, sosteniendo la caja con la otra mano―. Muchas gracias, buen día.