Capítulo 48.

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20 de julio, 2020.


Lara Spencer.



Carraspeé en cuanto salí del baño. Me acomodé el cabello y la ropa disimuladamente y después volví a mi asiento. Me acomodé en mi lugar y tomé una revista para disimular. Fijé brevemente la mirada en todas las personas cercanas en el avión, asegurándome de que nadie notó mi actitud sospechosa.

Pasados un par de minutos, sentí a Neal sentarse en el asiento junto al mío. Tomó el libro que antes estuvo leyendo y lo abrió en la página en la que se quedó.

Así, actuando de la manera más natural posible.

―¿Crees que alguien haya notado lo que fuimos a hacer? ―Pregunté en un susurro.

El hombre se inclinó para hablarme cerca.

―Todos están dormidos, hechicera.

Y eso es algo que nosotros también deberíamos hacer, después de todo pasan de las tres de la mañana. Pero en lugar de dormir, estuvimos teniendo sexo en el baño de un avión.

Realmente a veces simplemente parece que no podemos aguantarnos las ganas.

Solo espero que nadie haya tenido que escuchar o que nadie nos haya visto entrar al baño.

―Probablemente alguien finja que está dormido ―Apunté.

―Aún así, no creo que esté al pendiente de lo que nosotros hacemos. Solamente disfrutan de su vuelo y esperan a aterrizar.

―¿Crees?

―Lo creo.

Suspiré, intentando aplacar mi nerviosismo.

Ah, pero bien que los nervios no existían mientras estaba en el baño con Neal.

De nuevo eché un vistazo por los asientos, asegurándome nuevamente que todos duermen.

―Lo siento, los aviones aún me ponen nerviosa. No estoy acostumbrada a viajar tanto, menos a tener sexo en un avión.

Y desde que lo conozco, he subido como a cinco aviones.

Me brindó una sonrisa cálida, antes de inclinarse y besar mi cabeza.

―Calma, tampoco es como que yo me la pase teniendo sexo en los baños de los aviones. Para ser sincero, es la primera vez.

―Te la pasas viajando ―Le recordé.

―Sí, usualmente solo o en un avión de la FEIIC. Por trabajo y con mis compañeros ―Contestó, asintiendo ligeramente con la cabeza―. Algunos de ellos son lindos, pero no son mi tipo.

Bromeó y después se encogió de hombros desinteresadamente.

―¿Ni Petsch? Es agradable.

Neal frunció los labios.

―Se molesta con mis bromas, muy serio y muy malhumorado para mí ―Me siguió la corriente.

Esta vez reí bajo para no despertar a los demás. Negué con la cabeza y lo miré.

―Claro, es que lo que necesitas es a alguien que se ría de tus chistes. Alguien como Derek, que le encanta tu humor.

―Exactamente. Tú y Derek sí que me entienden ―Picó mi nariz.

―¿Debo sentirme celosa de tu mejor amigo?

Sonrió divertido, achicando ligeramente los ojos. Neal tiene una sonrisa preciosa, me gusta tener el privilegio de provocarlas y recibirlas.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora