Otra Vez.

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-Vamos, Liam, llevas una semana sin querer salir de tu habitación.
-Oye, tu mamá se creerá eso de que estás enfermo, pero nosotros no. Levántate y vamos al cole.
-Los profesores están empezando a pensar que moriste.

Mis amigos han venido durante una semana a intentar sacarme de aquí, pero ha sido en vano. No sé por qué, pero no tengo ganas de hacer nada, ni siquiera de comer. Me aseo sólo porque si no lo hago yo, lo hace mi mamá.

-¡Ya estamos hartos!

Willy me levantó de la cama, ambos empezaron a desnudarme... Bueno, esto ya es demasiado...

-¡Ya, ya, quiten sus manos de encima! Yo me sé vestir.

Me quité la ropa y me puse el uniforme... Se me empezaba a revolver el estómago de sólo pensar que iba a ir a clases.
___________

Llegamos al colegio, entramos al salón de clases... Aún no había llegado Noah... Me senté y saqué los libros, necesitaba concentrarme en mis estudios antes de pensar en cosas asquerosas como en Noah y yo... Es que ni siquiera debería haber un "Él y yo", mejor dicho un "Yo y él" porque yo sería el que... ¡No, dios, no! ¿¡Qué hago pensando en sexo gay!? No, me estoy volviendo loco...

-¡Wow, miren a Noah! -Dijo una chica a mi lado.
-¿Qué? -Dije.

Ahí dejé de escuchar todo, me olvidé de que estaba en clase y de que había un mundo... Éramos sólo él y yo. Mierda, no sé por qué me tiene que pasar esto a mí... Noah entró... Él antes tenía cabello largo, ya saben, tipo emo. Ahora no, cortó el flequillo que cubría su perfecto y bonito rostro. ¿Ahora qué? Va a ser más popular y presumido de lo que es. Lo odio.

Otra vez no, estoy cayendo en estas cosas otra vez. No puedo dejar que su encanto me aturda... ¡No, nada de encanto! ¡Es horrible, ódialo, detéstalo, siente asco al recordar que... Que... ¿Que yo lo besé? Supongo

-¡Liam!
-¿¡Q-qué!?
-¿Qué te pasa, por qué estás como sordo-mudo?
-Yo... Necesito ir al baño.

Me levanté y fui al baño lo más rápido que pude, casi caí por correr como un loco. Me tomé mi tiempo para tranquilizarme y volví a clase.
______________

-Liam.

Lilián entró a mi habitación, se sentó a mi lado, en la cama. Sabía por qué venía a buscarme, la conozco.

-Oye, hermanito...
-¿Ahora qué me vas a pedir?
-Tú me conoces. -Sonrió. -Yo voy a una fiesta con mis amigas hoy en la noche, pero necesito un libro para mañana.
-¿Y...?
-¿Podrías ir a la casa de una chica por él? Ella hizo mi tarea, le pagué.
-Ok, ok... Iré, dame la dirección y voy.
-Bueno, le dije que pasaría por él entre las siete y las nueve.
-Bueno, me voy a cambiar y voy por él.
-Ok, te amo, eres el mejor hermano del universo. Me voy ahora, mis amigas me están esperando afuera. Te envio la dirección por mensaje.
-No vuelvas tarde, mañana hau clases.

Me dio un beso en la frente y se fue... Siempre termino aceptando los favores que me pide. Bueno, supongo que en algún momento tendré que pedirle un favor.

Me levanté y me cambié la ropa, era domingo en la noche, por lo que estaba acostado para dormirme ya. Pero bueno... No importa, todo sea por las calificaciones de mi descuidada hermana.

Tomé mi celular y una mochila, salí de la casa y fui en bici a la dirección que ella me dio. Tenía un mal presentimiento sobre esa casa, pero no podía volver sin el libro.

Dejé la bici junto a la puerta y toqué el timbre... Se estaban tardando un poco en abrir, pero seguro iban a hacerlo porque... Pues porque se notaba que había alguien ahí.

Volví a presionar el timbre, pasó un rato y nadie abrió, me di por vencido y tomé mi bicicleta. De la nada, pum, la puerta se abrió.

-¿Sí? Lo siento, estaba ocupado y no sé dónde están los empleados...

¡Noah! Oh no... Nos miramos, el silencio invadió el lugar. Solté la bicicleta lentamente, él parecía sorprendido.

-¿Qué haces aquí, flacucho?
-Mi hermana me pidió que pasara por un libro...
-¿Qué libro?
-Ella sólo dijo que una chica le hizo la tarea.
-Es mi hermana.
-Ok...
-Ella no está en este momento, salió y no sé cuándo vuelve.
-Ok, entonces me voy. Adiós.
-Yo puedo buscar el libro.
-¿En serio?
-Pasa.

Pasé adentro, Noah me miró de la cabeza a los pies... Él se fue hacia un pasillo, lo seguí. Tiene una casa muy, muy grande y llena de lujos. Pasamos por unas siete puertas, abrió una de las últimas y entró, fui tras él. Me miró y cerró la puerta, se me acercó.

-¿Qué haces?
-Hace mucho no hablamos.
-No somos amigos, no hay razón para hablar...
-Sí tenemos una razón para hablar.
-¿Ah sí? Recuerdo que me dijiste claramente "No me gustas".
-Bien... En todo caso, esos de allá son los libros, tenemos que buscar entre esos. Hazlo rápido, no tengo toda la noche.

Señaló un montón de libros sobre una mesa junto a una colorida cama, que supongo es la cama de Sandee. Miré a Noah.

-¿Todos esos?
-Sí.
-Ah...

Fuimos y nos sentamos en la cama, tomé un libro... Así empezamos, revisando uno por uno para ver cuál tenía el nombre de mi hermana.

Ya habían pasado como quince minutos, suspiré y dejé el libro que tenía en las manos... Estaba harto de buscar.

-¿Te cansaste ya?
-Ah, sí.
-Debilucho.

Soltó los libros que tenía y me miró... No sé por qué me pongo tan nervioso y emocionado, es sólo Noah... Su mano tocó mi hombro y comenzó a masajearlo. No supe cómo reaccionar a una situación tan extraña. ¿Por qué de repente es amable? Qué raro.

-¿Te gusta? -Dijo con un tono suave.

Sin mentir, se sentía muy bien... ¡Pero no debía ser así! Con ambas manos comenzó a masajear una de mis piernas, mi muslo. ¿Cómo se supone que me resista a eso? Estábamos a solas y sus manos en mi cuerpo... Respira, Liam, es un chico, sólo respira...

-E-estoy bien, no es necesario...
-Okay.

¿Qué fue eso? Parece que le alegró escuchar lo que dije, como si se sintiera satisfecho... Qué chico más extraño.

-Noah, yo no... Es que... Sabes...
-Sigamos buscando.
-Bien. -Respondí confundido.

¿No fue él el que empezó a tocarme? ¿Por qué hace parecer que soy yo el que está desconcentrado? Me molesta.

Vas A Caer. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora