Vas A Caer. [EN EDICIÓN]

Viernes.

Mientras esperaba en la sala, mis papás estaban disfrutando su vino... De repente me miraron.

-Liam, ya llevas un rato ahí.
-Sí, cariño, ¿Necesitas algo?
-No... Nada.
-Ya sé, quieres permiso para salir.
-Oh, lo hubieras dicho.
-No, no voy a salir hoy.
-¿Entonces por qué estás vestido así? Ya está tarde, deberías ponerte cómodo.
-La verdad es que estoy esperando a mi amigo Noah.
-¿No es amigo de tu hermana?
-Sí, pero estamos en la misma clase y nos hicimos amigos hace un tiempo.

Pensé que mamá le había comentado lo que pasó el otro día a papá, uff, qué suerte que no. Mamá me miró como si quisiera decir algo.

-¿Pasa algo, mamá?
-No, nada...

El timbré sonó... Me emocioné tanto que me levanté de inmediato y corrí a la puerta, organicé mi cabello mirándome en el vidrio de la ventana y abrí la puerta. Eran Noah y la chica de la panadería... ¿Qué debo hacer? Miré a Noah.

-Cuando estaba saliendo nos encontramos en el jardín... Mis papás le habían pedido que nos cuidara. -Me explicó.
-¿Entonces este es tu novio? Encantada, soy Sunny.

Sonreí y miré a Noah... Le dijo que soy su novio. ¿Somos novios? Eso... No suena nada mal.

-Mucho gusto... Soy Liam.
-¡Son tan buena pareja!
-Ya deja de molestarlo, Sunny.
-Pasen.

Entraron, mis papás se levantaron y se acercaron a saludar... Mamá saludó a Noah, pero no dejaba de mirarlo de una forma muy incómoda.

-¿Cómo te lastimaste el brazo? -Le preguntó mamá a Noah.
-Me caí por las escaleras.
-Ten más cuidado, es peligroso. ¿Y esta chica es tu hermana? Qué linda.
-No, soy su prima, me llamo Sunny.
-¡Yo te he visto en Youtube! Eres la que hace los postres deliciosos.
-¡Sí, me reconoció! Cuando quiera le enseño, señora.
-¿De verdad? ¿Sería mucha molestia si me enseñas a hacer un postre de gelatina con formitas?
-¡No, claro que no! Si quiere le muestro ahora.
-Tengo todo lo necesario, vamos a la cocina. ¡Qué emoción!
-Noah, voy a estar con la señora... ¿Cuál es su nombre?
-Emma.
-Voy a preparar gelatina con Emma. Vayan a divertirse.
-Bueno...

Mamá y Sunny se fueron a la cocina. Mi papá nos miró, Noah lo estaba mirando... ¡No me gusta que se miren tan fijamente! Me da miedo.

-Eh... Papá, vamos a estar en mi habitación.
-¿Y por qué no se quedan con Lilián y Kevin?
-Okay... Vamos a estar un rato con ellos.
-Sí, diviértanse juntos.

Asentí, tomé el brazo de Noah, fuimos a la parte trasera de la casa y salimos, mientras caminábamos Noah me habló preocupado.

-¿No te parece que tu papá no quería que estuviéramos solos?
-Me parece que sí. Espero que no tengamos más problemas de los que tenemos ya.
-Por cierto... Estás muy lindo.
-Y tú estás muy guapo, como siempre.

Sonreí, soy un poco tímido, es que la verdad me vestí así por él. Llegamos a la piscina, Kevin y Lilián miraron a Noah sorprendidos, se levantaron del suelo y se acercaron a abrazarlo... No tenía idea de que Lilián lo quisiera tanto.

-¡Dios, tienes el brazo roto!
-¿Qué te pasó, hermano?
-Mi hermana me empujó por las escaleras.

¿¡Por qué a ellos les dice de una y a mí casi no me dice!? No puedo creerlo, me ofende que sea así. Todo el tiempo me oculta cosas, es injusto.

-¿Cómo estás? Hace siglos no vas a clases.
-Sí. Ya te extrañamos.
-Estoy bien, es que hasta hace poco estuve en el hospital porque nadie podía cuidarme y ahora me cuida mi prima.
-¿Cuándo vas a volver al cole?
-El lunes.
-Tienes suerte de escribir con la mano izquierda.
-Totalmente. -Respondió Noah con buena actitud.
-¿Y por qué viniste tan tarde?
-Es que me escapé de casa, pero Sunny se dio cuenta y vino conmigo.
-¿Cuándo volvió?
-Sí, ¿No estaba en un pueblo?
--Mis papás la llamaron para que nos cuide durante tres meses y que se haga cargo de la panadería de mi familia.

¿Por qué yo no sé nada de él? En serio se nota con quién es más cercano. Miré a Noah, se veía tranquilo mientras hablaba con Kevin y Lilián... Entiendo que Kevin sepa tanto, son mejores amigos, ¿Pero Lilián? Ni siquiera sé cuándo se volvieron tan cercanos.

-Vengan a sentarse, tomemos cerveza.
-Yo no puedo, estoy tomando analgésicos.
-Ah... Entonces te voy a traer gaseosa, ya vuelvo.

Mi hermana se fue. Me quité los zapatos y me subí las mangas del jean, me senté al borde de la piscina y metí los pies al agua. Noah y Kevin se sentaron, Noah junto a mí y Kevin a su lado.

-Oye, ¿Por qué Sandee enloqueció otra vez? Creí que ya había madurado.
-No es que sea inmadura, simplemente no le agrado.
-Auch...

¿¡Por qué no me cuenta nada a mí!? No lo entiendo, dice que soy su novio pero no es capaz de decirme nada sobre su vida y su familia.

-¿Qué hicieron tus papás cuando te hizo esto? -Agarró el brazo roto.
-Ya te dije, llamaron a mi prima.
-¿Y ya? No creo que tu prima pueda impedir que la loca te mate.
-A Sandee ya se le pasó.
-Y cómo no, si ya te partió el brazo.
--Oye, Sandee no es tan mala como parece. Tiene sus razones.
-En realidad no. No es tu culpa que su novio te haya intentado seducir.- Dijo burlándose.
-Bueno, pero ella no sabe lo que pasó.
-¡Por eso mismo no debió ser tan mala contigo esa vez! Y esta vez, ¿De verdad te lo mereces?
-Supongo.
-¿Qué hiciste?
-Le mentí a Lilián.
-¿Y eso qué le importa a ella?
-Le dije que a Liam le gusta Sandee, Lilián se lo dijo a ella y luego supo que era mentira.
-¿Y para qué dijiste eso?
-No sabía que eras tan chismoso, ¿A ti qué te importa?
-Uy pues perdón por preguntarle cosas a mi amigo que de la nada desapareció.
-Volví, chicos.

Lilián se sentó en medio de Noah y Kevin, le dio una lata de gaseosa a Noah y cerveza a Kevin y a mí.

No entiendo por qué Noah es tan abierto con todos menos conmigo. Mientras Kevin interrogaba a Noah, Lilián y yo estábamos compitiendo sobre quién bebía más rápido, a ella al parecer le hizo mucho daño tanta cerveza.

-Chicos, ustedes son una ternura... -Habló mi hermana, casi inentendible.
-¿Ya estás borracha?

-¡No! -Empezó a reírse. -Noah, dale un besito al malhumorado de mi hermano.

¡Lilián, estúpida! Esta vez sí es su culpa... Kevin analizó la situación mientras tomaba de su lata. Noah ni se inmutó, estaba con una media sonrisa mirando a Lilián hablar

¿Por qué pasan estas cosas? No quiero problemas, ya no más...