"Hola".

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-No entiendo por qué tenemos que ir específicamente a la panadería más lejana. -Se quejó Willy, otra vez.
-Ay ya, llevas quejándote todo el camino. Ya aceptaste venir, resígnate.
-¿Cómo me veo? -Pregunté nervioso.
-¿Cómo que cómo te ves?
-Tranquilo, estás bien... -Me dijo Dani.

No quiero verme mal cuando me encuentre con Noah... Hace tantos días que no lo veo, no quisiera que piense que me veo mal.

Al fin, después de veinte minutos caminando... Llegamos a la panadería. Me empezaron a temblar las manos, a sudar todo el cuerpo y sentía mucho calor. Extrañaba sentirme así. No, extraño lo que siento al estar con Noah, es eso.

-Pues... Entremos.
-A ver, ¿A ustedes dos qué demonios les pasa? Actúan muy raro, demasiado.
-Ya cállate, Willy. Tenemos que entrar.
-No pasa nada, sólo queremos comprar.
-Claro... Por eso estás rojo hasta las orejas.
-¡Es porque caminé mucho!
-Veníamos a paso de tortuga.

¿¡Estoy muy rojo!? No quiero que Noah sepa que estoy nervioso. Dani nos rodeó el cuello con un brazo a cada uno y nos arrastró adentro. Había una chica atendiendo en la caja... Había una señora esperando ser atendida, tres chicas comiendo y dos señores viendo las vitrinas. Miré a todos lados, no estaba Noah. Dani me miró confundido.

-N-no está...
-Shh... Por allá, míralo, está agachado acomodando las galletas.

Miré al suelo, por el vidrio de la vitrina vi a Noah organizando unas galletas con una sola mano y unas pinzas gigantes. Noah alzó la mirada y nos vio a todos, sus ojos estaban abiertos como platos, lo tomamos por sorpresa. Sonreí emocionado.

-Willy, vamos a ver por allá, Liam va a mirar las vitrinas de el otro lado.
-Oye, Liam, no quiero nada con nueces. -Me dijo Willy.
-Ajá.

Los miré rápido y esperé a que se alejaran. Cuando ya estaban lejos fui a la vitrina. Noah se levantó y miró a la chica, se inclinó hacia mí.

-Hola. -Dije.
-"Hola". -Me imitó. -¿Qué hacen aquí?

¿¡De verdad así es como me saluda!? Su cara de rudo cambió por una de culpabilidad... Evité su mirada... ¿Es que no está feliz de verme? Sentí ganas de llorar... Últimamente mi cuerpo está descontrolado.

-No quise decir eso... Es que... ¿Sabes qué va a pasar si saben quién eres?
-¿Por qué sabrían?
-Esa chica es mi prima, me está cuidando.
-"Vigilando" querrás decir.
-Sí... Si me ve hablando con hombres esto se pondrá feo.
-Noah... Te extraño mucho.
-Te veo atrás de la panadería en unos segundos, ¿Ok? Pídele a Daniel que distraiga a mi prima.

Noah se fue por una puerta... Fui hacia los chicos y le dije a Dani qué hacer. Luego salí del lugar y le di la vuelta. Al llegar al callejón atrás del local, vi a Noah recostado en una pared. Me acerqué lentamente.

-Cuatro-ojos. -Sonrió con melancolía. -¿Cómo has estado?
-Bien...
-¿Bien lindo? -Sonreí involuntariamente, pero fingí no escuchar.
-¿Cómo está tu brazo?

Me acerqué, Noah tomó mi mano y la puso en su mejilla... Extrañaba sentir su piel. Le di un beso en los labios, su boca estaba tan caliente como siempre, sus labios suaves sabían a Noah. Me aparté un poco.

-Entonces... ¿Cómo está tu brazo?
-Está bien.
-¿Cómo te lo rompiste?
-Me caí.
-Noah, no me digas mentiras.

Me fijé en su rostro... Tenía una pequeña herida en la esquina de la boca, era obvio que alguien le había dado un golpe y no recientemente.

-¿Y esta herida de qué es, te caíste también? -Toqué su boca.
-Liam, no te preocupes, estoy bien.
-Mentiroso.
-¿Y tú cómo estás?
-Bien... Lilián no le ha dicho a nadie. Ah y Dani ya sabe.
-¿Le contaste?
-Sí, pero igual él ya sabía.
-Te extrañé mucho, cuatro-ojos.

Lo abracé, apoyé mi cabeza en su hombro. Su mano bajó por mi espalda y se metió bajo mi camiseta, estaba tibia. Lo abracé con fuerza.

-Quiero que me digas la verdad, ¿Qué le pasó a tu brazo?
-Sandee me empujó y caí por las escaleras.
-¿¡Qué!? -Lo miré.
-Pero ya estoy bien.
-¿Bien? Tienes el brazo inmovilizado.
-Sólo por un tiempo.
-¿Te lastimó otra parte?
-No. No fue nada.
-Noah, no trates de suavizar las cosas. ¿Y a tu boca qué le pasó?
-¿Tú qué crees?
-Que te golpearon... ¿Pero quién?
-Papá.
--¿¡Tu papá!?
--Él obviamente le creyó a Sandee.
-Te dije que esa mentira nos iba a traer problemas... Mírate.
-Pero ya no hay nada qué hacer.
-Cierto... ¿Y cuándo vuelves al cole?
-Mis papás intentaron cambiarme de colegio, pero gracias a que estoy envuelto en problemas, no me recibieron en ningún colegio privado.
-¿Entonces vas a seguir en este?
-Sí, vuelvo la semana que viene... Aunque no sé cómo voy a escribir.
-Tonto, escribes con la mano izquierda. -Nos reímos.
-Pensé que no te habías dado cuenta... ¿Es que te la pasas mirándome o qué?

Lo abracé y besé su cuello... demonios, empezaba a sentirme caliente. Sólo estar cerca de él me hace querer quitarle la ropa. Pero no es sólo eso, quiero darle cariño, mucho.

-¿Qué haces?
-Soy bueno contigo.
-Hoy mis papás van a dejarnos solos en casa a Sandee y a mí, van a una fiesta. Estaba pensando en ir a tu casa y justo llegaste.
-¿De verdad?
-Sí.
-¿No te vas a meter en problemas?
-No. Sandee no se va a dar cuenta, sólo debo volver antes de las cuatro de la mañana.
-Entonces perfecto.
-Bien... Debo irme antes de que Sunny se de cuenta de que no estoy en el baño.
-¿Tu prima?
-Sí.

Me alejó con cuidado, tomó mi cara con ambas manos y me besó, su lengua entró en mi boca, comenzamos a jugar con nuestras lenguas. Me alejó de nuevo.

-Ya debo volver.
-Okay...
-Si hubiera sabido que extrañarme te pondría tan cariñoso, me habría alejado antes.
-Tonto.
-Nos vemos en la noche.
-¿A qué hora?
-Después de media noche.
-Bueno. Te espero.
-Chao.

Volvió adentro de la panadería. Me di la vuelta y salí del callejón, esperé afuera del local. No quería entrar porque su prima no puede verme, aunque ella no sabe quién soy... Los chicos salieron con unas bolsas, Willy me miró como si fuera a matarme.

-¿Qué?
-"¿Qué?". No soy idiota.

¿Por qué me imitan tanto últimamente? Aunque cuando lo hace Noah es diferente... Bueno, eso no es relevante ahora... Debo preparar todo para esta noche.

-¿Por qué demonios tenemos que venir todos a ver a tu amiguito?
-No sabíamos que Noah trabaja acá. -Mintió Dani.
-No me crean tan tonto. ¿Qué pasa con él? Le das demasiada importancia. Dani y yo somos tus mejores amigos y nunca te pones así por nosotros.
-¡Willy, ya! -Dijo Dani.
-¡Ya ustedes, estoy harto de que Liam sea el súbdito de Noah!
-¿Qué?
-Ya sé que te utiliza para sus tareas, desde que se juntan sus notas mejoraron.
-Pero es porque estudiamos juntos, yo no hago sus trabajos.
-¡Deja de tratarme como tonto, sé que te utiliza!
-¿Sabes qué? Me voy solo, tengo que hacer cosas más importantes que discutir contigo.
-No, nos vamos juntos porque vinimos juntos y Willy ya se va a callar, ¿Verdad?

Willy no dijo nada. Comenzamos a caminar los tres juntos. Los chicos me acompañaron a casa, comimos galletas con café, jugamos un rato y se fueron. Por ser viernes los chicos se quedaron hasta las once, mis papás se quedaron viendo la tele y tomando vino mientras Sandee estaba con Kevin en la piscina tomando cerveza. Organicé todo y me quedé en la sala esperando a Noah.

Vas A Caer. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora