Te Extraño.

180 22 3
                                    

No quiero ponerme paranoico ni pensar demás, pero ya han pasado cuatro días y no sé nada de Noah... Y Sandee nos ignora a Lilián y a mí.

Por suerte nadie más se ha enterado de lo nuestro... Pero Lilián casi no me habla, sólo lo necesario. Menos mal que ella me debe tantos favores que tuve cara para pedirle que hable con Sandee.

Estábamos en el recreo, esperando a Dani que había ido a comprar comida para todos. Lilián y su novio llegaron y se sentaron con nosotros en la misma mesa. Sus caras eran de preocupación, yo entiendo, Noah no ha hablado con nadie.

-Sandee dijo que...
-Vamos a hablar a solas.

Lilián y yo nos levantamos y fuimos a un lugar más retirado. Sus brazos cruzados me pusieron más nervioso. ¿Qué más podría pasar? No quiero saberlo.

-¿Qué dijo?
-Dijo que te olvides de Noah, que jamás vas a verlo otra vez y que si sigues insistiendo ella va a decirle a todos que eres gay.
-¿¡Qué le pasa!? Oye, ¿Ibas a decirme eso en frente de los chicos?
-No, iba a decirlo en código.¿Dónde crees que esté Noah?
-En su casa... Seguro está castigado o algo así. Porque mira que Sandee sigue viniendo al cole normalmente.
-Sandee es como un demonio, yo no tendría cara para venir al cole sabiendo que le hice daño a dos chicos enamorados.
-Es nuestra culpa por mentirte sobre que me gustaba ella.
-Y mía, yo fui la que le dijo... Debo dejar de meterme tanto en las cosas de los demás, en especial cuando se trata de sentimientos.
-No, todo empezó porque no te dijimos la verdad.
-No vamos a discutir por quién tiene más culpa. Mejor busquemos una forma de ver a Noah, si quieres voy a verlo en la tarde, nadie va a saber que soy tu hermana, en su casa me quieren mucho.
-Te olvidas de un detalle.
-¿Qué?
-Sandee también vive allí.
-Oh... Entonces que vaya otra chica, seguro no dejarán que vea a ningún chico porque ya sabes.
-¿Pero quién puede ir? Es que nadie sabe que Noah y yo somos algo, no podemos decirle a cualquiera, es peligroso.
-¡Me quedo sin ideas!
-¿Y si le dejamos una carta en la puerta?
-Claro que no, sus papás son tan estrictos que seguro le van a revisar cualquier medio de comunicación.
-Tal vez sea cierto que nunca volveré a verlo. -Dije con tristeza.
-¡No digas eso! Mira, Noah te dijo que seguro lo iban a cambiar de cole, no que se va a mudar. Van a verse en algún momento, créeme.
-Gracias... Creí que estabas disgustada o algo así porque no me habías querido hablar.

Su cara cambió y de repente se puso a llorar... La abracé, escondió su cara entre mi hombro y cuello... ¿Dije algo mal? No me gusta ver llorar a la gente.

-¿Q-qué pasó?
-Lo siento tanto... Todo es mi culpa, soy tan entrometida. Y aparte ya no sé cómo debo hablarte, no quiero hacerte sentir mal, ni quiero que sientas vergüenza, me preocupa que los demás puedan hacerte daño... Es mi culpa.
-¡No digas eso, claro que no es tu culpa! Y lo de hablar... ¿Por qué tendría una nueva forma de hablar? No te entiendo.
-Es que quieres ser chica y todos te tratamos como chico... Debe ser muy duro.

Me reí... A pesar de que mi hermana es joven, no sabe nada de nada. ¿Quién dijo que quiero ser chica? Amo ser chico, no me imagino siendo chica o usando ropa de chica, mucho menos maquillaje y uñas pintadas.

-Oye, no confundas las cosas. No quiero ser chica, estoy bien con mi cuerpo.
-P-pero eres gay...
-Ah, yo... Primero, aún no sé si soy gay, segundo, no por ser gay quieres ser del otro sexo y tercero, deja de volverte loca con esto. Sólo estoy saliendo con un chico, no he cambiado en absoluto, soy el mismo de siempre.
-Uff... Yo pensé que ahora tendría que ayudarte a maquillar. Estaba tan asustada, no te imaginas todo lo que he pensado, incluso te compré un labial que te quedaría muy lindo.
-Gracias, pero estoy bien con mi cuerpo de chico y sin labial.
-Aún así... Si alguna vez te sientes diferente, yo voy a apoyarte y ayudarte a lograr tus sueños.
-Eres la mejor. Vamos, tu novio está preocupado mirando hacia acá.
-Uy sí... Por cierto, ¿Crees que Kevin sepa que Noah es gay?
-No, nadie sabe. Sólo la familia de Noah, tú y yo.
-¿Crees que le moleste?
-No sé... Creo que sí, por algo Noah no le ha dicho.
-Ay no, voy a morir de estrés.

___________________________

Ya van díez días, es martes y Noah aún no aparece. Estoy seguro de que lo cambiaron de colegio, nadie puede faltar tanto a clases sin justificación.

-Noah aún no viene... -Hablé al aire.
-Oye... No sé qué pasa entre Sandee, Lilián, Noah y tú, pero si de verdad estás preocupado deberías ir a preguntarle a algún profesor.
-¡Cierto, gracias Dani!

Willy miró a Dani como si fuera una mierda... A Willy no le agrada ni un poquito Noah. Me levanté de mi asiento y fui al escritorio del profesor, por suerte las clases aún no habían empezado y estaba nuestro profesor director de clase.

-Profesor.
-¿Sí, Liam?
-¿Puedo preguntarle algo sobre un alumno?
-Claro, ¿Qué pasa? Siéntate.

Me senté, el profesor dejó la hoja que tenía en la mano y me miró... Tengo suerte de tener a un profesor tan amable, otro me diría que no sea chismoso.

-Bueno... Es que Noah no viene hace días y yo quería preguntarle si usted sabe por qué.
-Ah, Noah, el rebelde.
-Sí, ese mismo.
-¿Por qué me preguntas a mí? Deberías hablarle tú mismo, seguro se alegraría de que un amigo le hable.
-Profesor, es que todos hemos intentado contactarlo, pero no responde llamadas ni mensajes.
-Bueno... Llama a su casa.
-No tengo el número.
-Liam, no tengo permitido dar información de estudiantes a gente que no tiene ningún vínculo con él.
-Pero él y yo somos amigos.
-Bueno, Liam, porque eres el mejor alumno te voy a decir... Sólo te advierto que no quiero que vayas diciéndole a todo el mundo.
-Sí, señor... Dígame.
-Noah se fracturó el brazo derecho hace díez días y por eso no ha venido a estudiar, aún está en el hospital, no está en casa porque nadie puede cuidarlo allá.
-¿Sabe cómo se fracturó?
-Bueno, Liam, ¿Desde cuándo eres tan entrometido? Ve a sentarte en tu lugar.
-Perdón... Pero dígame, ¿Usted sabe?
-No, sus papás sólo trajeron la constante médica. Es que lo que pase afuera de la escuela no nos incumbe, Liam, ellos no tienen que contarnos toda su vida.
-Bueno, gracias...

Me puse de pie y fui a mi lugar... ¿Cómo que fracturado? No entiendo, dijo que se fracturó hace díez días... Nos vimos hace díez días, pero él estaba bien. ¿¡Será que sus papás le hicieron eso!? Sandee dijo que a sus papás les iba molestar mucho lo que pasó.

-Liam, ¿Qué te dijo el profesor? -Me preguntó Dani.
-¿A quién le importa? -Dijo Willy.
-Tiene el brazo fracturado... Voy al baño.

Mi voz sonaba distinta, como si fuera a llorar... Es que no puedo dejar de sentirme preocupado, ¿Cómo está él, qué le pasó, qué le hicieron? Me levanté de la silla, Dani tomó mi brazo.

-Liam, espera.
-¿Qué?
-¿Estás bien?
-Sí...
-Mentiroso. -Dijo Willy.
-Chicos, quiero ir al baño, eso es todo.
-¿Puedes contarnos qué pasa con Noah? Tú y Lilián actúan muy raro desde hace dos semanas.
-Luego les cuento, ¿Sí? Primero déjenme pensar qué hacer.
-¿Qué hacer? ¿Por qué?
-¡Pues porque necesito ver a Noah y no sé cómo!
-Ve a su casa...
-Dani, no puedo, Sandee me odia.
-¿Sandee?
-¿Quién es esa? -Preguntó Willy.
-La hermana de Noah, además, seguro sus papás también me odian.
-¿Qué fue lo que pasó?
-Es un problema familiar.
-¿Y tú qué tienes qué ver ahí?
-Es que ellos no quieren que Noah y yo nos juntemos. Ya no me pregunten más, me voy al baño.

Tarde o temprano todos van a saber lo que pasó, pero no tengo fuerzas para contarles que me gusta Noah y que estamos saliendo. Noah, te extraño tanto...

Vas A Caer. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora