En El Baño.

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Ha pasado un mes... Hay algo que me atormenta, sé que es una tontería, pero aún así me preocupa... El estado de nuestra relación.

Era viernes, Noah y Kevin vinieron a casa a cenar, se van a quedar a dormir... Obvio en habitaciones diferentes, mis papás jamás nos dejarían a solas con nuestros novios... Esperen ¿Desde cuándo somos novios otra vez? Nunca lo acordamos.

-Liam, ayudame a poner la mesa... Lilián, tú ayúdame a servir.

Noah y Kevin vinieron a la mesa y me ayudaron a poner los platos, mamá y Lilián trajeron la comida y comenzaron a servir.

Nos sentamos y empezamos a comer... Lilián no dejaba de hablar, lo cual no me molesta, es bueno que hable, así me distraigo. Noah me miró.

-¿Te pasa algo? -Preguntó en voz baja.
-No, ¿Por qué?
-Estás raro.
-Quiero hablar de algo.
-¿De qué? -Preguntó serio.
-Nada malo... Sólo hablar.
-Espero no sea como la última vez.
-Tonto...
-Es broma. -Me sonrió coqueto.

Después de comer nos sentamos en la sala, mis papás estaban en el comedor hablando del trabajo de papá. Kevin y Lilián veían una peli de suspenso, estaba todo muy silencioso.

-¿De qué querías hablar?

Me senté más cerca y tomé su mano... La del brazo lastimado... No veo la hora de que le quiten el vendaje, pobre, debe ser terrible. Además nos impide hacer muchas cosas.

-Quiero preguntarte algo.
-Hazlo.
-No tiene mucha importancia, pero no me deja tranquilo.
-¿Qué es?
-Bueno, yo sé que todo está bien entre nosotros pero...
-Liam, ve al grano.
-Es que... Cuando todo se arregló... Me refiero a nuestra relación...
-Liam... -Dijo enojado.
-Pero no es nada malo, no te pongas así.
-¿Si no es malo por qué te tardas tanto en preguntar?
-Ah... ¿Podemos hacerlo?
-¿Era eso?
-Sí... -Mentí.
-¿Tanto rodeo para eso?
-Lo siento, es que...
-Está bien.

Sonrió y miró a la TV... ¿Ahora cuándo tendré el valor para decirle? Ni siquiera sé exactamente qué debo decir... Qué molesta situación.

En la noche mamá nos custodió... Literalmente nos llevó a la cama a todos asegurándose de que nadie se fuera a la habitación equivocada.

No podía dormir, Lilián suele patear cuando duerme. Me levanté para ir a la cocina por un vaso de agua, cuando estaba caminando por el pasillo Noah salió de la habitación, me miró.

-¿Vas al baño?
-No, iba a tomar agua. -Dije.
-Ibas...

Sonrió, tomó mi mano y me llevó al baño, cerró la puerta, ni siquiera prendió la luz. Me besó el cuello, toqué su pecho... El corazón le latía igual que a mí, lo besé.

-Mamá nos va a matar.
-No se va a dar cuenta... Además tú me lo pediste hace unas horas.

Se separó de mí, se acercó al inodoro, bajó su pantalón un poco y orinó, no sé cómo me puede excitar verlo orinar.

-¿Te molesta hacerlo en un baño? -Preguntó de la nada.
-No... ¿A ti?
-No. ¿Quieres hacerlo?
-¿Qué cosa? -Bromeé.
-Sí quieres...

Nos reímos, bajó su pantalón, metí mi mano bajo su bóxer y comencé a tocarlo... Me besó, metió su lengua. Con sólo eso yo ya estaba caliente.

-Extrañaba hacer esto. -Dijo sobre mis labios.
-Y yo...

Bajó mis pantalones, me puso contra la pared, comenzó a besar mi cuello.

-No sé si sea muy cómodo hacerlo aquí... -Susurré.
-Me detengo si quieres.
-Ya sé, siéntate en el inodoro.
-Super romántico...
-Sólo hazlo... -Hablé impaciente.

Vas A Caer. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora