One-Shots Detective Conan || CoAi || ShinShi||Pedidos abiertos

09.6

Miniserie, Lobo

Capítulo 6

Shinichi

—Yo... quiero escuchar todo eso. —habló Shiho entrando a la cocina, miraba atentamente al piso con las mejillas coloradas.

¡¿No puede ser?! ¡¿Me escuchó?! —pensé alarmado, sintiendo las mejillas arder.

—Sh-Shiho. —habló nerviosa Akemi, al igual que el Profesor a su lado.

Levantó la mirada, mirándonos atentamente con sus mejillas rojas y ojos brillantes.

—Shinichi, dime la verdad, toda la verdad. —me pidió apretando sus labios.

Ay, joder, no puedo contra esto. —pensé desviando mi mirada.

—Shinichi te contará todo. —habló Akemi dando un suspiro de resignación.

—¡¿Qué?! ¡¿Yo?! —exclamé desconcertado.

—Pero creo que antes debemos ir a cenar. —volvió a hablar Akemi, ignorándome convenientemente.

—S-Sí, yo creo que es mejor. —le siguió el Profesor antes de abandonar la cocina.

Resoplé al notar como me dejaban solo en este "problema".

—Por favor. —me suplicó Shiho con una tierna mirada aún cuando fruncía el ceño.

—Está bien, está bien. —dije resignado, revolviendo un poco su cabello antes de salir de la cocina.

Tal como Akemi había dicho cenamos en total calma, sin tocar ese tema. Pero una vez terminamos...

—Sh-Shiho. —dije nervioso al ser empujado a la cama, solo me quedé viendo a Shiho cerrar la puerta tras ella.

—Ahora sí, Shinichi, cuéntame todo. —afirmó ella, sentándose junto a mi.

Solté un suspiró al saber que no tendría escapatoria.

—Bien. —dije resignado. —Shiho, sabes que somos almas destinadas, ¿no?

—Sí. —me respondió ella confundida.

—Y que yo llegué luego de mi primera transformación. —volví a aclarar los detalles.

—Sí, ¿a qué quieres llegar? —me preguntó consternada.

—A que en la próxima luna nueva, tendrás tu primera transformación. —afirmó mirándola a los ojos.

—¿Eh? ¿Cómo sabes eso?

—Porque me conociste, cuando tu pareja ya se transformó y al conocerla antes de tu transformación, inevitablemente pasarás por el cambio típico de un lobo. —expliqué.

—Okey. —dijo ella mirando sus manos en sus rodillas, antes de acomodarse frente a mí. —¿Pero eso qué tiene que ver con que este "atrayendo" hombres? —preguntó confundida.

—Es por que no hemos completado el vínculo, una vez lo hagamos cualquier otra persona será incapaz de ser atraída por ti. —volví a explicar.

—Ya veo. —me dijo mirando a un punto fijo en el techo. —¿Cómo sabes tanto? —me preguntó de nuevo, su iris temblaba levemente.

—Un amigo me contó todo, el que nos ayudó con el lobo plateado. —le informé, sin poder apartar la mirada de ella.

—Ya. —murmuró, dejando un largo silencio en el cuarto. —¿Shinichi?

—¿Sí? —respondí a su llamado, viendo como mordía sus labios rosados.

No debería verla tanto, pero demonios no puedo desviar mi mirada. —pensé tragando en seco.

—¿Cómo completamos el vínculo? —preguntó mirándome con sus verdes y brillantes ojos.

—Emm, ya sabes, tenemos que... tengo que... —traté de explicar pero estaba demasiado nervioso, su mirada, su expresión, la cercanía y el hecho que estábamos solos empezaba a volverme loco.

—¿Sí? —me preguntó expectante.

—Mo-Morder. —logré decir, sin notar que empezaba a acercarme a ella.

—¡¿Un matrimonio?! —exclamó en shock.

Su voz me trajo a la realidad, estaba a punto de perder el juicio.

—Sí, para complementar el vínculo y evitar que llames inconscientemente a otras personas, tendríamos que hacer la ceremonia de boda de los lobos y mordernos mutuamente. —expliqué desviando la mirada, concentrando mi atención en cualquier cosa que no sea ella.

Un silencio nos volvió a rodear, realmente no sabia que decir así que preferiría permanecer callado.

—Hazlo. —escuché la voz firme de Shiho.

—¿Qué? —solté estupefacto.

Ella no se refería a eso, ¿cierto? ¿Cierto?

—Shinichi, muérdeme, realmente no me gustan los sentimientos obtenidos por nuestro lobo interno, pero confío en ti y... —me dijo con firmeza. —Me agradas. —susurró casi inaudible, con sus mejillas rojas mirando sus rodillas sobre la cama.

—¿E-Estás segura? —pregunté nervioso.

—Sí, hazlo. —me dijo firme cerrando los ojos, mientras bajaba la manga de su camiseta.

Me acerqué despacio mirando su rostro, se notaba nerviosa al ver como no paraba de morder sus labios.

Acerqué mis labios a su cuello, logrando olfatear su aroma tan exquisito, cuando estaba por morderla sentí su mano sobre mi camisa, aferrándose a ella.

No pude evitar sonreír ante la ternura frente a mis ojos, me acerqué a ella y besé suavemente su cuello. Sentí como se tensó soltando un leve gemido que calló al seguir mordiendo su labio.

—No necesitas esforzarte, estarás bien si sigo cubriendo tu olor. —comenté alejándome de ella.

—¿E-Eh? ¿Pe-Pero...?

—Que confíes en mí es suficiente, no quiero que tomes una decisión precipitada luego de escuchar todo, piénsalo más detenidamente con la cabeza fría y luego dame una respuesta, ¿si?

Por mucho que quisiera completar el vínculo, no quiero que ella lo haga simplemente por que sea lo mejor, quiero que ella acepte porque quiere estar conmigo.

—Sí. —me respondió con un ligero tono triste, pero eso no podía ser cierto, ¿verdad?

—Hey, Shiho.

—¿Sí? —me preguntó extrañamente emocionada, la miré unos segundos antes de volver a hablar.

—No, nada. —hablé, levantándome de la cama y acercándome a ella, para revolver su cabello.

Noté como empezó a fruncir el ceño, estaba a punto de alejarme al pensar que eso le molestaba, cuando de la nada sentí sus manos en mi camisa, jalándome hacia ella y estampando sus labios contra los míos.

Debe ser un sueño. —pensé impactado antes de tomar el control de ese ardiente beso.

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