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06.3

Miniserie, Cumpleaños

Capítulo 3

Mitsuhiko

Actualmente

Cuando me di cuenta ya estábamos viendo una película en el cine, me había perdido entre los recuerdos. No le di importancia y me entretuve en la película era muy divertida, las risas nunca hicieron falta, incluso Haibara estaba riendo. Bueno por lo que veo mañana será un día interesante.

Un grito ensordecedor me detuvo en seco, más otros gritos alarmados.

—¡¡Chicos cierren las salidas y no dejen ir a nadie!! —afirmó Haibara antes de salir corriendo al grito.

—Ayuda a Ai-chan. —me afirmó Ayumi antes de salir corriendo a las salidas con Genta para no dejar pasar a nadie, rápidamente fui con Haibara, que tomó su teléfono después de examinar a una mujer en una silla de forma incómoda.

—Ven al cine cerca de mi escuela, hay un muerto. —afirmó al teléfono, llenando el lugar de exclamaciones.

A los minutos llegó la policía, fue más rápido de lo que esperaba, un hombre de cabello azabache y ojos extremadamente azul eléctrico.

—¿Estás bien? —le preguntó Shinichi Kudo, su vecino y mejor detective de Japón, una vez se acercó a Haibara.

—Claro que sí, no te preocupes. —respondió ella en su habitual tono de siempre.

No los escuche más ya que fui a buscar a mi amigo y mi novia que seguro seguían en las puertas del cine.

Cuando volvimos esos dos se encontraban hablando entre susurros, al acercarnos pararon, ¿por qué acabo de sentir un deja vu?

—¿Ya tienen los resultados? —preguntó el hombre de cabello azabache.

—Sí, encontramos una sustancia en su sangre. —informó un forense.

—¿Tetrodotoxina? —habló Haibara sorprendido a todos.

—¿Eh? Sí. —dijo asombrado el forense.

—¿Sabes lo que es? —pregunto impresionado Takagi.

—Información. —exclamó serio Kudo-san mirando el sitio donde estaba el cadáver.

—Esta neurotoxina es mil veces más potente que el cianuro. Se halla tanto en la saliva del pulpo de anillos azules como en los ovarios del famoso pez globo. Los efectos: apenas 0,50 mg bastan para provocar en una persona parálisis y colapso respiratorio y cardiovascular, lo cual fue lo que le pasó a la mujer. —comentó demasiada información para los cerebros del lugar.

—Bien, sé quién es el culpable. —comentó Shinichi Kudo mostrando una gran sonrisa de lado.

Con esa frase dio por terminado el caso del famoso detective.

————

Di un suspiro agotador, acabábamos de terminar un examen muy difícil, miré a mi lado para ver a Haibara tranquila viendo su teléfono, cuando un brillo y una sonrisa se instaló en su rostro.

—Tsubaraya me tengo que ir, despídeme de los chicos. —exclamó para irse rápidamente.

¿Eh? ¿Qué fue eso? —pensé antes de seguirla, no sabía por qué, pero la curiosidad me mataba.

Así que la seguí, sabía a dónde se dirigía... a su casa.

El timbre de mi celular me alarmó, por suerte estaba muy lejos de ella y no me escuchó.

—¿S-Sí? —dije nervioso al atender el celular.

—¡¿Dónde estás?! —me exclamó molesta mi novia, Ayumi.

—Estoy siguiendo a Haibara. —le confesé viéndola doblar la esquina.

—¡¿Qué?! —me gritó firmemente, casi haciéndome soltar mi maleta. —Está bien, síguela, ¿pero tienes las cosas? —me preguntó luego de un largo silencio.

—Claro que sí, no te preocupes. —le respondí sacando una bolsa de mi maleta, sosteniendo el celular con mi hombro mientras caminaba lo más rápido que podía al perder de vista a Haibara.

—Bien, Genta y yo ya recogimos todo, ya estamos llegando. —la escuché decir mientras enfocaba mi vista en mi amiga a unos metros de mí.

—Bien, entonces yo... ¿eh? —solté involuntariamente al ver a Haibara pasar de largo de su casa.

¿Adónde va?

—¿Qué pasa? —me preguntó desconcertada a través del auricular.

—Haibara está en la casa de Kudo-san. —le respondí viéndola sacar unas llaves de su bolso.

¿Tienes llaves?

—¿Qué? ¿Por qué? —me preguntó igual o peor de confundida que yo.

—Cómo voy a saberlo. —le respondí con el ceño fruncido viéndola entrar tranquilamente.

—Te estoy viendo desde aquí, ya vamos. —me dijo mi novia.

—Bien, adiós. —corté rápidamente antes de rodear la casa.

Caminé rápido a ver si encontraba una ventana en la que pudiera ver el interior, para encontrarme a Mouri Ran-san, vestida como policía, seguro acaba de salir del trabajo.

—¿Eh? —se asombró al verme allí. —Mitsuhiko-kun, ¿qué haces aquí?

—Yo... seguía a Haibara. —respondí nervioso. —¿...y usted?

—Seguía... a Shinichi. —murmuró tímidamente.

—Oh. —solo dije, mantuvimos un silencio incómodo durante unos minutos.

—¿Deberíamos ver? —volvió a preguntar tímida.

—¡Claro! —le seguí yo.

Antes de movernos hasta la ventana más cercana, no podíamos creer lo que veíamos eso... es....

Sorry jajajajajas, sí... es a propósito!! 😂😈😈