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16.3

Miniserie, Ayer
Capítulo 3

Shiho

Afuera del local de la reunion 

—Hermana. —dije cómo saludó, escondiéndome en un pequeño callejón al lado del local.

—Hola, hermanita~ —me saludó con burla. —¿Y qué tal~? ¿Te encontraste con el detective? ¿Le hablaste? Cayó a tus pies, ¿verdad? 

—¿De qué estás hablando, hermana? —le dije algo molesta. Me deprimí recordando el anillo de casamiento. —No debí venir. —gimotee, haber tomado tanto ya no me dejaba controlar mis emociones cómo me era normal.

Yo que nunca había tenido expectativas, hoy había llegado e incluso habían sido tan altas que fueron destrozadas en tan solo un instante.

—¿Shiho-chan? —me preguntó preocupada.

—Hermana, yo… en verdad no debí haber venido, así tal vez no me sentiría de esta forma. —murmure tratando de limpiar las lágrimas que no paraban de bajar.

—¿Te voy a bus…?

—Miyano. —me exalte al escuchar de su voz tan varonil mi nombre.

—Ku-Kudo. —prácticamente grité, maldije en mi mente haber tomado tanto.

—Ah, trata de hablar con él, si todavía estás mal llámame y te iré iré buscar. —afirmó mi hermana a prisas antes de colgarme.

—¿Eh? ¿Akemi? ¡¿Hermana?! —la llamé pero era demasiado tarde. Avergonzada alce la mirada encontrando al hombre del que estoy profundamente enamorada y el de mis sueños eróticos. —¡¿Ku-Ku-Kudo?!

—¿Estás bien, Miyano? —me preguntó con una suave sonrisa acercándose a mi.

—A-Ah, claro, si. —respondí con nerviosismo dejando mi peso en la pared, mientras me deshacía de las pocas lágrimas que me quedaron.

—Hmm. —tarareo con una sonrisa deslizándose a mi lado. 

Nos quedamos allí en silencio por un largo rato, algo que me hizo resoplar divertido podía recordar plenamente esos días en la escuela cuando nos quedamos solos simplemente leyendo en total silencio y de vez en cuando intercambiando reseñas e incluso nos recomendábamos libros.

—¿Por qué te ríes? —me preguntó mostrándome una sonrisa conflictuada.

—Es sólo que, estando aquí en silencio, recordé esos días en la enfermería mientras leíamos. —le respondí sin poder evitar reír.

Él me siguió enseguida, después de tantos años seguíamos teniendo el mismo ambiente de siempre.

—Cumpliste el reto, científica mundialmente reconocida.—murmuró luego de unos instantes, lo que me sorprendió bastante.

Sentí mis mejillas arder así que bajé la mirada. —Tú también, detective que ayuda al FBI. —le respondí en voz baja.

Escuché su risa entre dientes, hasta que de repente sentí su aliento contra mi mejilla, alcé la mirada de golpe dando con su mirada, sus ojos azules seguían siendo tan hipnotizantes.

—He-Hey, ¿qué-qué ha…? —mis palabras se quedaron atoradas en mi garganta cuando me silencio con un beso.

Abrí los ojos por la sorpresa, ¡¿Que-Que está haciendo?! —pensé a gritos, de repente me jalo sujetando mi nuca haciendo profundizar el beso.