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Gris

Toda mi vida, he creído que los criminales son… pues eso, criminales.

Que sólo puede haber dos opciones: Negro o blanco. Porque simplemente no puede haber algo intermedio.

Era algo que nunca iba a cambiar… y no lo hizo cuando la conocí.

—Solo es una niña. —esa fue mi impresión el primer día. —Una niña muy hermosa, pero una niña a fin de cuentas. —pensaba al ver sus facciones con una mezcla de occidental y oriental, sin mencionar el color de su cabello tan extraño rubio-fresa y sus ojos verde esmeralda.

Aunque era rara manteniendo una expresión neutral y una mirada fría se presentó a mi, estaba confundido que se me acercara de la nada, pero aún así le devolví el saludo.

¿Quién hubiera pensado que esa niña pudiera hacerme helar la sangre? Con tan solo un par de palabras.

Un inmenso odio hacia ella empezó a florar en mi pecho, al igual que el miedo… todo por sus bromas de mal gusto.

Eso solo hizo que la detestara, ya no la odiaba pero no creía que podría llevarme bien con ella, pero ya no tenía alternativa, aún en contra de mi voluntad la deje quedarse a mi lado y al lado del profesor.

Sherry, su nombre clave en la organización que me devolvió a la niñez. La abandonó cuando mataron a su hermana, aún así no podía confiar en ella.

Dejando atrás su nombre real para volver Ai Haibara de ahora en adelante, no me quedo de otra que "confiar" en ella por ahora, además tener a la creadora del Apotoxis 4869 podría serme de gran ayuda, ¿cierto?

Nunca imaginé que en verdad me fuera ayudar a algo más que con el veneno, tampoco imaginé que vería tras su máscara de sarcasmo y frialdad.

Cuando me preguntó: "¿Por qué no había salvado a su hermana?"

Con una expresión de profundo dolor, sus lágrimas bajando por sus mejillas, sus temblores incontrolables y sus mejillas rojas.

Me congelé, mi mente sucumbió al caos y se quedó en blanco sin poder poner una excusa y la verdad… tampoco quería.

Por qué yo también me lamentaba de mis acciones, yo pude haberla salvado, yo debí hacer más, debí haber llegado más temprano, pero…

No lo hice.

Y en consecuencia murió, dejando en la soledad de este mundo a su hermana.

Dejándola sola enfrentando a la Organización de Negro.

Frente a mí no había una chica que fuera parte de la organización, ni quien creó tanto daño a tantas personas, ni siquiera era una mujer con alto coeficiente intelectual, solo era una pequeña con el alma rota, un ángel al que le arrebataron las alas y la enjaularon.

Un ángel caído sin esperanzas de vida.

Los siguientes días a eso, me reproché a mí mismo.

¿Por qué sentía pena por una criminal?

¿Por qué no podía confrontarla?

One-Shots Detective Conan || CoAi || ShinShi||Pedidos abiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora