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09.10

Miniserie, Lobo

Capítulo 10

General

Shiho Miyano conocida por su tranquilidad, seriedad y frialdad, estaba furiosa y eso se notaba a leguas.

—Al parecer el chico nuevo se cansó de ti. —se burló el joven conocido como Walter.

—No pedí tu opinión. —exclamó cerrando de golpe su casillero.

—Uh, alguien está de malhumor, ¿no me digas que es porque ese chico te ignora? —le preguntó petulante.

Shiho gruñó en protesta. —Jódete.

—Shiho-chan. —exclamó Ayumi poniéndose delante de ella. —¡¿Cuántas veces te hemos dicho que no te queremos cerca de ella?! —se quejó.

—Las mismas veces que yo lo he hecho. —le respondió el chico rodando los ojos con fastidio. —Además, esta vez... —volvió a hablar mostrando una gran sonrisa antes de marcharse.

—Shiho-chan, ¿qué te dijo? —le preguntó preocupada Ayumi.

—La verdad... —murmuró entre dientes recostándose en un casillero.

—¿A qué te refieres? —preguntó confundida Ayumi.

—¿Crees... que Shinichi se cansó de mi? —preguntó frunciendo los labios.

—¿Eh? —soltó Ayumi.

Ella no sabía qué responder, recordaba bien cómo estos últimos tres días Shinichi ignoraba por completo a Shiho, no solamente, no le dirigía la palabra o la miraba, sin mencionar que cuando estaban en el mismo espacio este salía de inmediato.

—¡¡Yo creo que deberías atraparlo!! —exclamó Ayumi con una firme mirada. —¡¡Obligarlo a escucharte y recibir una respuesta!!

Es extraño ver a Ayumi tan seria, que Shiho no pudo evitar reírse.

—¡¡Sí!! —afirmó con una gran sonrisa antes de salir corriendo.

El joven lobo desde que empezó a ignorar a Shiho había empezado a jugar fútbol por mero entrenamiento, lo cual resultó muy bueno y ahora lo quieren como jugador en el club.

Shiho se detuvo cerca de la cancha viendo jugar a Shinichi, quien era excelente en el manejo del balón.

—Deberías hablar con ella de una vez, no sé que te pasa pero... si no le explicas no entenderá. —comentó Kaito tirándose a su lado de forma cansada.

—Es cierto, ya está fastidiada. —continuó Genta indicándole con un gesto a un lado de la cancha.

Shinichi volteó en la dirección que le indicaba encontrando la mirada fría que le enviaba Shiho, podía sentir la sangre helarse ante esa mirada, podía percibir toda la molestia y tristeza que transmitía.

—Yo... si hablo con ella es posible que termine haciendo algo que ella no quiere. —les dije soltando un largo suspiro.

—¿Y como sabes que ella no quiere? —preguntó con una enorme sonrisa Kaito.

—Shiho es impredecible, nunca sabes lo quiere. —le siguió Gente dándole un golpe en la espalda.

Shinichi se levantó dando un suspiro resignado, sus amigos eran más insoportables de lo que creían.

—Espérame en la salida. —susurró Shinichi, sin acercarse mucho a ella.

Claro que con su buena audición logró escucharlo, por lo que dio marcha atrás hasta la salida de la escuela.

—————

Una joven de cabello corto rubio-fresa se encontraba en la salida removiendo su cabello de forma nerviosa.

Toda la seguridad que había tenido hace unos minutos se había esfumado. Ahora se encontraba nerviosa, ¿Qué le iba a decir? ¿Qué se sentía sola sin él? ¿Qué el olor de su chaqueta ya desapareció? —pensó nerviosa jugando con las hebras de su cabello. —Claro que no podía decirle eso, era muy vergonzoso decirle que lo extraña siquiera.

Soltó un largo suspiro dejando en paz su cabello.

—Pensé que era el único que daba esos largos suspiros. —comentó Shinichi saliendo de la escuela.

—¡¡Shinichi!! —lo llamó emocionada acercándose a él.

—¡No te acerques! —exclamó Shinichi fuertemente.

Shiho se exaltó antes de dar un par de pasos atrás. —L-Lo siento. —se disculpó apartando la mirada, volviendo a jugar con su cabello.

—No-No... yo lo siento. —se disculpó apenado al verla nerviosa. —Shiho... debes saber una cosa. —habló rascándose la nuca. —Shiho, pronto habrá luna nueva.

—Lo sé, me convertiré en lobo, eso ya lo sé. —le respondió molesta sin poder mirarlo.

—No es eso Shiho, todavía estás desbordando tu aroma. —le explicó tratando de mantener la calma.

—¿Qué? ¡¿Pero si ya no estoy llamando a nadie?! —habló Shiho dejando su cabello de una vez por toda.

—¡Lo estás haciendo! —gritó alterándose sin darse cuenta. —Lo haces conmigo, no paras de llamarme cuando estoy cerca de ti, sé que lo haces inconsciente por eso te evito, no quiero terminar haciendo algo que no quieras. —volvió a gritar sin querer. —Solamente tengo que soportar el día de hoy, y... y... estaré bien.

—Shinichi... —murmuró en shock, las mejillas de Shinichi empezaban a teñirse abruptamente.

—Sh-Shiho, por favor, para... o aléjate, por favor. —pidió empezando a respirar de forma agitada, ella volvió a incrementar con fuerza su aroma.

Miyano lo miró retorcer, Si es por eso que has estado lejos de mí... yo... a mi no me importa hagas lo que hagas. —pensó, acercándose a él a paso decidida.

—Shi-Shiho, po-por favor... —pidió Shinichi tratando de permanecer racional.

—Shinichi, realmente no me importa sabes. —le dijo con una sonrisa tomándolo de la mano, antes de salir corriendo al bosque.

Esa sería la primera vez que Shiho Miyano era completamente sincera consigo misma.

Cuando la noche del día siguiente llegó, sus amigos estaban reunidos en una de sus casas, preguntándose por la falta de asistencia de esos dos. Poco sabían ellos que Shiho acababa de ser por completo parte de su manada como lobo.

Así fue como la historia de una pareja de lobos que no esperaban conocerse dio comienzo.