One-Shots Detective Conan || CoAi || ShinShi||Pedidos abiertos

12.1

Miniserie, Bebé

Capítulo 1

Shiho

Hola.

Lamento si los decepciono ya que están aquí para leer una grandiosa historia, pero no esperen mucho, por favor.

-Miyano-san, recoge los trabajos y los entregas en la sala de profesores. -me pidió un profesor, antes de irse con el sonido del timbre.

-Sí. -respondí antes de levantarme y empezar con el pedido.

-Oh, como siempre la chica fría. -se burló Sonoko Suzuki, una niña de papi y mami, que lo único que hace es burlarse de los demás y por lo que sé sus notas no son las mejores.

No le respondi y seguí con mi tarea, hasta detenerme en un joven de cabello negro durmiendo pacientemente en su pupitre. La molestia se instaló en mi pecho antes de golpear ligeramente el pupitre escondiendo perfectamente mis emociones.

-Ehh, ¿qué? -despertó el chico desorientado, mirándome con sus ojos azules eléctricos.

-¿Trajiste el trabajo? -pregunté.

Ese chico siempre se quedaba dormido en las clases, extrañamente sus notas no eran tan malas supongo que por eso los profesores lo dejaban tranquilo.

-Ah, sí. -me respondió con un bostezo sacando una carpeta de su bolso, solo la tomé para seguir, mientras ese chico volvía a dormir.

Me presentaré de una vez, soy Shiho Miyano y esta es mi vida, esto es lo que soy, una estudiante aplicada.

Por suerte hoy comienzan las vacaciones de verano. -pensé ignorando olímpicamente las burlas de Sonoko.

Volví a suspirar al oír el anuncio de la salida y los gritos de alegría de todos, incluso de ese vago.

-Por fin. -pensé tomando mis cosas antes de irme.

Llegué a la tienda y compré lo que cocinaría ese día antes de llegar a mi casa.

-Ah, vecinos nuevos. -susurré para mí misma, pasando de largo las cajas de la casa de al lado.

-¡¡Ah!! -escuché antes de entrar a mi casa, me di la vuelta curiosa, solo para encontrar a ese chico.

-No puede ser... -murmuré sintiéndome la persona con peor suerte.

-Eres Shiho Miyano, ¿no? -preguntó ese chico flojo de ojos azules eléctricos.

-Y tú Shinichi Kudo, el chico que siempre duerme en clase. -respondí con sarcasmo.

-He, sí. -rió el chico divertido.

No entiendo qué le pasa.

-¡Waaaa! -se escuchó un fuerte llanto de... ¿bebé?

Corrimos hacia su casa, encontrando en la entrada una canasta semi cubierta, al abrirla se encontraba un bebé llorando.

-¡Ahh! -empezó a entrar en pánico el chico al ver al bebé llorando, mientras que yo rodé los ojos antes de tomar al bebé entre mis brazos y mecerlo, logrando tranquilizarlo.