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Mini serie, Ayer
Capítulo 1

Shiho

-Mgh~ -ahogé un quejido que quería escapar de mis labios al sentir el abandono de los labios ajenos. -E-Espera, es-esto... -murmuré tartamudeando por completo ante sus suaves caricias. -Ah~ -jadeé al sentir su cálida mano subir poco a poco por mi muslo. Al sentir el frío del metal o lo que sea que sea eso contra mi piel, un estremecimiento de desagrado recorrió mi espalda. -¡No! -afirmé apartándolo.

Mis manos temblaban aún cuando sujetaba su chaqueta, no importaba el frío de la noche nevada. Mis pensamientos se llenaron de dolor.

¿Cómo fui capaz de hacer esto?

-Esto. -afirmé mirándolo fijamente a esos malditos encantadores ojos azules. -Está mal.

-¿Por qué? -me preguntó sin más, como si no fuera la gran cosa la que acaba de hacer. -Sé que te gusto. -su afirmación me hizo temblar por completo.

¿Cómo...? ¿Cómo es que...?

-Si recuerdas que soy detective, ¿verdad? -me preguntó divertido prácticamente leyendo mi mente, jamás había podido entender cómo hacía eso. -Además... estuviste mirándome mientras bebías desde la mesa de al lado. -me dijo en burla.

Apreté mis labios para no dejar escapar un suspiro al volver a sentir sus cálidas caricias subir indebidamente.

-También a Miyano se le da bien hacer cosas malas. -murmuró con descaro en mi oído descargando su aliento caliente.

Me estremecí de nuevo por puro placer, sin embargo sus palabras desencadenaron fastidiosos recuerdos que me dieron lucidez para apartarlo de nuevo.

Años atrás

Escuela

-¿La viste? -escuché la voz de una de mis compañeras no muy lejos que me miraban ni siquiera disimular un poco. -Está leyendo otro de sus extraños y difíciles libros. -dijo con disgustada.

Solo suspiré al ver lo poco recatadas que eran, antes de seguir leyendo mi libro de ciencias; sin embargo, los cuchicheos seguían, apreté los dientes con disgusto antes de levantarme de mi lugar.

Caminé a paso rápido apretando el libro contra mí, ¿Cuánto más seguirán siendo tan infantiles?

Mantuve la mente ocupada con mi libro, de nada servía prestar atención a sus palabras, quería ir a un lugar vacío y silencioso, de inmediato pensé en la enfermería sabiendo lo concurrido que se vuelve la biblioteca en semana de exámenes.

Aun sin levantar la mirada entre en la enfermería, pero choqué contra alguien, sentí como me iba hacia atrás pero esa persona me jalo hacia si aunque no soporto ese movimiento y terminamos en el suelo.

La temperatura de su cuerpo era en verdad cálida, aunque me había golpeado fuerte la rodilla y la frente contra el pecho del individuo. Moví mi rodilla adolorida, pero rápidamente una mano me agarró.

-Hey, no subas la rodilla más allá. -exclamó una voz en un tono grueso que me erizo los pelos de la nuca.

-¿Eh-Eh? -pregunté conflictuada mirando hacia arriba para encontrarlo a él.

Mi corazón dio un vuelco al ver al chico debajo de mi, Shinichi Kudo, el estudiante modelo e increíble deportista, el perfecto hombre o al menos eso dicen. Desde mi punto de vista tenía muchos defectos, era un cabezota, un imbécil condescendiente, el orgullo en persona y aun con todo eso... me enamoré de él.

Al tratar de acomodarme volví a intentar mover mi rodilla pero Kudo me volvio a detener.

-Si sigues haciendo eso, creeré que a Miyano le gusta hacer cosas malas. -me dijo mostrando una sonrisa altiva.

Sentí mis mejillas arder ante esas estupidas palabras. -¡¿De qué demonios hablas?! -reproche molesta tratando de levantarme; sin embargo, mi pierna se enredó con la suya y me fui adelante, mi rodilla volvio a chocar contra el suelo y debido al dolor me deje caer.

-Hey, ¿estás bien? -me pregunto preocupado.

Me queje en voz alta sin darme cuenta, al sentir su mano en mi cabello me exalte y trate de levantarme con rapidez pero un fuerte dolor en la rodilla me hizo caer en su estómago, causando que se le escapara el aire.

-Lo-Lo siento, pero no me puedo mover bien. -le respondí apenada, levante la pierna que no me dolia con tal de poner fuerza en esta.

-No te preocupes, la vista es muy buena. -alego alegre mirando algo.

Seguí la línea de su visión, comprobando que veía dentro de mi falda, mis mejillas se incendiaron. Con toda la vergüenza encima puse mi fuerza en ambas rodillas, tuve que apretar los dientes ante tal dolor.

-Miyano... -murmuró preocupado.

Preferí no hacerle caso, asi que me empuje a mi misma hacia atrás pero al chocar contra su pierna, me asuste e intente levantarme de golpe, pero otra vez no pude. Una de mis piernas estuvo a nada de golpear su rostro pero él pudo sostener mi tobillo.

Ambos suspiramos aliviados, pero en mi caso no demoré mucho cuando volvió a mirar debajo de mi falda, pero esta vez podía ver perfectamente desde su posición sin mencionar que atrapó mi pierna en un ángulo de 35°.

-Rojo escarlata de encaje, a Miyano se le da bien hacer cosas malas. -chiflo divertido.

-¡No hagas eso, idiota! -grité golpeando su pierna tras de mí.

-Bien, bien. -me respondió todavía en un tono divertido. -Solo mantente quieta. -susurro antes de sentarse de golpe y acomodarme en su regazo. -Vamos a ver esa rodilla. -exclamó alegre levantándose aun conmigo tomándome desde mis glúteos lo que me causaba demasiada vergüenza.

Fue en ese momento en que note que tenia el brazo vendado. -¡Carajo! Bájame, mi peso te debe molestar. -le dije alterada.

Al ver que veía su brazo me mostro una sonrisa apretandome más contra él, sentía todo mi rostro arder. De esa forma cuido mi rodilla, le aplico crema y me envolvió una venda.

Es un imbécil y un pervertido, aun asi me cuida con una delicadeza que me mueve el corazón y que termine enamorándome una vez más.

-

¿Qué tal? 😏😏

¡Volví!

Esta miniserie es corta pero muy informativa, espero que la disfruten

😉😉

Y denle amor 💘 💕

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