One-Shots Detective Conan || CoAi || ShinShi||Pedidos abiertos

11.3

Miniserie, Soy un idiota

Capítulo 3

Desperté con el sonido fastidioso del despertador, miré la hora antes de volver a tirarme en la cama.

Todavía es temprano. -pensé metiendo la cara en la almohada.

El despertador volvió a despertarme, miré la hora y solo habían pasado dos minutos, además no recordaba haber puesto una alarma.

Extrañado me levanté de una, no creía que podría dormir así.

-¿Dónde estará, Ai? -pensé estirandome.

Empecé a buscar el uniforme y la toalla para ir a bañarme, cuando volvió a sonar el despertador. Aún más extrañado que nunca lo apague por alguna razón estaba sonando cada dos minutos.

Calmado fui al baño y me di un relajante baño. Ayer había dejado de lado mi trabajo de detective y me arrojé a la cama para dormir, por alguna razón me sentía tan cansado.

Una vez listo, volví al cuarto y tomé mi bolso, estaba completamente listo, solo me quedaba desayunar.

Baje despacio al comedor, viendo un plato envuelto en papel de cocina y una nota a su lado.

Calientalo 5 minutos, SOLO 5 MINUTOS
En la nevera hay jugo

Sonreí tontamente al saber que era una nota de Ai, hice exactamente lo que decía la nota, mientras comía empecé a pensar.

¿Por qué no ha venido? ¿Estará ocupada? ¿A qué hora habrá vuelto ayer? ¿Se sentirá bien? ¿Habrá dormido? -empecé a atormentarme con preguntas sin control.

De repente los nervios se operaron de mi, tenía una extraña sensación de que algo no estaba bien, aparte de la extraña conversación que tuve con Ai y mi extraña reacción.

Di un suspiro una vez termine y lleve los platos al lavavajillas y lo lave.

Con el corazón acelerado me apresure y toque la puerta de mi vecino.

-Shinichi, buenos días. -me saludó con una sonrisa, aún cuando había dejado ese nombre, él seguía llamándome así y realmente no me molestaba.

-Buenos días, Profesor. -le devolví el saludo. -¿Haibara está lista? -le pregunté, por alguna razón me sentía ansioso.

Solo quería hablar con ella más calmado de lo que estaba ayer, simplemente sentía que mi cabeza explotaría con esa conversación que tuvimos pero estaba más relajado y había dormido bastante.

Pero la mirada de confusión del Profesor me dejó perplejo.

-¿De qué hablas Shinichi? -me preguntó desconcertado. -Ai-kun, ¿no te dijo que hoy la iban a recoger? -me respondió en forma de pregunta. -Pensé que irían todos. -murmuró confundido.

Trague en seco al oír esas palabras, otra vez la sensación de vacío aparicio en la boca de mi estómago.

-O-Oh, ya, no importa. -murmuré impotente mostrándole una sonrisa a pesar de lo que sentía. -Me voy, adiós. -me despedí de él antes de correr lejos de allí.

Sentía la respiración agitada incluso antes de empezar a correr, los nervios recorrían mi cuerpo, mis ojos picaban, y mi pecho volvía a latir de forma dolorosa.

Ella... ella... seguía estando, ¿no? Ella seguía siendo mi compañera, ¿verdad? -pensé desesperado aguantando las ganas de llorar y romper alguna cosa en el camino.

Al llegar al salón la vi, con una mirada tranquila me saludó.

-Buenos días.

Sonreí al verla sin poder evitarlo.

-Buenos días, Kudo-kun. -me saludó ese joven a su lado, ese mismo joven que empezaba a despreciar de una forma que ni sabía que podía.

-Buenos días. -les respondí entre dientes.

Empeza a ser insoportable este horrible sentimiento. -pensé dejando mi bolso.

Cuando la clase comenzó pude sentirme mejor una vez ese chico salió del salón.

La profesora pidió el libro referencias mientras empezaba a escribir en el tablero.

-Hey, Ai, ¿me prestas el libro? -le pregunté, había olvidado guardar el mío.

Ella me miró de reojo, con esa tranquila mirada que empezaba a darme escalofríos.

Ella no es así. -pensé disgustado.

Me extendió tranquilamente el libro de referencia, yo solo la miré impactado al verla tan dócil.

-P-Podríamos compartirlo, lo necesitarás, ¿no? -comenté con un leve nerviosismo.

-No te preocupes. -me dijo dejando el libro sobre mi pupitre antes de empezar a escribir lo que estaba en el tablero.

¡¡Ella no es así!!

Simplemente está mal.

¡¿Dónde está su mal carácter?!

¿Dónde están sus burlas?

¡¿Sus sonrisas de diversión?!

¡¿O sus inesperadas sonrisas dulces?!

¡¿Dónde está...?!

¡¿Dónde está Ai Haibara?!

Mi mente era un completo caos, mis manos temblaban sin parar, mis latidos descontrolados que empezaba sentir en mi cabeza, las punzadas fuertes, el hueco en mi estómago, la desesperación, la agonía y ansiedad recorrían mi cuerpo mientras yo trataba de ahogarlas aferrándome a la tele mi pantalón.