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11.6

Miniserie, Soy un idiota

Capítulo 6

Conan

—Lo siento. —me disculpé al ver su expresión de dolor, sabía que había sufrido… porque esa tonta seguro se echó las culpas.

—¡¡Por qué te disculpas!! ¡¡La culpa fue…!! —corte sus palabras llevando mi mano a su boca.

—No, no tienes la culpa de nada, mi decisión fue salvarte y siempre ha sido así, porque quiero verte bien y sonreír felizmente. —afirme conectando mi mirada con la suya.

Un escalofrío bajó por mi columna al ver su mirada transformarse en furia, me alejé instintivamente de ella.

—¡¡Idiota!! —fue lo primero que me gritó al quitar mi mano. —Eres un verdadero idiota, no quiero pasar por el mismo miedo de cuando enfrentabas a la Organización, ¡¿como crees que me sentía al ver que regresabas con moretones y golpes?! ¡¿Cómo crees que me sentí cuando…?! —gritó fuertemente reclamándome todo lo que no había podido en todo este tiempo . —Pasó el camión… verte sangrar en la acera fue… sin duda la peor experiencia de mi vida, así que por favor, no vuelvas a hacer esto… no quiero perderte a ti también. —comentó con dolor lágrimas bajando por sus mejillas aferrándose a mi camisa.

—Shin-chan, ¿qué no te he criado bien? —escuché la voz de mi madre. —No debes hacer llorar a las chicas, en especial si es tu enamorada. —me volvió a decir guiñandome un ojo, aunque su mirada transmitía alivio y dulzura.

—Déjalo cariño, debe arreglar este tema como un hombre. —le siguió su padre, este definitivamente se burlaba de él, aunque mantuviera una mirada de orgullo.

Mis padres en verdad están locos. —pensé soltando un suspiró al ver al doctor y la enfermera acercándose a ellos.

—Ai. —la llamé dulcemente tomando su barbilla para que me viera directo a los ojos. —No te puedo prometer no volver a hacerlo, porque si estás en peligro, incluso si tengo que ir hasta el fin del mundo lo haré, solo para verte bien, pero te prometo que pase lo que pase siempre estaré para ti, ¿por qué somos compañeros, o no? —pregunté con una sonrisa surcando en mi rostro.

—Shin-chan, ¿cómo puedes ser tan denso? —me preguntó mi madre, la miré sin entender nada, a su lado mi padre movía su cabeza de un lado a otro, negando resignado.

¿A qué se debe esto? —pensé extrañado.

Al sentir la cálida mano de Ai, la miré. Con su mirada de dulzura sentía un flechazo atravesar mi pecho.

—Si me prometes que siempre volverás a mi, no me importa. —me dijo decida inclinándose hacia a mi.

En mi cabeza empezaba a recitar los números que me sabía de memoria de "pi". ¡¡¿¿Por favor que clase de chico se puede quedar calmado ante la imagen tan tierna y sexy??!!

—Hey. —me regañó fruncido el ceño. ¡¿Como demonios estando incluso enojada logra verse aún mejor?! —pensé repasando los números primos.

—Yo… te prometo algo mejor. —dije empezando a tranquilizarme aunque no dejaba de contar.

—¿Que? —me preguntó extrañada haciendo un lindo puchero, por haberla ignorado unos segundos mientras hablábamos.