The Boyz One Shots

Sangyeon

—¡______, estoy aquí!.

Sangyeon esperó una respuesta, pero no escuchó ni siquiera un sonido en la casa. Cerró la puerta detrás de él, y se quitó los zapatos para entrar. Había recibido un vago mensaje tuyo esta mañana temprano, diciendo que necesitabas ayuda, pero no entraba en detalles. Se acercó en un instante, sin siquiera preguntarse a qué se refería. Simplemente sabía que estabas en problemas y que él era la persona en la que confiabas para que te ayudara.

Se asomó al salón, a la cocina, al patio trasero, a la biblioteca, a cualquier lugar en el que supiera que estarías. Sin embargo, no encontró nada. Entonces, probó en el piso superior. Subió las escaleras, y fue entonces cuando lo oyó. Dos gritos de lamento provenían de tu habitación, lo que hizo que sus ojos se abrieran de par en par y corrió hacia ella.

—¡__________! —Exclamó, empujando tu puerta. Buscó en la habitación hasta que te vio sentada en el suelo con un bebé llorando en tus manos, tú también con lágrimas en la cara. Se agachó frente a ti y te revisó— ¿Qué pasa?.

—¡Estoy muy cansada! —Te lamentaste.

—Ya está, ya está —Sonrió suavemente y te acarició la cabeza hasta que te sentiste mejor. Todavía estaba el tema de un bebé que no había conocido antes, haciendo bola con los ojos.

Te diste cuenta de que no dejaba de mirarla y te reíste después de sacarte todos los mocos de encima. Te aclaraste la garganta, y luego hablaste en voz alta, para que él pudiera escuchar por encima del llanto.

—¿SANGYEON?.

—¿SI? —Exclamó, tan fuerte como tú.

—¡ESTA ES MI PRIMA, YOONA, A LA QUE ESTOY CUIDANDO EL FIN DE SEMANA!.

—ES LIND, PERO ¿POR QUÉ LLORA TANTO? ¿QUÉ HA PASADO?.

—¡NO LO SÉ! ESTOY TAN CANSADA QUE NO PUEDO COMPRENDER NADA. ¿ES ASÍ COMO SE SIENTE LA PATERNIDAD? —Dejaste escapar una risa histérica. Sangyeon se rió y negó con la cabeza— NO SÉ CUÁNTO TIEMPO PODRÉ SOBREVIVIR A ESTO, SANGYEON.

—OK, ESPERA. MANO A MANO.

—¿QUÉ? ¿QUÉ HAS DICHO?.

Se rió, y agitó la mano.

—DEJEMOS DE GRITAR. CREO QUE ESTAMOS HACIENDO QUE YOONA SE ESTRESE MÁS.

Asentiste, y dejaste que tu garganta descansara ya que necesitabas todo el descanso posible. Ahora, sabías cómo se debían sentir tu tía, y tu tío al tener un bebé.

—Aquí, déjame cargarla.

—¿Estás seguro?.

—Necesitas dormir, así que no me importa hacer de niñero unas horas. Quiero decir que ya lo hago en los dormitorios. No es muy diferente de lo que hago allí.

Te mordiste el labio, dudando porque sabías que Yoona no se llevaba bien con los desconocidos. Diablos, incluso le costó un mes de visitas acostumbrarse a ti.

—______, déjame hacer esto por ti.

—Bien.

Acercaste lentamente a Yoona a Sangyeon, sin tocarla todavía. Como era de esperar, su llanto se hizo aún más fuerte y él tuvo que taparse los oídos. Suspiraste y le limpiaste los mocos con una toalla, y luego la hiciste rebotar en tu rodilla. Aún así, ella lloraba a mares.

—Creo que me quedaré despierta. No pasa nada. Sólo quédate conmigo, para que no me desmaye accidentalmente en un lugar aleatorio o peligroso.