Kevin 💋

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Te retuerces, dejando escapar una respiración temblorosa mientras Kevin te salpica de besos el interior de los muslos, las manos acarician suavemente tu piel.

- ¿Estás nerviosa? -Su voz baja, juras que podías sentirlo en tus huesos.

-Sí -Tu susurro sonaba más como un gemido, no querías bajar la mirada, conocías demasiado bien esos ojos marrones para saber cómo te miraba con tanto cariño.

Kevin Moon siempre llevaba esos ojos mágicos, llenos de inocencia, amor y curiosidad, como un niño. Miraba fijamente a la gente con tanto cariño, que nunca deja de hacerte sentir única, sentirte especial. No ayudaba que fuera tan bueno hablado, tenía una forma de hablar que hacía que tu corazón se agitara, no pensaste eso al principio cuando era demasiado tímido para mantener una conversación profunda, su risa torpe y sus acciones extrañas no le ayudaban, pero sus ojos, no podías decir que no a esos hermosos ojos. Tal vez por eso te enamoraste de él, te enamoraste de su voz y de la forma en que hablaba con entusiasmo de las cosas que amaba. No podías negar que tenía un alma tan hermosa, un aura tan bella.

Finalmente abriste los ojos, mirando hacia abajo. Tenía estrellas en los ojos mientras te miraba fijamente, dándote esa sonrisa traviesa.

-No hay necesidad de estarlo -Volvió a besar tu interior con fuerza, sus manos subieron hasta tus caderas, tratando de llevarte un poco más arriba, un poco más cerca de sus labios- Sólo soy yo.

-Lo sé, es que, es tan raro, no quiero sentirme ansiosa pero no puedo dejar de pensar en mi peso aplastándote.

-¿Y morir entre tus piernas? Nena, eso es el cielo -Bromeó, sus dedos se dirigieron a la cintura de tus bragas, jugando con ella antes de empezar a bajarla- Puedo quitártela, ¿verdad? No pienses demasiado. Puedo dejarte las bragas puestas entonces ¿Te gustaría?.

Asentiste brevemente, su mano palmeó tu muslo para que te movieras, las caderas rondaban su cara y tus piernas temblaban. El chico se limitó a mirarte y a sonreír antes de que sus dedos te tocaran a través de las bragas, moviendo un solo dedo hacia arriba y hacia abajo suavemente, presionando cuando sintió lo caliente y húmeda que estabas.

-¿Es por mí? -Susurró Kevin, jugando con tu intimidad, su corazón se agitó cuando gemiste.

-Por favor, Kev -Cerraste los ojos, apretando los puños, con las uñas clavadas en las palmas de las manos cuando te apartó las bragas, y su otra mano te bajó hasta que pudiste sentir su aliento caliente abanicándose sobre tu clítoris.

-¿Te meto un dedo primero? -Se burló, con dos dedos abriendo tu coño, su lengua lamiendo tu clítoris de forma experimental, haciéndolo de nuevo cuando gritaste- ¿Te gusta?

-Si.

Su lengua lamió de arriba a abajo, chasqueando tu clítoris antes de envolver sus labios alrededor del pequeño capullo y chupar suavemente, la punta de su lengua dando vueltas alrededor de el, introduciendo lentamente un dedo en tu coño, gimiendo contra ti al sentir lo mojada que te tenía.

Gimoteaste cuando introdujo otro dedo dentro de ti, enroscándolo, tratando de encontrar tu punto dulce, tus caderas moviéndose lentamente mientras él lo hacía, una de tus manos jugando con tus tetas mientras la otra agarraba su pelo desordenado.

-Eres muy bueno, ya casi -No sonabas como tú misma, las palabras se arrastraban demasiado.

El chico se apartó de tu clítoris, sus ojos seguían mirándote, los dedos seguían follando dentro de ti. Su mano libre se dirigió a tu teta, dándole un fuerte apretón, pudiste sentir su sonrisa allí abajo cuando gritaste.

-Pero apenas he empezado -Besó tu clítoris, tu agarre se hizo más fuerte, se apartó de nuevo, haciendo un mohín- No tires tan fuerte.

-Lo siento -Volviste a gemir cuando te pellizcó el pezón, acariciando el capullo, los dedos jugueteando con el mientras pasaba su lengua más rápido, los nudillos de los dedos en lo más profundo de tu coño, jadeaste- Kevin, creo que me voy a correr.

Él asintió, chupando con fuerza tu clítoris mientras gemías repetidamente su nombre, tu cuerpo temblando mientras te corrías sobre él, sus dedos frenando cuando intentabas apartarte, con la cara contorsionada por el dolor. Se apartó, con su boca salpicando de besos tus muslos antes de que te movieras, con el cuerpo cansado tumbado a su lado.

Kevin te miró expectante, con sus ojos brillantes clavados en los tuyos.

-¿Cómo ha sido?.

-Bien -Sonreíste, sacando tus jugos de su cara con tu camisa desechada.

-¿Sólo bien? -Rió él, picoteando tus labios- ¿Puedes volver a hacerlo si te lo pido amablemente?.

-¿Lo dices porque estás duro?.

reflexionó.

-No. Quiero decir, tal vez.

-¿Quieres que me encargue de ello? -Intentaste sonar casual, pero tu tartamudeo te delató.

Kevin te dedicó la mayor sonrisa, los ojos se convirtieron en lunas crecientes mientras te abrazaba.

-En realidad no, te prometí ir despacio, así que así será. Puedo ocuparme de ello más tarde -Te golpeó la barbilla con la punta de los dedos- Quedémonos así un rato, luego te limpiaré ¿Si?.

Lo miraste fijamente, una sonrisa se dibujó en tu rostro al ver que sus ojos se cerraban, tu forma desnuda se acercaba a su abrazo.

-De acuerdo.

-De acuerdo

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The Boyz One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora