Juyeon

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La alamar sonó, debo levantarme. Si. Lo se sin embargo mi cuerpo se siente más pesado de lo normal, temblaba del frío y mi nariz estaba tapada, quiero ir al colegio pero no creo que sea posible. La puerta de mi habitación se abrió y mi hermana entró con una sonrisa, que se borro al verme aún en la cama.

—¿¡Por qué no te has levantado!? ¡Se nos hará tarde! —La luz del pasillo me molesto, me escondí bajo las sabanas pero mi hermana tiro de ellas, me queje, sin dejar de temblar— ¿Qué esperas? Levántate.

—No me siento bien —La pelinegra se sentó en la cama, con su mano tocó mi frente y soltó un grito.

—¡Estas hirviendo! ¡No puedes ir así! -Grito preocupada, la golpee con una almohada para que dejara de gritar— Voy a buscar a mamá.

Siguió gritando, llamando a mamá para que viniera a mi habitación y poco después entraron lo tres, mi madre se acercó para comprobar si era cierto o no la información que le dio mi hermana.

—Robert, tiene mucha fiebre, tendrá que quedarse aquí hoy —Mi padre me dio una leve sonrisa, con un intento de tranquilizarme por todo el drama que estaban haciendo mi madre y mi hermana— Debo ir a trabajar pero si necesitas cualquier cosa o te sientes peor, me llamas y vengo enseguida.

—Yo llamaré a la escuela para avisar y trataré de llegar temprano para cuidarte, tu hermana va a cuidarte después que salga de la escuela —Mi padre sonrió, no dije nada y mi hermana tampoco, ambas sabíamos que ella tenía planes y que no iba a cancelar por mi. "Es una simple gripe" diría.

Mi hermana me ama, a su manera pero lo hace. No iba a delatarla, nunca lo he hecho y tampoco lo haría además es una simple gripe, no voy a morir.

—Váyanse o se les hará tarde —Mis padres salieron y ella se quedó, después de asegurarse que nuestros padres se fueron, hablo.

—¡Eres la mejor hermana de todas!.

—Siempre dices eso cuando te conviene —Rodé los ojos al escuchar su risa nerviosa.

—Si estuvieras muriendo, ten por seguro que me quedaría aquí —No quise hacer un comentario sarcástico porque simplemente no estoy de humor.

—Vete, tienes clases —Ella se fue, quedé sola en la casa, pensé en hacer tareas pero rápidamente descarte esa idea. Sentí que el día paso lento  y estuvo aburrido,  todos mis amigos estaban en el colegio y tuve que buscar algo distraerme pero entre el malestar y sin nada interesante, no pude. Mi celular sonó, gruñí intentando buscarlo, se que lo deje en mi cama, bajo las almohadas no estaba por eso alce la sábanas para buscar debajo de ella apreté los ojos al escuchar un fuerte sonido y ahí fue cuando me di cuenta que el celular terminó en el piso, lo agarre y volví a mi cama, gracias al cielo que sigue vivo después de tantos golpes que ha recibido.

Llamada

—¡______! ¡Linda! ¿Cómo sigues? —Me queje gracias al grito de mi mejor amiga, algo tuvo que pasar para que este tan feliz y gritando más de lo normal.

—¿Por qué tienes que gritar? Uno de estos días me voy a quedar sorda por tu culpa.

—¡Vamos a tener un compañero nuevo! —No entendí porque tanta emoción, es otro chico más—¿Por qué actúas como si no importara?

—Es otro compañero nuevo ¿Por qué debería emocionarme? ¿Acaso tiene algo especial? ¿Es Shawn Mendes? Si no es Shawn, no me importa.

—¡Es Guapísimo! Bueno, no se quien es, hay dos chicos nuevos pero uno es dos años menor pero los dos son muy guapos —Reí por sus palabras, Soyeon tiene unos gustos horribles. Lo que ella llama guapísimo, yo llamo horrible.

The Boyz One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora