Hyunjae 💋

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Hyunjae volvio a morderte el pezón, tirando del capullo entre sus dientes antes de soltarlo, rozando el capullo con la punta de la lengua, una mano te ayuda a arquear un poco más la espalda, sus labios te marcan ansiosamente, hambrientos de ti, queriendo más, más y más.

Sentías que no podías más, pero el chico era imparable. Te folló en su coche, en el sofá cuando llegaste a casa, en la ducha horas más tarde, presionando su erección contra tu culo después de cenar, manoseando tus senos por detrás antes de inclinarte sobre la mesa, comiéndote y metiéndote los dedos hasta que lloraste por la sobreestimulación.

Eso era culpa tuya, tenías que admitirlo. No es que lo odiaras, pero cada vez te follaba su semen en lo más profundo de tu ser, preguntando si era tan malo tener su bebé. Te preguntó una vez cuando estaba enterrado dentro de ti, amando cuando te apretaste alrededor de su polla ante sus palabras aunque dijiste que no. Hyunjae te había follado todos los días desde entonces, hoy no era diferente, teniéndolo entre tus muslos a primera hora de la mañana.

—Me gustan tanto tus tetas —Murmuró Hyunjae contra tu piel, sus dedos pellizcando tu otro pezón, la polla dura goteando pre-semen, la punta tocando el interior de tus muslos, las caderas moviéndose para poder conseguir algo de fricción, gimiendo cuando te mueves contra él, sintiendo lo mojada que estás— Piensa en lo grande que van a ser cuando te deje embarazada, joder.

Gemiste cuando volvió a chupar tus pezones hinchados, colocando su polla para poder follar profundamente dentro de ti una vez más, un aliento tembloroso saliendo de sus labios una vez enterrado dentro de ti.

—Joder, me duele tanto —Gritaste, con tu mano derecha tirando de su pelo para que se apartara de tus tetas.

—¿Quieres que pare? ¿Es demasiado? ¿Estoy siendo brusco?.

—No —Susurraste, rodeando su cintura con las piernas para que pudiera profundizar— Pero no lo hagas tan fuerte, por favor.

—Lo siento, amor, no pude resistirlo —Esta vez te besó el cuello, con la piel aún cubierta por los chupetones de ayer— Te vas a ver tan bien cargando a mis bebés.

Maldijiste en voz baja cuando sus caderas aumentaron el ritmo, la sonrisa burlona de su cara te hizo sentir mareada, el cuerpo se agitó bajo el suyo, gemiste su nombre y él ladeó la cabeza.

—¿Qué es esto? ¿Mi bebé quiere correrse? —Besó tus labios, murmurando las palabras contra tus labios, asentiste, sintiendo sus dedos rozando tu palpitante clítoris, persiguiendo sus labios de nuevo cuando sentiste que casi estabas allí— Entonces córrete para mí, cariño.

Repetiste su nombre como un mantra cuando lo hiciste, tu coño apretado lo acercó a su propio orgasmo, sus gemidos fueron amortiguados en el beso.

—Voy a llenarte el coño de nuevo, más vale que lo aguantes —Casi gruñe cuando se aparta para recuperar el aliento, con las manos manteniendo tus piernas abiertas para él, riéndose entre dientes de tu estado.

Su ritmo se debilitó cuando gemiste más fuerte, tus caderas intentaron igualar sus empujones y eso fue suficiente para que se corriera, con palabras entrecortadas saliendo de sus labios mientras cubría tus paredes, corriéndose más fuerte que las otras veces.

—Joder, joder —Te miró con los ojos entrecerrados, los labios presionando contra los tuyos una vez más, la mano rozando tu barriga.

El cansancio se apoderaba de los dos, la respiración agitada, los párpados pesados y los cuerpos flácidos lo hacían evidente. Hiciste un gesto de dolor cuando se movió, intentando acurrucarse mientras seguía enterrado dentro de ti.

Sus labios volvieron a tocar los tuyos, esta vez en un suave beso.

—Te limpiaré más tarde ¿Si? Puedes dormir si quieres.

—Lo siento si te estoy haciendo sentir presionada, es sólo que realmente quiero tener un bebé contigo, te he amado durante el tiempo suficiente como para saber que eres la única que querré y he pensado en ello durante Dios sabe cuánto tiempo —Hizo una pausa— Realmente quiero ser padre algún día, pero si no te apetece entonces no pasa nada, no puedo obligarte a nada, también es tu elección ya que es tu cuerpo.

—Eres tan dramático —Sonreíste ante sus palabras, con los ojos aún cerrados, él se acercó, con la nariz enterrada en tu cuello, el cuerpo se relajó ante las últimas palabras que susurraste antes de quedarte dormida— Me agrada la idea.

The Boyz One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora