-Así que esa es la razón por la que estabas tan ansiosa por llegar a casa -Sangyeon tarareó, sonriendo para sí mismo cuando echaste la cabeza hacia atrás. Jadeando cuando sentiste sus labios de nuevo en tu cuello. Grandes palmas en tu trasero, guiándote mientras flexionaba su muslo- Veo que mi bebé está necesitada.
Sonriendo contra tu piel antes de dejar que sus dientes rozaran el lugar. Un gemido bajo brotó de tu garganta mientras tus caderas se movían sobre él, la fricción aún no era suficiente para satisfacerte. Sangyeon se burló, y sus manos apretaron tu trasero con fuerza como advertencia.
-Pórtate bien.
Querías burlarte.
Estaba durísimo, podías sentir cómo su polla se movía contra tu rodilla cada vez que un gemido salía de tus labios.
-No puedo correrme así.
Tus uñas se clavaron en su firme pecho, los labios querían tragarse el ruido que salía de su boca. En lugar de hacerlo, chillaste cuando te dio una fuerte y dura bofetada en el culo, masajeando la carne con la mano segundos después antes de repetir sus acciones, lamiéndose los labios como si estuviera dispuesto a devorarte.
-Entonces ¿Por qué me tocaste por debajo de la mesa y me susurraste al oído que tenía tan buena pinta, que no podías esperar a llegar a casa? Siempre hablas mucho, nena -Se acercó hasta que sus labios tocaron tu oreja, los dientes mordisqueando el lóbulo- Pero nunca puedes soportarlo, joder.
Te empujó de su regazo, haciendo que te pusieras de pie ante él y abriendo aún más sus piernas mientras gemías su nombre, ya extrañando entre tus muslos, su muslo izquierdo mojado.
-Cállate -siseó Sangyeon, bajando con las manos la cremallera de sus vaqueros antes de deslizarla por sus piernas. Haciendo lo mismo con su ropa interior antes de apartarla con una patada. La dura polla golpeaba contra sus abdominales, con el pre-semen que goteaba de su miembro. El hombre le dirigió una mirada severa- ¿Qué esperas? Mi polla no se chupará sola.
Asentiste, arrodillándote entre sus piernas tan rápido que casi le da un latigazo. Mordisqueando tus labios a la expectativa, la visión que tenías ante ti te hacía apretar alrededor de la nada.
Tu único deseo en ese momento era tenerlo enterrado dentro de ti.
La mano de Sangyeon tocó tu cara suavemente, los dedos acariciando tu mejilla antes de llevar tu cara hacia arriba. Acercándose a ti hasta que sus labios pudieron tocarse. El beso te hizo sentir diez veces más caliente. Era como si te respirara, besándote más fuerte hasta que te quedabas sin aliento.
Me encantan tus labios.
Su voz era suave mientras su pulgar se frotaba contra tu labio inferior, los ojos siguiendo cada movimiento. Sangyeon se apartó, recostándose con los ojos chorreando lujuria y las piernas abiertas. Con un aspecto tan jodidamente bueno.
-Podrías haberte corrido en todo mi muslo, te haría correr una y otra vez porque me moría por sobreestimular este lindo coño pero no pudiste soportarlo. Prefieres tener mi polla en tu garganta.
Tu lengua se arremolinó alrededor de su punta antes de cerrar tus labios alrededor de ella. Chupando suavemente. Sangyeon dejó escapar otro siseo, las caderas se movieron involuntariamente, tu mano acarició su longitud arriba y abajo, a un ritmo demasiado lento para su gusto. Una mano se coló en tu pelo, empujándote hacia abajo hasta que tu boca sustituyó a tu mano, un gemido saliendo de sus labios mientras te amordazabas a su alrededor, usando tu pelo para moverte hacia arriba y abajo de su longitud, mirándote con los ojos semiparalizados, haciendo tsking mientras sus caderas follaban en tu boca.
Apretó tu cara con más fuerza, manteniéndote allí mientras volvías a atragantarte con su polla, las caderas entrando y saliendo lentamente, apartándose cuando sintió tus uñas clavándose en sus muslos, dejándote respirar un segundo, tu mano acariciando perezosamente su polla, el pulgar rodeando su sensible punta. Parecía tan apetecible que no pudiste evitar darle un beso, haciéndole soltar una risita.
-Joder.
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