The Boyz One Shots

Juyeon

—¿Entonces en donde creen qué estás? —Pregunto Juyeon caminando junto a ti en el bosque.

—Creen que estoy en la biblioteca con mi tutor —Te miro con una ceja alzada y te encogiste de hombros— No me dejarían salir, debo escaparme y por suerte tengo ayuda.

—Eres tan tierna, te escapas para verme —Dijo apretando tus mejillas, lo apartaste con mala cara.

—No eres tan importante además tu también lo haces —Lo señalaste con el dedo, rodo los ojos con una sonrisa.

—Hace un par de años podíamos vernos todo el tiempo y ahora debemos escondernos —Dijo desanimado, se sento al pie de un árbol e imitaste su acción. Durante unos segundos hubo silencio, el cual rompiste.

—¿Qué hicimos? ¿Por qué nos separaron? —Hablaste al borde de las lagrimas, él al darse cuenta de eso te abrazo.

—No hicimos nada mal —Susurro acariciando tu espalda— Te diré dos cosas. Uno: Deja de llorar o en el castillo pensaran que algo malo sucedió y dos: Voy a descubrir porque paso esto.

—No te metas en problemas Lee Juyeon.

—¿Yo? ¿Cuándo lo he hecho? Voy a tener mucho cuidado —Guiño un ojo pero no te convenció— Ya hemos tardado mucho, debemos volver.

—¿Sabes? En varias ocasiones he pensado en escapar juntos, alejarnos de toda esta mierda ­—Dijiste cabizbaja —Juyeon rio interrumpiéndote— ¿Qué?.

—¿Desde cuándo dices malas palabras?¿Me perdí de algo? Tu madre te mataría si te escucha hablando de esa forma —Dijo riendo a carcajadas, le diste un leve golpe con el codo­— Y también agresiva.

—¡Cállate ya! —Le dijiste divertida, su expresión cambio, muy pocas veces lo viste tan serio.

—Yo he pensado lo mismo, irnos lejos, ocultarnos de nuestra familia. Dejar de ser princesa y príncipe —Lo abrazaste por unos segundos, dejo un beso en tu cabeza— Es hora de irnos, nos vemos mañana a la misma hora.

—Hasta mañana.

—Tardaste —Dijo la señora Jung, viendo alrededor para ver si era seguro pasar —Le sonreíste en disculpa, corrieron lo más rápido posible para llegar a tu habitación sin ser vista. Al estar dentro rieron por el recorrido— ¿Cómo esta el joven Juyeon?.

—Cansado de la misma situación, dijo que descubriría porque no dejan que nos veamos.

—¿Por qué no entienden que pueden meterse en problemas? —Dijo la señora con cansancio.

—¿De verdad no sabes? —Preguntaste rogándole con la mirada, ella negó con la cabeza.

—No, nunca me lo dijeron porque saben que soy capaz de contarle —La señora se sento junto a ti en tu cama— Pero tengo una teoría.

—Me gusta cuando hablamos de teorías de cualquier tema.

—No creo que esta le guste —Dijo con una mirada triste, sentiste miedo por un momento.

—Ya te dije que dejes las formalidades conmigo —Entrecerraste los ojos y ella rio— Ahora tengo miedo pero quiero saberlo.

—Muchos son emparejados a los dieciocho años, algunas mucho antes y ustedes dos tienen veintiún años, quizás es el turno de ustedes. Tal vez los separaron para que otros reyes no crean que son pareja —Dijo con lastima, tu corazón se acelero. No estabas preparada para un matrimonio y menos con un desconocido. Si, en esos tiempos es normal pero no estás preparada y sabias que Juyeon tampoco.

Sabias que en algún momento pasaría algo así pero jamás te gusto pensar en eso, ese tema estaba casi olvidado.

—Eso es estúpido —Dijiste en un susurro, con la molestia corriendo por tus venas.