—Aún estoy nerviosa, siempre están cerca de mi —Le dijiste a uno de tus amigos, volteando disimuladamente hacía el grupo de fans.
Estabas en el aeropuerto esperando la llegada de los chicos, no tenías que ocultarte ya que hace un par de meses hicieron pública su relación.
—Tranquila, no va a pasar nada —Suspiraste haciendo una mueca, no estabas del todo segura con eso pero tratabas de no darle tanta importancia.
—¡___________! —Escuchaste como gritaban tu nombre, al voltear sonreiste al ver a Juyeon, quien ahora tenía el cabello negro. Comenzó a correr hacia ti y segundos después hiciste lo mismo, te tomo entre sus brazos formando un abrazo.
—Estoy tan feliz de que estés aquí, te extrañe mucho —Lo abrazaste más fuerte, escuchando su risa.
—También te extrañe, gracias por venir a buscarme —Se alejo para ver tu rostro con una sonrisa.
—Te tengo una sorpresa —Le dijiste emocionada. Él te miró con curiosidad— No te lo diré, Ju.
—De todas formas, me gustan tus sorpresas —Comenzaron a caminar, su brazo en tu hombro y su otra mano en la maleta. Encontraron a los chicos en el estacionamiento con expresión cansada.
—¡Chicos! ¡Hola! —Les dijiste, todos voltearon a verte y algunos corrieron hacia ti, fingiendo llorar y otros con sonrisas.
—¡Te extrañamos mucho! ¡Nunca nos llamabas! —Se quejo Eric, lo miraste con los ojos entrecerrados.
—Eric, los llamaba todos los días —Su expresión de inocencia no te engaño pero te hizo reír.
—¿Se irán a su departamento? —Pregunto Sangyeon estirandose, Juyeon asintió.
—Es momento de ir a casa después de tanto tiempo —Dijo el pelinegro con una sonrisa, se despidieron de los chicos y caminaron a tu auto— Yo conduzco.
—No, estas muy cansado —Te dio un beso en la mejilla como distracción para quitarte las llaves— ¡Juyeon!.
—Cariño, debes consentirme cada segundo de las siguientes cuarenta y ocho horas, esto es lo primero —Dijo con una dulce sonrisa— Y esto es solo el comienzo.
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