-¿Te has vuelto loca? ¿Qué te hace pensar que lo haré? -Eric caminaba por su habitación, recogiendo las cosas que no estaban en su lugar, te posicionaste frente a él evitando que continuara.
-¿Por favor? -Pusiste un puchero, rodo los ojos cruzándose de brazos- Se que en el fondo la idea te gusta.
-Está bien -Suspiro volviendo a ordenar su habitación- Te diré una cosa. Harás lo que yo diga y cuando lo diga. Tendrás que soportar todo lo que te haré.
-Trato -Te tiraste en su cama con una sonrisa.
-Si nos descubren, te arrepentirás.
-Ya quita esa cara -Le lanzaste una almohada a Eric quien te dio una mala mirada. Después de varios días llevarían a cabo su plan pero la cara del chico estaba seria- Eric no te estoy obligando a nada, si quieres puedes irte. Más adelante no quiero que te quejes.
-No es como si fueras a follar con alguien más -Te diste la vuelta buscando ropa cómoda, sin darle una respuesta al castaño, frunció al entender tu respuesta silenciosa y se levanto enseguida- ¿Dónde está el vibrador?.
-Déjalo así, ya no quiero que lo hagas -Una parte de ti decía la verdad pero la otra estaba feliz por lograr obtener lo que querías de él.
-____________, ya hablamos de esto. Debes obedecerme o entonces obtendrás un castigo -La respiración de Eric chocaba contra tu mejilla, tragaste duro poniéndote nerviosa. Asentiste repetidas veces, tu respiración se detuvo un momento, al sentir como Eric recorría tu cuerpo con sus manos- ¿En donde está?.
-En la segunda gaveta del closet -Susurraste siguiendo con la vista cada uno de sus movimientos, te ordeno ir a la cama y acostarte, no tardaste en seguir sus órdenes y cuando lo hiciste movió tus bragas a un lado llevando su boca directamente a tu intimidad, casi gritaste por el repentino contacto- Oh, Eric.
-Callate -Llevaste tus manos a tus labios, intentando silenciarte, llevaste una de tus manos al cabello de Eric cuando te acercabas al orgasmo sin embargo se alejo, haciéndote jadear y darle una mala mirada- Olvide lo divertido que es jugar contigo.
-No es gr... -Te callaste cuando inserto el pequeño aparato en tu interior, cerraste los ojos y sabías que tenía una sonrisa.
-Termina de vestirte -Respiraste hondo y fuiste al baño, buscando las cosas para maquillarte, ese día decidiste hacerte un delineado, rogando porque te saliera bien pero cuando acercaste el delineador a tu ojo, sentiste una vibración dentro de ti y viste tu ojo con una gruesa línea.
-¡Eric! -Le gritaste al pelirrojo, lo viste reír a carcajadas y rodaste los ojos.
-Será un día muy divertido.
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