Eric estaba a nada de entrar en un ataque de pánico ¿La razón? Fuiste secuestrada por el grupo enemigo, fueron días llenos de angustia y desesperación sin saber nada de ti y cuando por fin tuvo noticias se le prohibió participar u opinar, ya que según Sangyeon, no pensaba con claridad, por esta razón era un espectador.
—Calmate, pronto sabremos algo de ellos —Le decía New viéndolo caminar de un lado a otro.
—Eso dijiste hace dos horas y seguimos sin saber nada —Dijo el rubio enojado. La misión pudo salir bien o realmente mal, el miedo lo estaba matando, aún no entendía cómo te secuestraron porque él se encargó de llenarte de seguridad. La puerta principal fue abierta haciendo que Eric corriera en esa dirección con el corazón más acelerado que nunca, los chicos al verlo suspiraron moviéndose para darte espacio, el ceño de Eric se frunció al ver tu forma de caminar y como Jacob te ayudaba.
—Eric —Al escuchar tu voz después de días su cuerpo tembló e inevitablemente derramó lágrimas, cayendo él de rodillas al suelo, pronto sintió un par de cálidos brazos rodearlo y supo que eras tú.
—Lo siento tanto —Susurro entre sollozos, depositaste un beso en si cabeza tratando de calmarlo.
—No fue tu culpa, cariño —Se tomo un tiempo para observarte, físicamente solo te veías cansada y se notaba que habías llorado— Estoy bien.
—¿Y nuestro bebé? —Pregunto con voz temblorosa, negaste con la cabeza rompiendo en llanto.
—Lo mataron, esos desgraciados mataron a nuestro hijo —Al escuchar esas palabras su mundo se detuvo, le faltaba la respiración ¿Cómo fueron capaces de algo así? Claramente no se quedaría de brazos cruzados— Cuando desperté estaba sola en una habitación, grite pidiendo ayuda porque estaba sangrando, un hombre entro y tenía a nuestro hijo en sus brazos, ya estaba muerto. Era hermoso, ni siquiera pude tocarlo, el hombre no me lo permitió.
—Esto no se va a quedar así —Dijo Eric lleno de irá, lo apretaste contra ti.
—Por supuesto que no —Dijo uno de los chicos.
—Eric, te necesito —Y él estaría para ti en todo momento... Sin olvidar su venganza.
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