Te estremeciste, jalando las mangas de tu suéter para cubrir tus manos.
—¿Tienes frío? —Asentiste con suavidad, con una sonrisa te acercó a él y se aseguró de cubrirte con la sabana— Me gusta que estemos así.
—A mi también, me gusta estar entre tus brazos —Le sonreiste con un rubor en tus mejillas, te beso las mejillas suavemente.
—Me gusta que papá no este —Susurro jugando con un mechón de tu cabello, lo miraste con el ceño fruncido.
—Pensé que eso te molestaba —Dijiste con confusión, su sonrisa se hizo más grande y dejo un beso en tu frente.
—Hace un par de años pero desde que llego cierta chica, la cual me enamoro, prefiero que no esté. Podemos pasar tiempo a solas, sin tener que escondernos —Dijo con sinceridad, acarició tu mejilla, sonreiste abrazándolo más fuerte.
—¿Se puede saber quién es esa chica? —Dijiste divertida, él fingió pensarlo por unos segundos, se acercó a ti, casi rozando sus labios con los tuyos.
—La mujer más hermosa del mundo, tengo suerte de tenerla como novia, mi bebe hermosa. El amor de mi vida —Te acostaste sobre él, repartiendo besos por todo su rostro y recibiste risas.
—Eres tan lindo —Dejaste un beso en su nariz, suspiro cambiando su semblante— ¿Qué sucede?.
—Quiero estar contigo sin tener que escondernos, ser una pareja normal, salir sin tener miedo a que papá nos atrape —Te sentiste culpable, su relación seguía siendo un secreto porque tu lo querías pero no te detuviste a pensar que sentiría él.
—Lo siento —Tus ojos se cristalizaron, escondite tu rostro en el hueco de su cuello, no querías que viera como las lágrimas bajaban por tus mejillas.
—Nena, no es tu culpa —Acarició tu espalda baja, intentando calmarte. Se amaban, no dudaban de lo que sentían pero había un problema... Eran hermanos.
Bueno, hermanastros.
Nadie aprobaría algo como eso, no sería bien visto y por eso no quisiste hacerlo publico.
—Yo quise que esto fuera así, no te pregunté qué era lo que querías. Perdoname.
—Hey, Hey, no te preocupes. Está bien —Te alejaste de él para ver su rostro, él seco tus lágrimas.
—Te amo, Hyunjae. Te amo más que a nadie en el mundo —Susurraste evitando su mirada.
—Te amo, mucho, mucho, mucho —Te beso dulcemente.
—Es momento de contarle —Hyunjae frunció el ceño al escuchar tus palabras, no quería hacer que te sintieras presionada. No sabias que pensaría tu madre respecto a eso, tal vez regresaría al mundo de los vivos sólo para regañarte o para decirte que todo estaría bien y apoyarte.
—No quiero qu... —Lo interrumpiste con un beso— Es tiempo de hacerlo, no podemos escondernos para siempre.
—¿Estas seg...?
—Lo estoy, Jae.
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