Kevin entró en su apartamento compartido, con una sonrisa maliciosa en su cara mientras llevaba una misteriosa bolsa de compras en su mano. Se quitó los zapatos y empezó a caminar hacia el dormitorio donde estabas en la cama leyendo un libro.
Levantaste la vista de tu libro para ver a tu novio parado frente a la cama con una sonrisa tonta en su cara y escondiendo algo a sus espaldas.
-¿Qué hiciste ahora? -Le preguntaste dejando tu libro.
-Tengo algo que te gustará -Dijo en un tono travieso. Le levantaste una ceja.
-¿Qué?.
Tomó la bolsa de atrás y se sentó delante de ti en la cama, metiendo la mano dentro de la bolsa y sacando una caja negra de ella. Tiró la bolsa y levantó la tapa de la caja.
-¿Un vibrador? Kevin, ¿Por qué..., de dónde lo has sacado? -Preguntaste avergonzándote un poco y siendo tímida con el vibrador delante de ti mientras Kevin todavía mantenía esa sonrisa.
-Busqué en Google los sex-shops y resulta que hay uno no muy lejos de aquí.
-No puedo creerlo pero ¿Por qué comprarías uno?.
-¿Por qué no te quitas la ropa y te lo enseño?.
-¡Kevin! ¿Por qué tienes que ser tan atrevido?.
Sólo se rió antes de inclinarse para besarte.
-Confía en mí, nena, te encantará esto. No seas tímida.
-Está bien -Te quitaste la ropa, incluyendo la ropa interior.
Lo viste poner la caja a un lado y se fue a acostar en la cama.
-Ven a poner cada una de tus piernas al lado de mi cabeza -Te agarró las piernas y empezó a arrastrarte hacia él hasta que estuviste encima de él.
Te besó en los muslos antes de darle a tu clítoris pequeños lametazos, y tus manos le agarraron el pelo suavemente. Encendió el vibrador y lo colocó en tu clítoris usando el modo inferior. Gemiste en voz alta y echaste la cabeza hacia atrás, su lengua lamiendo y chupando tus pliegues mientras el vibrador era presionado contra tu clítoris.
Hizo clic en los botones, seleccionando un nivel superior. Te retorcías sobre él, empezando a rechinar contra su boca mientras su lengua seguía jugando con tus pliegues y entrada.
-Kevin, estoy cerca.
Su mano fue a separar tus pliegues con sus dedos para tener mejor acceso a tu clítoris, presionando el vibrador de nuevo contra tu clítoris. Sus manos se metieron en ti, rizando sus dedos para tocar tu punto.
-Vamos nena, vente para mí -Dijo, colocando besos en tus muslos.
Tu cuerpo empezó a temblar, apoyándote con las manos contra la cabecera mientras alcanzabas tu orgasmo. Eras un desastre maullando mientras Kevin seguía presionando el vibrador contra ti durante unos segundos más hasta que te levantaste.
Te caíste y colapsaste junto a él, recuperando el aliento.
-Eso fue... Increíble -Dijiste pasando tu mano por su pelo.
-¿Ves? Y espera a que lo use mientras tenemos sexo -Él movió sus cejas hacia ti y tú te diste vuelta sonriendo.
-¿Deberíamos intentarlo?.
-¡Claro que si, bebé!.
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