" Cansado de tumbarte bajo el sol.Quedándote en casa mirando la lluvia. Eres joven y la vida es larga y hoy hay tiempo que matar. Y luego te das cuenta un día de que tienes diez años detrás de ti. Nadie te dijo cuando correr, llegaste tarde al disparo de salida"
Estoy divertida esta noche. Porque Elliot y papá están tratando de llegar hasta la punta del pino de navidad para colocar el adorno en forma de estrella y me río de ellos en voz baja.
- ¡Hecho! - Papá baja de la pequeña escalera y los aplaudo. Están allí hace horas.
- Voy a ver cómo va Will con la salsa. - Les digo y me encamino a la cocina.
William está sumergiendo un pedazo de pan en la salsa roja cuando entro. Él me sonríe y le devuelvo el gesto, tomando el pan de su mano y comiendolo.
- ¡Oye, eso era mio!
- Oh, lo siento. - Hago una falsa mueca y él sacude la cabeza, repitiendo el proceso con otro pedazo de pan.
Ha pasado un mes desde que mi padre supo que estaba enfermo. Desde que Elliot y yo lo sabemos también. No puedo decir que estoy encantada con la idea de tener a mi padre más cerca, porque aún siento una gran incomodidad a su al rededor, pero está simplemente bien pasar tiempo con él y mi hermano. Supongo que perdonar, no es olvidar.
- Está buena. - Le digo a Will, respecto a la salsa.
- Llamaré a Gemma para agradecer más tarde. - Él sirve los spagetti en una fuente y vierte la salsa sobre ellos, justo en el momento en que el timbre suena.
- ¡Yo voy! - Elliot le abre la puerta a mi madre y ella pasa, chillando a causa del frío.
Yo tomo la fuente y Will me sigue hasta la mesa de la cocina. Papá y Elliot ya están sentados, mamá nos saluda antes de colgar su abrigo en la puerta y sacudir sus botas de la nieve y luego se sienta en la mesa. Will y yo tomamos uno de los lados y comienzo a servir.
- Pensé que no vendrías. - Le comento a mamá.
- Ya sabes... El hospital me necesitaba otra media hora más. - Ella hace una mueca.
- Eres demasiado buena con tus jefes, Helen. - Papá sacude la cabeza.
- Bueno, vamos a ver cómo está esto. - Elliot mira a Will antes de probar la comida y sonrío cuando Elliot hace una mueca - Horrible, hermano.
- ¡Elliot! - Mamá lo mira fulminantemente y William se encoje de hombros.
- Come, o no habrá charla. - Will mira a mi hermano con una orgullosa sonrisa en su rostro y frunzo el ceño.
- ¿Charla? - Pregunto.
- Nada, Cucaracha. - Elliot me mira y ruedo los ojos.
La cena estaba realmente rica, así que papá, Elliot y William repiten el plato y la fuente de spagetti se vacía. Cuando finalmente mamá se retira a lavar los platos, William recibe una llamada y noto que se aleja. Ojalá no sea otra pelea, ya van tres en solo cuatro días. Pero cuando cuelga y suspira, se que serán cuatro en cinco.
- Tengo que ir, Grace. - Me dice y pone un pequeño beso en mis labios.
- Lo se. - Lo abrazo.
****
La multitud estalla cuando William da un golpe en seco en la mandíbula de un pobre estudiante de W.S.U. Ellos corean cosas que no entiendo, y gritan incoherencias, la mayoría de las personas aquí está ebria. Es el mismo proceso cada noche desde hace cinco días, William ha ganado todas y cada una de las peleas en estos últimos dos meses y a pesar de todo, me alegra que lo hiciera.
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Inducción |h.s
Fanfic"Él era lo que toda chica deseaba, y ella era lo que todo chico destrozado necesitaba" Autora: Camila.B.R