Capítulo 44

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" Eres la luz, eres la noche, eres el color de mi sangre, eres la cura, el dolor, eres lo único que quiero tocar"

Los ojos de William se oscurecen de la forma más sombría que qalguna vez había visto. Yo recuerdo lo que él me dijo cuando hablabamos de su verdadero padre"No se lo que puedo llegar a hacer si algún día lo veo" sus palabras retumban en mi cabeza y observo al hombre a unos cuatro metros de nosotros.

Está confundido, y doy seguridad de que no sabe quién es William, porque no hay alarma en su rostro, ni sorpresa, ni ninguna otra emoción. El hombre alto, de grandes hombros, lleva el cabello atado en un rodete y observo completamente anonadada el parecido físico entre ellos. Incluso el ceño fruncido.

- Vamos, Will. - Susurro muy bajito, para que solo él pueda oirme, pero no se mueve.

- ¿Qué es lo que quieren en mi casa, niños? - El hombre alza el tono de voz y William da un paso hacia él.

- ¿No tienes ni puta idea de quién soy, verdad? - Will sonríe amargamente, escondiendo la rabia.

- ¿Por qué tendría que saber quién eres? - El hombre se cruza de brazos y el miedo se apodera de mi cuando veo la silueta de un arma en sus pantalones.

- Porque soy tu maldito hijo, Roger. - William me empuja hacia atrás con suavidad y simplemente todo comienza a suceder demasiado rápido.

Ellos están golpeandose frente a mi, con rabia y me sorprende ver que a pesar de la habilidad de Will, su padre es tan bueno como él lo es. William lo toma del cuello, empujandolo contra la pared, y me acerco a ellos, corriendo y tomando a Will de los hombros, porque su padre está repleto de sangre proviniente de su nariz y el corte profundo en su ceja derecha.

- Will, detente, no sigas con esto, no eres como él, nunca lo fuiste, piensa en tu madre, y en Anne. -Yo tomo el brazo con el que sostiene a su padre del cuello, mirando directamente a sus ojos.

- Tu asesinaste a mi madre, hijo de puta. - Él presiona más, mientras las lágrimas caen de sus ojos, y su voz tiembla.

Su padre se queda completamente en silencio, retorciendose bajo la mano de Will. Y me sorprende ver que nunca busca la pistola en su cintura.

- Deberías morir como un pedazo de basura. - Will le dice con rabia, y finalmente, cuando trato de empujarlo hacia mi, suelta a su padre y este cae al suelo de rodillas y masajea su cuello.

- Ven, amor. - Tiro de su brazo hacia mi, pero los dos nos detenemos cuando su padre comienza a reír.

- Ustedes... ¿Vas a ser padre, muchacho? Espero que ella no sea como la prostituta de tu madre. - Él deja escapar una carcajada.

- ¡Cierra la boca! - Will le da una patada en el estómago y él hombre cae al suelo. Ahora puedo ver la pulcera en su tobillo. Libertad condicional.

- ¡Basta, William! - Le grito, y él se detiene. Sus lágrimas empapan sus mejillas y da un último golpe fuerte antes de caminar hacia mi y tomarme de la mano.

Will cruza la calle a toda prisa y se sube al coche, yo lo sigo completamente alarmada, y él enciende el motor con las manos temblorosas y sin dejar de llorar. Nunca lo había visto de esta forma tan vulnerable y quiero que deje de llorar porque me hace sentir incapáz de hacer nada.

- Tranquilo. - Paso mi mano por su hombro y su mejilla y él toma aire antes de salir a la carretera.

Sorprendentemente, él va calmandose poco a poco mientras disminuye la velocidad en las calles de su pueblo. Es de noche ya, cuando se detiene frente a un lugar de comidas rápidas, casi a la salida de Holmes Chapel, y entonces apaga el motor, y todavía en silencio, echa su cabeza hacia atrás y cierra los ojos, suspirando profundamente.

Inducción |h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora