Capítulo 4

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"Y puede que esta noche te llame, después de que mi sangre se transforme en alcohol no, solo quiero abrazarte"

William detiene la motocicleta frente a mi casa y miro la puerta esperando encontrar a mi madre con los ojos abiertos hacia mi aventón a casa. Pero ella no está allí, así que respiro tranquila.

William no ha conducido tan rápido como pensé que lo haría, pero sin dudas lo hizo porque yo estaba acompañandolo, lo sé.

Él voltea a verme cuando desciendo y me estira su mano. Nuevamente observo su anillo y sin darme cuenta me tomo de su mano estirada para bajar. Cuando toco el suelo, la suelto y arreglo el desastre que debe ser mi cabello. He sobrevivido a un viaje rn motocicleta. Él está mirándome cuando levanto la vista, sus ojos verdes se encuentran con los míos.

—¿Ha sido tan malo? —Pregunta, refiriéndose al viaje. Yo sacudo la cabeza y sonrío

—No. No ha sido tan malo — Admito.
William alza las cejas y acomoda las mangas arremangadas en sus hombros. Hay un pequeño tatuaje en el derecho, una letra "G" en cursiva, rápidamente me pregunto de qué puede tratarse.

—¿En verdad te molesta que digan esas cosas? —William mira fijamente y yo me remuevo un poco intimidada por sus ojos.

Nunca nadie había tenido esa mirada sobre mi, como si quisiera saber todo el tiempo qué estoy pensando, como si de alguna forma, quisiera saber algo más.

Cuando me fijo en su rostro, noto que está esperando mi respuesta, él sigue todavía en la motocicleta ¿Qué debo decirle? Sí, me molesta que hablen sobre esas cosas, pero ya no estoy tan nerviosa por eso.

—No me gusta que digan cosas sobre mi que no son ciertas —Explico. Él asiente estando de acuerdo y luego sonríe.

—Deberías decir gracias por el aventón a casa —Bromea.

Me permito sonreír un poco. Tal vez no es tan malo como parece ser. Me sorprende descubrir que es agradable pasar tiempo a su lado.

—Gracias.

William acelera la motocicleta. Cuando me volteo para ir a casa, el ruido para y él está a unos metros más lejos viéndome.

—No me molesta —Dice desde su lugar —. No me molesta que digan eso sobre nosotros.

Él me guiña un ojo antes de salir disparado hacia la carretera. Decubro que solo estaba conduciendo lento porque yo estaba arriba, porque las llantas queman cuando él acelera. Esbozo una estúpida sonrisa y entro a casa.

Me reconforta saber que a él no le molestan esos rumores, porque después de pensarlo y pensarlo en el camino, no hay nada de malo con él, así que, la gente puede decir lo que quiera.

Yo sé que no me acosté con nadie en esa fiesta, sin embargo, todavía estoy pensando quién podría haber comenzado esos rumores, tal vez Finch, el chico al que William golpeó. Pero recuerdo su rostro asustado cuando salió de la habitación, no creo que él quiera otro problema con William.

Sé que he sido dramática con todo el asunto, pero es que la situación de estar en boca de todos me pone nerviosa.

—Cucaracha.

Elliot entra por la puerta unos minutos después, cuando estoy sentada en el sofá, dandole un vistazo a las noticias del día. Mi madre está milagrosamente llegando tarde del trabajo hoy. Él tira un libro sobre la mesa de la sala y pongo los ojos en blanco.

—Sabes que hacer con esto. Me cae bien tu amigo de tatuajes, así que no me hagas decirle a mamá.

Elliot sale de la sala, y abro su libro de cálculo.

Inducción |h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora