Capítulo 12

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"Todo lo que quiero es el sabor que permiten tus labios"

Abro mis ojos lentamente, sintiendo como los brazos de mi madre todavía me rodean desde mi intenso sueño la noche anterior. Puedo recordar aquella estremecedora pesadilla, de una forma en la que no quiero siquiera recordar. Hacía demasiado tiempo que no recordaba a mi padre de la forma en la que él solía ser, pero sobretodo, lo más impactante fue la presencia de William en todo el tema. Él literalmente me golpeó en el sueño y se que es completamente improbable que eso pase, no lo conozco demasiado como para decir qué tipo de persona es, pero de algún modo se que nunca tocaría a una mujer, de forma agresiva.

Yo saco lentamente los brazos de mi madre de mi al rededor y ella sigue tranquilamente durmiendo en el lado vacío de la cama, del lado que nunca ocupo en las noches. Su cabello rubio es demasiado lacio, completamente diferente al mio y ella tiene el ceño fruncido, incluso cuando duerme. Supongo que no debe ser fácil criar a dos adolescentes sola. Me despido de mi madre con un beso en la mejilla luego de haberme duchado y cambiado para el primer día de la semana en la preparatoria. Los días hacia el final ya están en cuenta regresiva y me cuesta pensar que tendré que comenzar mis estudios en la Universidad, aunque no estoy completamente decidida con respecto a lo que estudiaré de forma terciaria. Mi madre quiere que sea una profesional y es lo que también yo quiero, sin embargo, no hay nada que me lleve al entusiasmo. Cuando estoy saliendo de mi habitación, con el cabello en una alta cola de caballo y con un par de vaqueros diarios, miro hacia el sector de mi placard que nunca utilizo, aquellos cajones fueron cerrados con llave hace muchísimo tiempo, como aquella etapa oscura en mi vida, que por alguna razón, está comenzando a abrirse otra vez.

Caroline está esperando por mi en la calle, sobre su coche con las ventanas bajas, gracias al calor que comienza a sentirse en estas últimos semanas de primavera en Detroit. Mi amiga está moldeando su cabello negro cuando me siento en el asiento de acompañante y ella me sonríe, pero de algún modo su sonrisa se desvanece cuando me ve.

-¿Qué sucedió? -Ella pregunta e intento mantener distancia sobre el asunto de William. Aunque se que ella va a terminar sacándolo de mi -¿Gracy? -Sus ojos negros miran hacia el espejo retrovisor cuando salimos a la carretera y luego a mi, otra vez. Ella espera.

-No sé como...

-Solo dilo. -Car me alienta, sabiendo lo suficiente como para darse cuenta de que no encuentro una forma de comenzar -¿Es sobre William? -Adivina, y yo asiento.

-Él me llevó a casa ayer, después de la pelea. -Digo.

-Lo sé, los vi irse juntos. -Ella esconde sus usuales bromas, siendo consciente de mi mala cara y le agradezco por eso -¿Sucedió algo después? -Su rostro se torna más serio y comienzo a jugar con mi manos, retirando la piel de al rededor de mis uñas.

-Él... Él me besó. -Soy consciente de que cierro mis ojos a medida en que digo las palabras, contando el extraño suceso de ayer en la tarde. No puedo creer que simplemente eso pasó, aún más cuando digo las palabras en voz alta, de alguna forma todo parece más real ahora. Caroline está mirándome con la boca abierta.

-Santa mierda.

-Lo sé, es un desastre. -Escondo mi rostro entre mis manos, mientras pequeños flashes de mi pesadilla vuelven a mi. El claro contraste entre lo que William hizo en la vida real y en el sueño, es evidente. Su suave beso es completamente opuesto a los golpes.

-No me refiero a eso, es decir, se suponía que alguna vez iba a suceder ¿No? -Mi amiga levanta los hombros y destapo mi rostro para mirarla, completamente incrédula -¿No estás contenta con eso? -Ella pregunta e instantáneamente me siento perdida.

Inducción |h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora