Capítulo 9

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"Dame un poco de tiempo, o quema todo esto"

Me despierto cuando el rington de llamada de mi teléfono suena. Abro rápidamente los ojos y tomo el aparato para ver el nombre de mi amiga brillar en la pantalla. Es la primera vez que se de ella desde ayer en la noche, así que deslizo mi dedo en la pantalla y tomo la llamada.

-¿Carol? -Mi voz rasposa por el sueño.

-¡Grace! -Ella ataca contra mi tímpano, como usualmente y yo doy un pequeño salto -Dime que puedo ir a tu casa, se que es temprano, pero tengo que contarte ¡Tengo que contarte! -La emoción en su voz me deja sin palabras y arrugo el ceño.

-Claro que puedes venir, pero dime qué es lo que...

-¡Estaré allí en dos minutos! -Ella grita y la línea se corta de inmediato, ella me deja preguntándome qué será lo que tiene que contarme.

Antes de que el remolino de gritos y emoción que es Caroline, llegue, me voy al baño y lavo mi cara con agua. Hay una curiosa oscuridad bajo mis ojos que nunca había tenido antes y mi cabeza parece que va a estallar nuevamente, supongo que los chupitos no han salido de mi sistema todavía, no tengo idea. Cuando bajo las escaleras, mi hermano sale de su habitación y sus ojos color miel me miran de arriba abajo.

-Hola, cucaracha. -Él saluda y le sonrío, su rostro pícaro se enciende y entrecierro los ojos, sabiendo que algo pasa en su mente de idiota -¿Estás bien? Espero que no te hayas resfriado ayer con el viaje de vuelta en motocicleta, hazle saber a tu amigo William que quiero un paseo, también, pero no a las tres de la mañana, mamá se enojaría mucho. -Elliot me guiña un ojo y se abre paso hacia las escaleras, mientras mi respiración aumenta de sobremanera, no es posible que él me haya visto, en realidad si lo es.

-¡Elliot! -Salgo tras de él y mi hermano voltea a verme -¿Estabas despierto? ¿Le haz dicho a mamá que volví con William? -Mi voz sale más desesperada de lo que quiero, pero es una situación límite, y no creo que mi madre se ponga muy feliz de saber que volví en motocicleta con William, a las tres de la mañana, con la ropa de su hermana -¡Elliot! -Grito para que me conteste, pero él solo ríe y alza los hombros. Recuérdenme por qué es lindo tener un hermano menor. Él se va de las escaleras y se sienta en la sala a mirar televisión, dejándome literalmente anonadad, mi propio hermano chantajéandome.

-Hola cielo. -Mamá aparece por la cocina, espero que ajena a nuestra anterior discusión. Su sonrisa dice exactamente eso y respiro un poco aliviada.

-¿Mamá? -Elliot alza las voz desde su lugar, todavía recostado en el sofá. Mi madre y yo volteamos a verlo y parece que mi corazón va a salir de mi pecho, ella no puede saber que le mentí, o nunca más volverá a dejarme salir con ellos, no es que quiera, pero... -¿Debería tener una motocicleta para mi cuando tenga mayoría de edad? -Elliot posa sus ojos café en mi y yo lo miro asesinamente, lo que hace que solo él sonría con mi desesperada situación.

-¿Por qué quieres una motocicleta? -Mi madre lo mira con el ceño fruncido. Ella no tolera ese tipo de vehículo, sobretodo porque mi padre tiene una.

-El amigo de Grace tiene una. -Él alza los hombros y me cruzo de brazos -Él es cool, tiene tatuajes y usa ropa sucia y rota, me agrada ¿Y a ti? -Elliot mira a mi madre y también yo lo hago, quiero que ella diga que si, pero en vez de mis súplicas, ella arruga la nariz y sale de la habitación sin decir nada, está más que claro que William no le agrada, tampoco me agradaba a mi, pero por alguna razón ahora lo hace -A ella no le agrada. -Mi hermano confirma lo lógico y yo alzo los hombros, tratando de restarle importancia, mi madre sube al piso superior cuando el timbre de la puerta principal suena, yo camino a responder tratando de olvidar a mi hermano y sus estupideces.

Inducción |h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora