Capítulo 21

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"Tu corazón contra mi pecho. Tus labios presionados sobre mi cuello. Estoy cayendo por tus ojos, pero ellos no me conocen todavía. Y con la sensación de que voy a olvidar. Estoy enamorado ahora"

Abro mis ojos de golpe y parece ser que todo a mi al rededor está calmo, ningún ruido que pudiera haberme despertado. Me siento en la cama y alzanzo mis bragas al final de la cama, me las coloco junto a la camisa blanca de William tratando de hacer silencio y me quedo allí, sin nada que hacer.

La habitación todavía está a oscuras, pero la luz de la luna entra desde la ventana y alumbra justo los cajones cerrados de mi armario. Un pincel se asoma desde allí y parece como si estuviera llamándome. Yo estoy rara y extrañamente relajada luego de lo que William y yo hemos echo y quiero pintar.

Él se remueve cuando salgo de la cama, alejando sus brazos de mi cuerpo pero sigue durmiendo boca abajo con el rostro hacia donde estoy. Enciendo la luz de la lámpara y abro el cajón, extrayendo el block de dibujo y un lápiz. Me ubico sobre la alfombra, con las piernas cruzadas y miro la hoja fijo hasta que trazo la primera línea.

William se mueve otra vez, poniéndose de costado así que borro y remplazo esa línea por otra. Comienzo a trazar la línea de sus caderas cubiertas por la sábana blanca y luego dibujo su estómago trabajado y los tatuajes que lo adornan. Difumino con mi dedo las líneas de abdominales y luego dibujo las pequeñas golondrinas enfrentadas. Luego paso a su hombro expuesto y trazo los músculos que lo dividen y cuando llego a su rostro me detengo, mirando a William con atención. Dibujo primero su cuadrada mandíbula, bien marcada. Luego subo tratando de trazar sus labios carnosos a la perfección, aunque saben mejor de lo que puedo poner en un papel. Al momento de dibujar sus ojos, trazo su ceño arrugado y sus largas pestañas y más tarde pongo en el papel el toque que le da su ondulado y rebelde cabello castaño. Sus grandes manos quedan marcadas a la perfección y finalmente agrego la cadena en forma de cruz que cuelga en su cuello. Termino el dibujo agregando luces y sombras y por último solo me quedo mirando el papel.

William se remueve otra vez en la cama y dejo el block de dibujo y lápiz dentro del cajón. Yo me recuesto nuevamente a su lado, pensando en qué va a suceder cuando despierte, cuando alguno de los dos diga algo. Él voltea hacia mi lado y abre los ojos, sus ojos miran directamente hacia los míos y esboza una pequeña sonrisa adorable, mostrando sus hoyuellos. Su rostro luce realmente dormido y él estira una mano para acariciar mi cabello.

- Buen día, linda. - Will habla con voz ronca por el sueño y sonrío, pensando en si debo o no mostrarle el dibujo que hice de él mismo.

- Buen día. - Yo enrosco mis brazos al rededor de su cintura porque me es imposible no hacerlo. Él me aprieta contra su pecho y suspira.

- ¿Estás bien? - Will asoma su mirada desde arriba y asiento.

- Bien ¿Y tu?

- Perfecto. - Él besa mi cabello - Tenía miedo de despertar y que me sacaras a la mierda de aquí. - Dice, y sonríe.

- ¿Por qué iba a querer sacarte de aquí? - Yo frunzo el ceño.

- Nunca tuve algo tan bueno como tu en mi vida, y de repente llegas y me dices que me quieres, no esperaba eso, nunca he esperado eso, así que pensé que ibas a arrepentirte de esto en la mañana. - Will hace una mueca y sacudo la cabeza.

- Bueno, no estoy arrepentida y te dije que te quiero porque lo hago. - Pongo un fuerte beso en su mejilla y él ríe. Cuando lo miro, creo que hay algo más allí detrás de sus palabras.

- Tu baile de graduación se arruinó por mi culpa. - William se pone de pie dejando caer las sábanas que lo cubren. Yo corro la vista mientras él entra en sus boxers.

Inducción |h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora