DARK

Capítulo 11

Pequeño problema

Darren.

Lo primero que noto al llegar de nuevo a la mansión Wells son las patrullas estacionadas a los alrededores. Evado con sutileza a las personas merodeando el patio con intriga, percibiendo su temor en el ambiente. 

Estaciono mi motocicleta y camino hasta llegar con los demás. Ruedo los ojos al notar a ese estúpido. 

—¿Qué es lo que saben? —pregunto, colocándome a lado de Nicholas.

—Hasta ahora lo que saben todos —habla Nicholas.

—Una chica sin vida en una bañera llena de sangre completamente desnuda —cuenta Caden ejerciendo una mueca.

—Y posiblemente violada —completa Fletcher.

Nuestras miradas se quedan fijas en los oficiales que salen con el cadáver sobre una camilla envuelta en un plástico negro. 

—¿Cómo la encontraron? —pregunto sin perder de vista la camilla.

—La amiga de Alissa la encontró —me informa Nicholas—. Malory Adams.

Claro que la recuerda, no, más bien recuerdo sus labios invadiendo los de Alissa. Suspiro, no me conviene tener policías merodeando está zona.  No cuando escondí el cuerpo del chico no muy lejos de aquí, realmente, no tenía cabeza para deshacerme del cuerpo cómo se debe. 

La irritación me golpea gracias al idiota que se le ha ocurrido asesinar a esa chica precisamente esta noche. Era lo único que me faltaba. 

—He informado al tío Michael —habla Nicholas, otra vez—. Él se encargará de obtener cualquier información que reciba la comisaría.

Guardo silencio, percatándome en la única persona que no ha dicho palabra alguna desde que llegue. Evaluó la sonrisa extraña perteneciente a Nathaniel y me cuestiono el porqué de su silencio. No tardo en mucho en entenderlo. 

—Se dan cuenta de que este es el primer asesinato que tenemos en el hermoso y seguro pueblo de Blackwood —comento Nathaniel de repente en tono sarcástico—. El primer asesinato en décadas —suelta lo que suponía.

Segundo, idiota. 

Sin embargo, tiene razón. Aquí en Blackwood jamás sucede cosas como estas, es insólito. Y sé que a Christian no le gustara saber esto, menos si encuentran el cuerpo de mi pequeño desliz. Maldición, justamente por estas razones prefiero las ciudades grandes, ahí los asesinatos no son novedad. 

Pero es que en serio tenía tantas ganas de clavar mi navaja en algo y ese árbol no estaba sirviendo de nada hasta que ese chico apareció.  Así culpa mía no es; si no del chico por aparecer en el momento equivocado. Igualmente, no dejo de lado que Alissa ha tenido que ver con mi descontrol.  

Nunca debí dejarme llevar en el gimnasio, pero joder, se veía tan malditamente bien que no pude resistirme, y ni hablar de ese momento en que la vi metida en ese sensual vestido rojo. Quería encerarla en alguna habitación de la mansión para que nadie más que yo pudiera verla y follarla toda la jodida noche. 

Siento una deleitosa punzada en todo mi cuerpo de tan solo imaginarlo...

—Y es por eso hay que encontrarlo —la voz Nicholas interrumpe mis buenos pensamientos—. Y matarlo —sentencia sacándole una sonrisa a Caden.

(....)

Maldigo estos tres días en los que no he sabido nada de Alissa. Se la pasa todo el condenado tiempo con su amiga de Nueva York. Nunca pensé que sería tan difícil reunirme con ella a solas. No obstante, necesito hablar con ella. Debo aclarar nuestra situación de una vez por todas, no me gusta la tensión que tenemos ni el jueguito de provocaciones en el que estamos cayendo.