Capítulo 45

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Los Hayes

Alissa. 

Saboreo el vino tinto expectante al jardín que veo a través de la ventana, esperando el coche que trae a la familia que con el paso de los años no dejan de tenernos una absurda lealtad. Para mi es una completa incógnita de donde viene esa devoción hacia mi familia, que tienen los Hayes y los Myers. Es intrigante y de algu...  

Un foquito se prende en mi cabeza a la velocidad de la luz.

Myers.

El debe estar enterado sobre todos los enredos de mi padre. Ladeo la cabeza, claro que debe saberlo. El cuido a mi padre y de mis tíos desde que eran bebés.  

Maldición. 

Como no lo pensé antes. 

No, como no lo pensamos antes.

No, no creo que este detalle se le haya pasado por alto a mi tío en todos estos años. No es idiota. 

El ruido de un coche me hace volver a la realidad donde veo el automóvil que trae a los Hayes. 

Genial a sonreír como idiota.   

Desde que mi padre regreso las cosas han estado un poquito tensas, no le dirige la palabra a mi madre ni a ninguno de nosotros a excepción de Nick y Myers. Evita drásticamente a Darren y a mi ni me voltea a ver, como lo hace con mi madre, aunque sean pequeñas miradas de soslayo. 

Aliso mi falda beige dejando la copa en una mesita, para luego dirigirme a la sala principal. 

Nate y Caden hablan tranquilamente o bueno Caden balbucea cosas sin parar mientras mi hermano asiente con la cabeza, sin embargo, no despega la vista de Katherine quien se acerca a Nick ofreciéndole un vaso de agua. Fletcher la repara y por un momento su vista se va en Caden. 

Me cruzo de brazos observando el panorama. 

¿Soy yo? ¿O hay cierta tensión aquí?

Se preguntaran donde esta Darren, pues no lo sé. Al parecer mi padre le dijo a Myers que no lo quiere ver en la cena y el en respuesta se largo sin decir palabra alguna, cosa que me dejo perpleja. 

Su comportamiento fue inaudito para alguien como el maldito de Darren.

Mis padres entran a la sala hablando fervientemente con los señores Hayes y atrás de ellos se encuentran tres personas más. 

Un chico y dos chica. 

Sus hijos. 

John, Heather y Victoria Hayes.  

De niños venían mucho a jugar con nosotros y me encantaba, eran más normales que mis hermanos. Más sorprendentemente Nathaniel forjo una increíble amistad con Heather, la cual comparte su misma edad. La nombrada sonríe en grande al verlo al mismo tiempo que se lanza a abrazarlo, y es en verdad extraño ver a Nate correspondiendo este tipo de gestos.  

En mi opinión Darren y Nate fueron cortados de misma tijera y para todos es extraño verlos sonreír. Aunque los dos tienen sonrisas preciosas, Nate heredo la sonrisa mi madre, ya saben, ese tipo de sonrisas que te deslumbran de inmediato, pero mi favorita siempre será la sonrisa encantadora y mordaz de Darren.  

Por reflejo pongo mi vista en Katherine quien se paraliza unos segundos y cuando reacciona sale lo más rápido posible, haciéndome fruncir el ceño. Noto que John me ojea antes de acercarse a hablar con Nick. Victoria, la menor de ellos, siendo un año menor que yo ladea su cabeza en busca de algo o más bien de mi querido hermanastro. 

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