Golpe de realidad
Alissa.
No me lo puedo creer.
Camino a zancadas con el enojo cegándome. Tienen que estar de broma. Abro la puerta de golpe y lo primero que veo es la impasible mirada de mi padre.
Esta vez sí que se pasó.
Nicholas se tropieza con mi espalda, puesto que venía siguiéndome para que no cometiera ninguna estupidez.
Pero ¿Cómo creía que me tomaría el hecho de que por su culpa varias personas inofensivas están muertas? Que por su ego se llevaron a Darren, que nos expusimos para nada cuando desde un principio pensaba volar todo el maldito lugar.
—¡Por Dios, Alissa!
Mi madre se me viene encima, abrazándome fuertemente, sin embargo, no puedo quitarle la mirada de encima a mi padre.
—¿Y Darren? —Alza rostro viendo el corredor.
No tiene que llame a Nick desde un teléfono público. Mis hermanos junto con Caden acudieron a mí en cuestión de minutos y les he contado todo al igual que ellos me han informado lo de los explosivos.
Los ojos me pican al ver el rostro expectativo de mi madre y quisiera poder decirle que pasó de nosotros y solo se fue a encerrar en su alcoba queriendo ignorar a todo el mundo.
—Se lo han llevado —suelto lo que hace doler mi pecho.
Mi madre se irgue con los puños cerrados y el sonido de sus tacones es lo único que se escucha cuando abandona el despacho.
—No piensas decir nada —increpo en voz alta, al mismo tiempo, que me acerco a mi padre.
—Nicholas retírate, tu hermana y yo hablaremos.
Con duda Nick se va y mi padre está tan sereno que me irrita, parece estar meditando la situación sin muestra alguna de pesar o preocupación ¿Actuaría de esa forma si en vez de Darren fuera Nathaniel? O ¿Yo?, Una risa amarga sale de mis labios.
Claro que sí.
—¿Se puede saber que te pasa por la cabeza? ¿¡Explosivos!? ¿¡Acaso sabes lo que has hecho!?
—A mí no me hablas en ese tono Alissa Black, así que o te calmas o te largas —el tono serio de sus palabras me hace respirar profundo.
Exhalo sin dejar de verlo y me molesta tanto que no sea capaz de ver la gravedad del asunto.
¡Explotó todo un maldito palacio!
—¿Qué necesidad? —objeto de forma pétrea—. ¿Qué necesidad de ir dártelas de justiciero? De poner a tu familia en peligro por un legado que debió perderse hace años. Todo es tu culpa —escupo, dolida—. ¿Tú crees que merecemos esto? ¿yo? ¿Nick? ¿¡Darren!? Estuve a minutos de explotar en pedazos ¡A minutos!
Mi pecho sube y baja mientras mi mente rebosa de todas las palabras que tengo por decir.
—Patético —es lo único que articula mi padre.
Ladeo la cabeza.
—Qué.
El suspira casi con pesar.
—No fuiste la única a punto de morir, Alissa y no veo a tus hermanos haciéndome este tipo de numeritos, Esto —se apunta a sí mismo y luego a mí, consecutivamente—. Demuestra que no tienes madera para hacer lo que se debe ¿O me podrías explicar que estabas haciendo cuando se llevaron a Darren?
Abro la boca para hablar.
—No, no me digas —levanta su mano para que me calle—. Estabas lo suficientemente sumida en tu papel de mártir que no pudiste actuar como lo que eres, una Black. Ni siquiera ahora, que en vez de estar poniendo el mundo de cabeza para encontrar a Darren solo estas aquí reflejando lo que tanto me decepciona, siendo una patética y débil niña que se pone a llorar cuando debe actuar.
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DARK
De TodoLos Black una familia poderosa y peligrosa, bendecidos con esa belleza sobrehumana que pone a las personas a sus pies, sin embargo, amarlos te podría costar tú propia vida. Después de vivir seis años separada de su familia, Alissa Black regresa a B...