Capítulo 35

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Una pizca de la verdad

Alissa.

La pesadez en mi cabeza no me deja pensar bien y me despojo de toda prenda ingresando a la regadera. Al llegar al edificio y pasar por el lobby donde en el recepcionista nos vio horrorizado; quise asearme ya que absolutamente todos estábamos embarrados de barro y sangre.

Al salir de la bañera desenvuelvo mi mano y no me gusta el tono morado que hay alrededor la marca de los colmillos, me duele si lo toco y los leves espasmos que tengo me dicen que el veneno se está acelerando. 

El acudir a un médico es de inmediato, pero no podemos separarnos sin saber que pasa, lo de los herederos W me inquieta, pero no más, que esos tipos y su insistencia en llevarse a Darren, no voy a mentir, estaba tan asustada, por un momento creí que se lo llevarían y nos matarían a todos. Afortunadamente supe las intenciones de Caden desde el principio en que vi esa granada entre las mangas de su chaleco, escondido con sutileza.

Salgo del cuarto del baño en busca de un atuendo y entre toda la ropa de mi amiga optó por lo más cómodo que encuentro; un pantalón algo suelto color azul y una blusita gris de manga larga pero corta.  Lory entra a su habitación con una blusa blanca sin mangas corta, acompañado con un pantalón de seda negra. Su cabello está mojado por lo que deduzco que se bañó en el cuarto de invitados.

—Te están esperando —dice sin ganas.

Su semblante me hace saber que no está del todo bien, y no me gusta verla así por mi culpa.

Nunca debí involucrarla. 

 —¿Estas bien?

—No, digo... —se remueve nerviosa—. Si, ¿Tú te encuentras bien? —suelta con preocupación.

—Algo, la mano me está empezando a arder.

—Intenta no moverla mucho, te daría una compresa fría, pero no creo que sea favorable, además de que no tengo. 

Una sonrisa cansada se apodera de mi rostro y me acerco ella.

—Vamos.

En silencio llegamos a la sala donde están los chicos completamente mugrientos, los veo con una mueca, creo que incluso dan algo de risa. Darren y Mi tío Mike quienes están por la ventana se voltean hacia nosotras al notar nuestra presencia, Nicholas está recostado sobre la pared y sí que es gracioso la cara que pone Lory al ver a Nathaniel y Caden sentados en su sofá blanco de lana.

Al ver que nadie piensa decir nada decido hablar.

—¿Y bien? ¿Algo que tengan que decir? ¿Darren? —llevó mi vista a mi hermano mayor—. ¿Nick?

El nombrado suspira mientras se lleva las manos a la cabeza.

—¿Ella estará acá? —dice Nate con recelo hacia a mi mejor amiga.

—Es de mi total confianza.

Todos la analizan con la mirada y sé que es difícil confiar en alguien nuevo, pero Lory jamás nos traicionaría, apostaría mi vida por ello.

—Bien —al ceder Nate ceden los demás—. Pero te prometo que si nos traiciona yo mismo la mataré con mis propias manos y créeme, no será bonito.

Lory pasa saliva y me limito a asentir, se llevarán bien, no cabe duda.

—Alissa nos puedes explicar qué te traes con el prisionero que intentó matar a nuestra madre —Nate habla en tono odioso, molestándome.

—Yo no me traigo nada con nadie y mucho menos con él —digo con irritación.

—Entonces ha de ser que me confundí de hermana y la rubia de metro y medio que pillé en los calabozos no eras tu.

DARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora