El verano está llegando a su fin y ya he entregado todos los pedidos que tenía pendientes, así que me concedo unos pocos días para relajarme antes de volver a la universidad.
Actualmente me encuentro descansando junto a la piscina de la casa en la playa de los Atlas, mientras Nate y Josh juegan un lamentable intento de waterpolo y las chicas tratan de mezclar margaritas.
Somos un gran grupo de amigos, y aunque Nate y yo somos particularmente cercanos, no es raro encontrarnos unos alrededor de otros. Dirías que habernos ido a diferentes universidades alrededor del país eventualmente nos separaría, pero de algún modo todos terminamos encontrando el camino de vuelta a casa para estar juntos en algún momento de las vacaciones. No importa si llevamos 6 meses sin vernos, cada vez que nos encontramos es como si no hubiéramos dejado la secundaria. Amo a estos chicos.
Estar juntos es la mejor forma de despedir el verano.
Levanto mis lentes de sol sobre mi cabeza cuando un mensaje entra a mi celular.
El remitente es un número desconocido y el mensaje es una foto de una playa de arena blanca y agua imposiblemente azul con una única frase: Estoy en Mykonos 😊
Me quedo mirando la foto por unos segundos, porque en realidad es bonita, pero no tengo ni idea de que se trata. Dos segundos más tarde, recibo otro mensaje.
Desconocido: Soy Gabriel, por cierto
- ¡Nate! – Grito tan de repente que él se distrae y el balón le da de lleno en la cabeza. Josh se carcajea y Nate le hace un gesto universalmente obsceno antes de nadar frente a mi reposera
- ¿Qué te pasa, idiota? – Exclama, sobándose la cabeza
- ¿Le diste mi número a tu hermano? – Pregunto, y Nate suspira dramáticamente
- No, pero es un abogado corporativo bastante ilustre, Alex. Conoce a todos los buenos detectives de la ciudad
Ya me dijo que tampoco le dio mi dirección ese día, un par de semanas atrás, cuando Gabe se apareció en mi casa. Es curioso que eso me resulte halagador, y es casi chistoso que Gabriel intente ser discreto al respecto, cuando le he contado casi todo a Nate.
No la parte de los secretos de Gabe, pero si un resumen bastante aproximado. Le conté que lo ayudé cuando estuvo borracho, que despertamos juntos y nos manoseamos un poco. Le dije que fue a mi casa para disculparse, y como lo noté abatido, le pedí que se quedara. Le conté que coqueteamos un poco, pero que Gabriel puso antes a su mujer y se marchó.
Si ignoras que omití los detalles principales, en realidad está suficientemente cerca de ser la verdad.
Vuelvo la mirada a mi celular para observar la foto, y luego mis ojos van de regreso a los de Nate, que me está mirando fijamente y parece estar viéndolo todo.
- Acaba de escribirme – Le digo sin aclarar quién, no solo porque ya estábamos hablando de él, sino porque en realidad he sido un poco vergonzosa parloteando acerca de nuestra noche juntos
- ¿Qué quiere? – Pregunta Nate mientras sale de la piscina y toma una toalla de la reposera a mi lado
- Solo me contó que está en Mykonos y me envió una foto de la playa – Digo, volviendo la pantalla hacia Nate para que vea la foto. Asiente
- Me habló de la lista que hizo contigo. Está tomándosela muy en serio – Me explica mientras se pasa una toalla por el pelo, ligeramente más rubio que el de Gabriel – Supongo que solo quiere que sepas que lo está haciendo
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Dos cartas de amor
ChickLitAlex siempre había soñado con una carta de amor, pero en realidad no la estaba esperando. Ciertamente, no la estaba esperando de él. La abrumadora química sexual con un Gabriel Atlas roto y despechado era algo para lo que no estaba preparada. No es...