Es jueves y estoy almorzando en la cafetería de On Time. Tuvimos tantas entrevistas esta mañana que mi cerebro está al borde del colapso, y la hora que tengo para comer no parece suficiente para recuperarme.
Sonrío cuando Tara, una de las secretarias, se sienta en la mesa frente a mí y suspira.
- Estoy agotada – Anuncia, mientras desenvuelve su almuerzo
- Lo sé, ¿verdad? Estoy muy feliz de no venir mañana
- Le debes eso a los valerosos pasantes que antes de ti lucharon por su derecho a tener un viernes libre al mes para estudiar para sus exámenes, así que más vale que lo aproveches en lugar de irte a parrandear – Me dice, apuntándome con su tenedor como una madre. Le doy mi expresión más angelical
- Estaré atada a mis libros – Prometo
- Oh, cállate. No tienes cara de ser de esas. Pareces una de las que se la pasan de fiesta, estudian 10 minutos y sacan las mejores notas. ¿Y sabes que pensamos los demás acerca de esas? – Hace una pausa dramática y toma un mordisco de su sándwich mientras solo la miro tratando de no reír – Las odiamos, jovencita. Si hay algo que las personas mediocres odiamos más que a los sobresalientes, es a los que son sobresalientes sin esforzarse
- Debe ser una vida dura, la de ustedes los mediocres – Asiento lentamente. Ella se ríe
- No, en serio, ¿qué harás el fin de semana? – Pregunta luego de que ambas comemos en silencio por un rato
- En serio tengo bastante para estudiar, pero supongo que también encontraré mi tiempo para salir un poco – Admito
- Ohh, ¿con ese bombón que te trajo el lunes? Escuché algunos rumores
- Nada nuevo – Suspiro – Pero ese sería Nate, mi mejor amigo. Es bastante sobresaliente en causar rumores a donde va
- Agh, esa historia de los jóvenes de ahora con su "mejor amigo" – Bufa ella. Se estira para robar un poco de mis papas fritas mientras yo me río un poco
- No somos ese tipo de historia. Es mi amigo de verdad
- Una pena, porque era bastante guapo
Asiento, porque sé que lo es. Simplemente no es de esa manera para ninguno de los dos.
Me asalta un viejo pensamiento y aprovecho el clima de confianza con Tara para preguntar.
- Oye Tara, ¿puedo preguntarte algo así como un chisme?
- Esos son mi especialidad – Sonríe, pero sé que no es así. Es secretaria en la gerencia, así que debe estar enterada de todo, pero en realidad no es de las que va contándolo por ahí
- Emily no resaltó nada de lo obvio del código de ética, excepto que no podemos tener relaciones de ningún tipo con clientes o candidatos. Asumo que hay una historia ahí
- Oh si, una bastante infame – Asiente ella, bajando un poco la voz – Hace como 5 años uno de nuestros psicólogos senior se enrolló con una candidata para uno de los procesos de selección de más renombre que hemos tenido. En realidad, la chica había pasado los filtros de entrevista con los demás psicólogos y miembros del staff, pero él fue su prueba inicial y eso puso en duda todo el proceso. Uno de los candidatos descartados se enteró, el asunto se hizo público y perdimos ese contrato. Hasta el comité de ética estuvo involucrado en el asunto, así que comprenderás por qué se volvió un tema delicado para nosotros
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Dos cartas de amor
ChickLitAlex siempre había soñado con una carta de amor, pero en realidad no la estaba esperando. Ciertamente, no la estaba esperando de él. La abrumadora química sexual con un Gabriel Atlas roto y despechado era algo para lo que no estaba preparada. No es...