Llego al primer día de mi pasantía usando un vestido de lápiz color grafito y unos tacones color borgoña que, por ser nuevos, están empezando a raspar una ampolla en mi talón derecho. Mi bolso es una imitación bastante decente de Chanel, y me veo tan profesional como puedo, salvo porque en mi interior estoy temblando y a punto de echarme a llorar.
Subo al décimo piso de las oficinas de On Time 10 minutos antes de la hora indicada, y no me sorprendo al encontrarme a Morgan Spencer de pie frente a la recepcionista.
Morgan está casada con la biblioteca y rara vez se le ve en un espacio diferente de este o de las clases. No somos exactamente amigas, aunque hemos visto una importante cantidad de clases juntas e incluso hemos sido equipo en algunos trabajos. Sé que no soy su persona favorita porque tengo una vida social y me las arreglo para sacar buenas notas.
De hecho, notas tan buenas que siempre he terminado siendo la que entorpece el camino de Morgan hacia la beca completa que tanto anhela. NYU otorga semestralmente una beca total al estudiante que obtenga el mejor promedio de cada facultad, ¿y qué puedo decir?
Han sido 3 para Ellingson, 3 para Spencer. Soy buena y para mí es un motivo de orgullo. Para Morgan, es un motivo de competencia.
Pero es remilgada y demasiado educada para mostrar desagrado, así que aunque no es particularmente amistosa, siempre es absolutamente correcta.
- Alex – Me saluda con un asentimiento – No sabía que habías aplicado a la pasantía también
- Hola, Morgan – Le sonrío, y no me molesto en responder nada más porque ella sabe que casi todos aplicamos y solo está siendo su usual versión de sí misma distraídamente pretenciosa
- ¿Nerviosa? – Me pregunta, mientras me mira de pies a cabeza.
A diferencia de mí, va vestida con un traje de chaqueta con un pantalón sastre que le van un poco grandes, pero se las arregla para verse mitad severa y mitad profesional. No parece nada nerviosa.
- Un poco – Admito
Me da lo que debe ser un asentimiento comprensivo, pero no hay ninguna expresión en su rostro.
Justo entonces, una alta morena con el pelo recortado en un moderno bob dobla la esquina y se acerca a nosotras.
- ¿Alexandra y Morgan? – Nos pregunta, y me encanta que nos trate por nuestros primeros nombres en lugar de los apellidos. Ambas asentimos, así que ella nos ofrece su mano a cada una – Soy Emily Clarkson, y soy la jefe de los pasantes. Acompáñenme y les doy un recorrido por el lugar.
Primero nos lleva a nuestros cubículos, ubicados en la sala en la que se encuentran todos los pasantes hasta de quinto año. Nos da un momento para guardar nuestras cosas mientras nos explica un par de reglas acerca de la compañía.
- Saben que trabajamos todo el espectro del talento humano, incluyendo el trabajo con grupos y las obras sociales a cargo de nuestros clientes y la aplicación de entrevistas y pruebas en apoyo procesos judiciales, entre muchas otras áreas de aplicación de la psicología – Explica, sentándose a la orilla de mi escritorio mientras extraigo mis lentes y mi agenda de mi bolso y luego lo dejo en un cajón – Van a rotar por todas las áreas, pero durante los primeros meses y debido a que es temporada alta y el área de contrataciones se está ahogando, van a estar apoyando los procesos de entrevista, calificación de pruebas y entrega de informes. Un psicólogo senior va a dirigir las entrevistas, pero ustedes quedarán a cargo del resto del proceso de selección. Nuestros clientes confían en nosotros para que este proceso sea lo más minucioso posible, y nosotras confiamos en ustedes para lo mismo
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Dos cartas de amor
ChickLitAlex siempre había soñado con una carta de amor, pero en realidad no la estaba esperando. Ciertamente, no la estaba esperando de él. La abrumadora química sexual con un Gabriel Atlas roto y despechado era algo para lo que no estaba preparada. No es...