Parte 2: En la actualidad - Capítulo 21

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En la actualidad.

Gabriel Atlas.

Es algún momento alrededor de las 12 de la noche de un viernes cuando finalmente llego a mi casa. Puede que sea demasiado tarde para comer, pero como no lo he hecho, voy balanceando una caja de pizza en una mano mientras con la otra sostengo una pila de folios. Dejo la pizza sobre mi antebrazo para poder abrir la puerta, y empiezo a jadear cuando el calor atraviesa la tela de mi camisa y la pizza caliente me quema el brazo.

Finalmente, la obstinada puerta cede y se abre, así que vuelvo a sostener la pizza en mi mano y cierro la puerta de una patada, solo para casi caer a mi muerte cuando me tropiezo con una pierna humana. Doy un salto poco elegante y me estabilizo sobre mis pies trastabillando un par de pasos al interior de la sala de estar mientras me las arreglo para volverme en redondo y sobreponerme al hambre y el agotamiento absoluto para entender por qué demonios hay un cadáver en mi pasillo.

Estoy tan cansado que me toma un rato darme cuenta de que el cuerpo pertenece a mi hermano, y realmente no es un cadáver, sino que se encuentra simplemente dormido. Tiene pintura de colores en los dedos y huele a trementina, pero definitivamente está vivo, cosa que me alegra, pero no hace nada por aclararme la situación.

Escucho pasos del otro lado del pasillo y levanto la mirada para descubrir a Meredith viniendo hacia mí. Lleva puesta una de esas pijamas de seda de Victoria Secret que la hacen parecer una supermodelo y está atando su largo cabello rubio en una coleta. Por lo general no es una mujer fácil de sorprender, y ver a mi hermano desplomado en el pasillo no es la excepción a su impasividad usual, pues me saluda con un beso en la mejilla y pasa por encima de él para entrar en la cocina.

- ¿Cómo te fue en la corte? - Me pregunta sin volverse mientras saca un poco de agua del dispensador de la nevera

- Ganamos - Respondo distraídamente mientras sigo examinando a Nate - ¿Quieres explicarme por qué este chico está desplomado aquí?

- Quería hablar contigo y dijo que si entraba a su habitación se desmayaría porque está demasiado agotado, así que decidió esperarte en el sofá. Luego pensó que estaba demasiado cómodo y se sentó en el pasillo. Puedes ver cómo resultó eso, ya que decidiste llegar a media noche - Indica con un encogimiento de hombros y le da un sorbo a su vaso. Es irónico que luego de 3 años viviendo juntos, Nate todavía no haya entendido que mi horario habitual es no tener horarios

- Jason eligió esta semana para contraer varicela. Honestamente, Mer, ¿qué hombre de 38 años tiene varicela? - Murmuro, mientras paso por encima de Nate y dejo la pizza en la isla de la cocina. Saco una rebanada y empiezo a comerla mientras hablo, porque realmente estoy famélico - De todos modos, tuve que ocuparme de sus clientes VIP, y tenía que reasignar sus casos y dejar todo controlado antes de salir. ¿Sabes de qué necesitaba hablar Nate tan urgentemente que no podía esperar hasta mañana?

- No me lo dijo, pero creo que es bastante obvio - Indica ella mientras se vuelve y saca una soda de la nevera. La tiende hacia mí y luego toma asiento en el banco junto al mío. Mira la pizza con deseo, y casi veo el contador de calorías poniéndose en marcha en su cabeza para que, finalmente, decida dar un resignado sorbo a su vaso de agua e ignorar la bomba de calorías cubierta de queso y pasta de tomate

- He trabajado 18 horas seguidas, así que mi cerebro está haciendo corto circuito y no está en absoluto apto para adivinanzas, ¿te importaría iluminarme?

- La apertura de su galería es mañana. Has sido muy creativo este último par de años, celebrándole sus cumpleaños con desayunos o su graduación con un viaje una semana antes, pero este evento en particular no puedes distraerlo con un cambio de fecha o de horario. Mañana es el día en el que tu agenda finalmente se cruza con la de ella, y tu hermano quiere asegurarse de que no vas a morir.

Dos cartas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora