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Seokjin no tenía una resistencia muy grande para beber. Su aguante llegaba a unas cuantas cervezas y después de eso paraba de contar.
Como siempre salía solo, no solía beber más allá de estar un poco mareado, sabía que debía llegar a su casa y que nadie lo ayudaría.
Quedar tirado en alguna calle de Seúl no estaba dentro de sus planes, así que siempre estaba pendiente de cuanto bebía, como volvería y de andar con efectivo.

Por eso mismo ese día viernes cerca de las 10 de la noche fue a comprar a la tienda de convivencia que estaba cerca de su departamento.
Entró a la solitaria tienda y fue directo a la cervezas, sabía que como máximo se bebería cuatro ya que después comenzaba a sentirse mareado.
Igualmente agarro dos paquete de 6 botellines de cerveza y fue directo a la caja para pagar.

Luego de comprarlas subió directo al departamento de su joven vecino, estaba frente a la puerta y ya se escuchaba el ruido de muchas voces al otro lado.

Tocó el timbre y un sonriente Jungkook lo recibió apenas abrió la puerta - ¡Seokjin Hyung! - gritaba emocionado, le indicaba que pasará y lo dirigió hacia la sala de estar, ahí habían alrededor de 10 personas más - ¡Todos! - gritaba por encima de la música y la voces de sus amigos - Este es Seokjin Hyung mi vecino sean amables o se las verán conmigo - le advertía entre risas.

-Hola, es un placer - decía al darse cuenta que todas las miradas estaban puesta en él - traje algunas cervezas - hablaba dejándolas en la mesa de centro.

- Hola Seokjin oppa siéntate ahí - le hablaba una linda y amable chica que estaba cerca y tenía una silla vacía a su lado - los chicos están haciendo mojitos ¿te gustan? - le preguntaba cuando ya estaba sentado a su lado.

-No suelo tomar cosas muy fuerte la verdad - admitía y era cierto si llegaba a tomarse un vaso de algo fuerte su dosis de cervezas por beber bajaba drasticamente a sólo dos.

- A mi me encanta así que espero que le queden decentes - hablaba bebiendo de la lata que tenia en su mano - soy Hye por cierto, estudió lo mismo que Jungkook, vine acompañando a una amiga, pero esta apenas llego se fue al balcón a fumar con un oppa mayor que le gusta - todo esto se lo contaba mientras se estiraba hacia las cervezas de Seokjin y le tendía una - salud - le decía cuando este la aceptaba y bebía un sorbito de ella.

- Hyung estoy preparandole un mojito perfecto para usted - hablaba Jungkook interrumpiendo la charla que estaba teniendo con Hye - lo prefiere más dulce o quizás con más limón - le preguntaba cómo si fuera una decisión de vida o muerte.

- Con más limón, pero recién estoy comenzando con la cerveza, quizás más tarde - le respondía, no le gustaban muchos los cócteles que eran demasiados dulces y empalagosos.

-El mio con mucha azúcar Kook - hablaba Hye sin que le hayan preguntado a ella.

Cerca de media noche iba por la segunda cerveza, habían llegado por lo menos 8 amigos más de Jungkook y este se intentaba dividir entre todos los grupos para poder hablar con todos.

Estuvo con Hye todo ese tiempo, ella hablaba mucho y Seokjin poco era una dupla extraña, pero efectiva. Un tiempo después ella se levantó al baño y Jin se sintió solo ante todos esos desconocidos por primera vez.

- Al fin te encuentro solo - hablaba Jungkook con un vaso en su mano y sentándose en el lugar que estaba Hye anteriormente - gracias por venir Hyung pensé que vendrían menos personas, pero parece que se corrió el rumor en la universidad.

-Me lo he pasado bien Hye es simpatica - hablaba Seokjin para luego darle un sorbo a su botellin.

-La verdad casi no hablo con ella - admitía el menor - pero...

-¡Hey Jungkook! ven y fuma con tu mejor amigo - le gritaba un joven ebrio desde el balcón.

- Te están llamando - era lo que le decía Jin y el menor antes de irse le susurra un "ya vuelvo" para luego pararse e irse hacia el balcón.

Siguio hablando con Hye y alguno de los otros amigos por más tiempo, hasta que decidieron convertir la sala de estar en la pista de baile, por lo que quedó arrinconado en una esquina viendo bailar Hye y los demás con los que habia estado hablando.

Estaba pensando en pedirle ese mojito a Jungkook, ya que le había dicho que  iba a exprimir unos limones y volvía.
Se iba a parar cuando un mojito se posó frente a sus ojos.

-Jungkook te envía este regalo - le decía el amigo del menor que no le agradaba para nada, era el mismo que lo habia interceptado en el bar y habia descubierto que se llamaba Dak-ho - vamos tomalo, también preparo uno para mi - decía amigablemente enseñándole su vaso.

-Gracias - aceptaba el vaso Seokjin - iré agradecerle a Jungkook - le avisaba ya que había notado que Dak-ho se habia sentado a su lado.

-Espera Seokjin - lo detenía antes de que se parará - quería disculparme por mí mal comportamiento, Jungkook me contó que te sentiste incomodo.

Lo que menos esperaba Seokjin era una disculpa, no sabía qué decir, por lo mismo le dio un sorbo a su vaso intentando que alguna idea llegara a su cabeza.

Después de dos sorbos de su vaso al fin había encontrado algo que contestar - no hay problema, me sentí incomodo, pero ya pasó.

No le agrada Dak-ho y no le importaba tener una relación de amistad con él, pero pararse y dejarlo hablando solo tampoco le parecía una buena idea.

- Hacemos un salud para brindar de qué ya somos amigos - le preguntaba acercando su vaso. Seokjin respondió un "claro" y chocó suavemente el vaso con el del chico.

No llevaba ni 5 sorbos de ese vaso cuando comenzó a sentir que su mente estaba más nublada y mareada que hace unos minutos. Si que estaba fuerte ese mojito.

El sonido de la música se había ralentizado y sabía que Dak-ho le estaba hablando, pero no pudo identificar las palabras que salían de su boca.

Vio cómo el chico le quitaba el vaso de la mano y lo ayudaba a pasarse - ba - ño - le indico al chico y vio como este asentía, lo tomaba de la mano y comenzaban a caminar por un oscuro pasillo.

No se dio cuenta como llegó a una oscura habitación, tampoco se dio cuenta cuando fue lanzado a la cama.
Puedo ver al chico gatear hacia su dirección y darle un beso que el no quería, intentó quitárselo de encima, pero no podía controlar sus movimientos - bas- ta - habló con dificultad, pero el chico siguió besandolo asquerosamente por el cuello.

Su respiración comenzó a tornarse cada vez más agitada y sintió que  lagrimas salían de sus ojos de la pura impotencia de no poder hacer algo para quitárselo de encima.

Tenia mucho sueño, pero también tenía tanto miedo, no quería cerrar los ojos, no quería esos sucios besos en su mandíbula. No quería estar ahí, solo quería estar en su cama durmiendo tranquilamente como la mayoría de sus viernes.

Lo último que registró su mente fue al chico comenzando a desabrocharle lentamente la camisa y después todo fue oscuro.









Lonely Boy (Jinkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora