40.

901 130 15
                                    

Era domingo. Estaba nublado. Hacía frío. Y sentía que no encajaba en el lugar. Pero ahí estaba aún sin arrepentirse de dejarse arrastrar a ese lugar y tomándose el café de Jungkook ya que el suyo ya lo había terminado y seguia estando adormilado.

Cuando llegaron al lugar se dio cuenta que todos parecían compartir un código de vestimenta que el había denominado "vintage-casual-sofisticado" era un nombre largo, pero era temprano y no podía pensar en algo más creativo.

Todos parecían igual, pero sumamente distintos cuando uno los miraba individualmente.
Probablemente Seokjin también se camuflada en este estilo ya que estaba usando ropa que el mismo Jungkook había escogido para él la noche anterior, el chico se había tardó casi una hora en escoger la ropa para ambos y hasta hacía que combinarán.

Algo que Seokjin agradecía para no desentonar, ya que su clave para vestirse se simplificada a la comodidad y la ropa formal que usaba de lunes a viernes en el trabajo.

Estaba seguro que Jungkook casi no había dormido por la emoción, pero ahí estaba hablando animadamente con dos chicos que había conocido ahí mismo mientras aguardaban en la fila para que abrieran las puerta del lugar.

Nunca había estado en ese lado de Seúl. Todo era bonito, habían pasado una gran plaza que más tarde quería recorrer, también pasaron varias cafeterías donde compraron sus bebidas y por lo que le había contado Jungkook este barrio era conocido por tener varias galería de arte importantes.

Jungkook parecia que conocía el lugar y así lo comprobó cuando comenzó a contarle distintas historias del lugar. El chico llevaba poco en la ciudad y conocía más lugares que el propio Seokjin que había crecido ahí.

Tomó su último sorbo de café y el puchero que se instaló en sus labios fue inconsciente al darse cuenta que se había acabado y también por acordarse que le dolería el estómago por consumir tanta cafeína tan temprano.

- ¿Cuál obra estas interesado en ver? - le preguntaba uno de las personas con la que estaba hablando Jungkook intentando integrarlo a la conversación.

- ¿Todas? - respondía mirando a Jungkook intentando buscar ayuda porque sabía que el chico le había hablado de las obras, pero ahora mismo las había olvidado todas.

- Es su primera vez - salía al rescate Jungkook y ponía la atención lejos de Seokjin de nuevo - me está acompañando así que intentaré ser el mejor guía para que después me acompañe de nuevo - les explicaba y seguía hablando de lo mucho que el quería ver una obra de un dudoso nombre.

Sasithorn Preecha era el nombre del autor que estaba exponiendo. Era del sur de Tailandia, un pequeño pueblo campesino lo había visto crecer, era un hombre de mediana edad, casado y divorciado 3 veces. Había ganado un sin número de premios y era reconocido entre sus pares.
La obras que pintaban era el reflejo de su niñez en el campo, del sufrimiento de la muerte de su padre a temprana edad y de la esforzaba vida de su madre por seguir adelante a cargo de una finca y 6 hijos pequeños.

Eso era lo que había leído en wikipedia y había visto varias fotos del hombre, sus hijos y sus obras.

Jungkook le había dicho que no leyera nada y que el se encargaría de contestar toda las preguntas que tuviera, pero Seokjin es un alma curiosa y se negó a venir sin saber un poco del autor.

Al entrar todo estaba muy limpio, con mucha luz y con una suave música que acompañaba cada rincón del lugar.

Jungkook camino confiado hacia una de las salas y Seokjin siguió caminando atrás un poco más titubeante.

La experiencia no estaba siendo para nada fome, aburrida o monótona.
No sabía cuánto llevaba allá adentro, pero con cada cosa que le contaba su novio se sentía un poco más inteligente por lograr captar lo que él autor había querido expresar.
O eso pensó hay que llego a una de sus últimas obras.

Era muy distinto a todo lo que habia visto, se llamaba "Jai" sabía por lo que había leído que ese era el nombre de uno de sus hijos y Seokjin no pudo evitar pensar que quizás ese hijo era el menos preferido ya que esa obra sólo eran puntos y líneas de colores que no parecía tener sentido.

- Jai es su hijo - le susurra llegando desde atrás Jungkook y tomándolo de la mano en el proceso - también significa corazón - seguía explicándole cuando Seokjin solo respondía afianzando el agarre de sus manos - a muchos no les gustó, no es un paisaje detallado como sus otros trabajos, pero Sasithorn dijo que se inspiró en los primeros dibujos de su hijo y en los colores que representa el niño para él... La verdad no es mi favorita, pero me pareció adorable - terminaba de decir y esta vez apoyaba su mentón en el hombro de Seokjin.

Con esa explicación Seokjin dejó de verla simplemente como colores y líneas sin sentido - Me gusta - y era verdad, le había gustado esa pintura solo por el amor que representaba.

Seokjin creció con una versión un poco distorsionada del amor, el orgullo y la protección. Ver cómo alguien quería tanto a su hijo simplemente le pareció conmovedor.

Sí pintara a Jungkook ¿de que color sería? Su primer pensamiento fue negro. Jungkook siempre andaba de negro, pero este pensamiento cambio con rapidez. Jungkook no era oscuro, no era negro, ni gris, ni ninguna tonalidad parecida. Tampoco era colores pasteles. Podía ser gris cuando estaba triste, pero era blanco cuando lo abrazaba. Era muchos más que sólo dos colores totalmente opuesto.

Jungkook era muchos colores. Eres café como sus grandes ojos, era rosa como sus labios, era violeta como ese destacador que tanto le gustaba usar para sus apuntes, era rojo cuando era solo lujuria y era amarillo cuando solo era risa y felicidad.

Y probablemente si Seokjin pintara los colores que representan a Jungkook, su pintura sería más parecida a una paleta para mezclar colores que a una obra de arte.

Así que cuando salieron de ese lugar después de varias horas Seokjin amo cada momento que paso ahí.
Y si ahora le volvían a preguntar porque cuadro había ido ya tenia un respuesta.

No era por la pintura del campo en que creció, tampoco por el retrato de las manos partidas y agretiadas de la madre del autor y ninguno de los cuadros inspirados en el dolor, las pérdidas y el desamor.
Su cuadro favorita era simplemente Jai.

Fue un poco después de hora de almuerzo cuando compraron grandes emparedados y bebidas. De la mano como habían estado casi todo el día caminaron hacia el parque que había visto Seokjin temprano y bajo un gran árbol de sentaron a compartir su tardío almuerzo.

Y robándole un mordisco del emparedado ajeno, Seokjin se dio cuenta de que era malditamente feliz.

****

Cuando estoy triste escribo los capítulos más lindos 🙌

Cuando estoy triste escribo los capítulos más lindos 🙌

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lonely Boy (Jinkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora