51.

659 95 5
                                    

Hay mucha gente.
Aun no entra del todo a la casa, pero sabe que hay mucha gente por las distintas voces que logra escuchar.

- ¿Quién está? - pregunta y sabe que probablemente está dejando morada la mano de Jungkook por la fuerza que está usando para sostenerla, pero no sabe de dónde más afirmarse para no salir corriendo.

- Mis padres, mis primos que viven como dos calles más allá - indica hacia el norte que es hacia donde seguramente viven sus primos - y mis abuelos que llegaron de improvisto temprano, sospecho que para conocerte - Seokjin los conoce.
Fue vecino de ellos por un tiempo, pero eso no lo hace sentir más tranquilo.

Cuando da un paso dentro de la casa, todo es tan abrumador como pensó. Los saludos, las presentaciones y responder preguntas tras preguntas.

¿En qué trabajas Seokjin?
¿Cuántos años tienes?
¿Te gustan los dinosaurios?
¿Tus padres están acuerdo con la relación?
¿Quieres un vaso de agua?
¿Cuáles son las intenciones con nuestro Jungkookie?
¿Eras mi vecino el silencioso?
¿Quieres jugar a las escondidas?

Y no sabe cuanto a pasado, pero esta sentado en la sala de estar con los padres de Jungkook a su lado mientras le hablan de historias de un Jungkook bebé y las travesuras que hacía.

Cree que la etapa de interrogación ya terminó, pero cada cierto minutos le vuelven a preguntar algo y sus nervios vuelven otra vez.

Jungkook heredó su sonrisa de su madre, la puede ver varias veces mientras la mujer se ríe de la historia que está contando su esposo.
De su padre heredó sus grandes ojos que parecen ser transparente a las emociones.
Ambos son personas amables. Si bien lo acribillaron a preguntas, en todo momento respetaron cuando no quiso contestar alguna y fácilmente cambiaron de tema.

Ambos luego de hablar y contar varias historias, se retiran a la cocina a terminar el almuerzo que tenían a medio preparar antes de que llegara Seokjin.

Los abuelos de Jungkook son amables como los recordaba, pero no puede evitar captar la mirada de desaprobación del abuelo cada vez que se dan la mano o se acercan solo un poco. La abuela por otro lado parece alejar la mirada cada vez que ve algún gesto pequeño de cariño.

Seokjin al final del día sabe que son personas mayores y que será difícil cambiar lo que piensan por lo que intenta fingir que no se da cuenta.

Los primos de Jungkook parecen que les agrado sin el mayor esfuerzo. Lo invitan a jugar, le dan de sus gomilas y le cuentan historias por las que él no preguntó, pero que escucha atentamente.

Es extraño estar entre tantas personas desconocidas, pero no se siente del todo mal. Solo un poco perdido.

- Ven a conocer mi pieza - le susurra Jungkook cuando capta que sus abuelos salieron al jardín trasero a leer un poco antes del almuerzo y sus primos andan corriendo por los pasillos de la casa jugando a quien sabe que.

Ambos suben casi corriendo las escaleras y cuando entran a una habitación, Seokjin siente que puede respirar con tranquilidad.
Se gira para ver cada detalle del lugar.

No es especialmente grande. Tiene muchos peluches coloridos y distintos, cuadros del colegio de un pequeño Jungkook y más de 20 medallas de deportes.
La cama es pequeña y con un cobertor de Iron Man que se ve muy abrigador.
Hay libros en el escritorio y un calendario en la pared que es de hace dos años.

- Me gusta - habla aún mirando un cuadro e intentado encontrar a Jungkook en la foto.

- Casi no ha cambiado desde que me fui, me gusta mantenerla así - habla mientras los abraza por la espalda y deja sus manos sobre el abdomen de Seokjin.

Lonely Boy (Jinkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora