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El viaje a Busan debería tardar entre dos horas y media a tres horas. Quizás un poco más o un poco menos eso es lo que dice las rutas de google maps que le indica en que calles doblar y cuales son las opciones con menos tráficos.

Es un sábado a las 7 de la mañana cuando sale de su departamento, tiene un pequeño bolso con sus cosas en la maletera y cuando esta sentado en el auto, con el cinturón puesto y haciendo una lista mental de todo lo que necesita es cuando se acuerda del regalo de la madre de Jungkook que le había comprado el día anterior y que habia dejado sobre la encimera de la cocina.
Se desabrocha el cinturón y regañandose mentalmente comienza su camino hacia el departamento nuevamente.

Esta nervioso, eso no se puede negar, pero maneja con toda la calma que alcanza a reunir, respeta semáforos, en la carretera no anda necesariamente rápido y escucha con diligencia las indicaciones que le da la voz robótica desde su celular.

Lleva poco más de un hora de viaje cuando su celular se ilumina con una llamada entrante, le sorprende que su novio ya esté despierto cuando ayer lo ultimo que hablaron es que Jungkook tenía una reunión de ex compañeros en la noche.

Desliza su dedo aceptando la llamada y sus buenos días queda a mitad de camino cuando la voz ronca de recién despertado de Jungkook lo interroga - ¿ya vienes? - creo que conoce tanto a su novio que probablemente durmió unas pocas horas y despertó temprano solo para asegurarse que Seokjin asistiera como había prometido.

- Ya llevo una hora - le contesta deteniendose en un descanso en medio de la carrera para hablar con más tranquilidad con el chico.

- Genial - exclama con la voz menos ronca y sonando mucho más despierto - muy genial, demasiado genial ¡vienes en camino! - y lo escucha que se mueve mientras sigue hablando.

- Estoy nervioso - se atreve aceptar porque sabe que Jungkook no lo juzgará al otro lado de la línea - se me agita el corazón de solo pensar en que debo conocer a más personas, hablar con ellas y contestar preguntas - se atreve a confesar mientras mira como transcurre los segundos desde que comenzó la llamada.

- No dejaré que nada de pase Jinnie - le promete su novio y Seokjin le cree.

- Debería seguir conduciendo, quiero verte pronto - y espera que Jungkook logre captar que entre paréntesis está aceptando lo mucho que lo extraño durante estos días que estuvo en Busan.

- También quiero verte pronto - acepta su novio al otro lado de la línea y añade - necesito tus abrazos y también quiero que me des muchos besitos - es así como después de una despedida rápida en la que le pide que conduzca con cuidado y que lo llame cuando esté entrando a Busan es que el auto vuelve a quedar en silencio y Seokjin a través del espejo puede ver sus orejas rojas por la vergüenza.

El resto del viaje no tuvo mayor complicaciones más que perderse un par de veces y para cuando le aviso a Jungkook que ya estaba entrando a Busan este no tardo en enviarle la dirección a la que debía llegar.

Y eso fue más complicado. Las calles eran transitadas a esa hora, debía estar pendiente de cada señal del tráfico y escuchar la voz que le indicaba la calles que debía tomar, más de una vez recibio un bocinazo de un conductor molesto por tardar mucho en avanzar en el semáforo.

Faltaban pocos minutos para las 11 de la mañana cuando aparco fuera de una linda casa de color verde, en un elegante sector residencial.
Sí todo estaba bien y las indicaciones habían sido correcta debería estar estacionando frente a la casa de los padres de su novio, de los señores Jeon.

Y planeaba tomarse varios minutos para lograr tranquilizar su mente, aclarar sus ideas y solo salir cuando se sintiera que era el momento.
Pero debió suponer que eso no sería así, más cuando Jungkook salio literalmente corriendo de su casa, abrió la reja, siguió con paso decidido al auto de Seokjin, abrió la puerta del piloto y sin pedir permiso se sentó sobre las piernas de Seokjin en el estrecho lugar.

Todo eso paso en cámara lenta para Seokjin, pero sabe que en realidad no fueron más de 20 segundos los que pasaron desde que Jungkook salió de su casa esta que se sentó en sus piernas.

- Hola - lo saludo cerca de sus labios y podía oler el Shampoo en el cabello recién lavado de Jungkook.

- Bésame - le pidió Jungkook cerrando la puerta del auto que había dejado entre abierta y rozando sus labios como si quiera tentarlo.

- Tus padres pueden estar mirando - contesto intentando girar su rostro hacia la casa, pero siendo detenido por una de las manos de Jungkook que la puso suave sobre su mejilla.

- No me importa - y es Jungkook quien lo besa dejando un tierno toque en sus labios.
Pero es Seokjin quien agarra de la nuca a su novio y lo atrae hacia sus labios y comienza a besarlo con una necesidad que no sabía que tenía o que sí bien sabía la habia estado ignorando.

- Te extrañe - susurra Jungkook con la respiración agitado y lamiendo los labios de Seokjin para después comenzar a repartir pequeños besitos por sus mejillas, frente y cuello.

- El piso se siente tan silencioso sin tu playlist sonado en cada momento - le confiesa mientras recibe pequeños besos y se afirma de las pequeñas caderas de su novio que tanto había extrañado sentir entre sus manos.

Y quiero confesar que extrañó escucharlo cantar en la ducha, que también extrañó verlo estudiando o preparando la cena para ambos y que extrañó cosas tan simples como tender la cama juntos entre risas y con pequeñas sesiones de besos que lograban que la cama quedara más deshecha.

No le confiesa nada de eso, pero vuelve a besarlo y esperar transmitir todos sus pensamientos a través de sus labios.

Lo besa sabiendo la presión exacta que debe poner en los labios ajenos, apreta suavemente esa cintura que tanto le gusta entre sus manos y lo acerca más a su cuerpo para sentirlo completo sobre él.
Lo besa y acaricia hasta sacarle un suave gemido a los labios de Jungkook y eso no lo detiene de seguir besandolo por más tiempo.

Se besan, acarician y se susurran cosas por varios minutos hasta que ambos quedan satisfechos o mejor dicho con una mini erección que si siguen así, se podría convertir en algo que no podrían o no querrían parar.

- ¿Listo? - le pregunta Jungkook cuando ya está fuera del auto y le tiene su mano a Seokjin para que la agarre.

- Creo que si - es todo lo que puede susurrar mientras cierra la puerta y se deja arrastrar por Jungkook hacía lo desconocido.

Lonely Boy (Jinkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora