O24 | SUPER-DAD

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Clark Kent

La pequeña Oli corría de un lado a otro en el comedor de la residencia Kent

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La pequeña Oli corría de un lado a otro en el comedor de la residencia Kent. Martha, quien veía a su nietita con los ojos brillantes de amor, persiguió a la pequeña, siguiéndole el juego.

Olivia era la copia exacta de su hermosa y difunta madre, Alice. Sus rizos castaños, sus mejillas regordetas y su alegría demostraban que Alice sin dudas había dejado una gran parte de ella en Olivia. Aunque también es claro el parecido que tenia con su padre, Clark.

Clark Kent, luego del nacimiento de su niña y la muerte de su adorada esposa, había decidido retirarse como superhéroe, para vivir una vida en paz a las afueras de la ciudad. Nunca aprendió a superar la ausencia de su hermosa Alice, quien no tuvo la suerte de conocer a su hija ya que murió en el parto de la misma.

-ven aquí, pequeña loquilla!- exclamó Martha, riendo al ver las pequeñas piernitas de la niña dar pasos apresurados en busca de huir.

-jamas me atraparás, abu!- rió la menor, queriendo correr con toda la rapidez que sus piernas le permitían. Sin embargo, las travesuras siempre acaban con moretones, y en este caso Olivia tropezó con la pata de un mostrador, tumbando las cosas sobre este y cayendo en el proceso.

El sonido del vidrio rompiéndose la hizo asustar, y Martha corrió hacia la niña y la tomó entre sus brazos, alejándola de los restos de vidrios que el portarretratos roto dejó.

-mami!- gritó la niña, señalando el portarretratos en el suelo. Ella pataleo como loca hasta que su abuela la soltó y ella fue rápidamente a tomar el portarretratos que había roto gracias a su torpeza. Allí, una imagen de Alice con Clark se apreciaba en grande. Ambos sonreían felices, Clark con su mano en el estómago abultado de su amada y ella con su mano sobre la de él.

Olivia tenía un amor especial por esa foto, puesto que su abuela le había explicado amablemente que su madre tenía abultado el vientre ya que ella estaba ahí, y la pequeña tomó aquella foto como la única foto donde aparecerían sus padres junto a ella, a pesar de que ella no era visible.

La menor Kent amaba a su madre, a pesar de no haberla conocido. Cada día le pesaba no tenerla a su lado, quizá porque le dolía ver a sus amigos en el jardín de infantes siendo recogidos por sus madres, los niños en el parque jugando con sus madres, o simplemente ver a su padre y la relación que tenia con su abuela Martha.

Muy pocos lo creerían, pero Olivia a sus cinco años de edad sufría en silencio por la ausencia de su madre y la falta que esta le hacia en su vida.

-oh no..- susurró con voz rota -que he hecho- el portarretratos estaba roto, y a pesar de que la foto en el interior estaba intacta, ella sufrió por ello. Aquel portarretratos llevaba una fecha especial detrás, el día que sacaron la foto, escrito por la mismísima Alice y era algo que había roto por un tropezón.

Las lágrimas comenzaron a salir por si solas mientras abrazaba el portarretratos con sus pequeñas manos hacia su pecho. Martha la veía desde el umbral de la puerta. Cualquiera pensaría que la niña solo estaba siendo dramática, sin embargo su abuela la conocía perfectamente y sabia el valor sentimental que ese objeto tenía para ella.

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  HENRY CAVILLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora