O51 | MARATÓN 2/5

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August Walker

Mis ojos se abrieron bruscamente al percibir que algo no andaba bien

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Mis ojos se abrieron bruscamente al percibir que algo no andaba bien. La suavidad del colchón no era la suficiente para lograrme dormir ante este incómodo sentimiento que me llenaba el pecho. Alejé de un tirón las sábanas sobre mi cuerpo y me incorporé para colocarme la bata de seda y salir de la habitación.

Un mareo me azotó ante la falta de sueño mientras intentaba acostumbrarme a la oscuridad mi entorno.

Abrí la puerta con cuidado, asegurándome de no hacer mucho ruido, cuando unos pasos en la habitación continua me alertaron. Me regresé a la habitación solo unos momentos para tomar el arma bajo el colchón y así poder defenderme de la amenaza que había incumbido en mi hogar.

El corazón me latía a mil por pensar en que alguien pudiese dañar a mi querida bebé que me esperaba en su cuarto. Apenas tenía unos pocos meses como para pensar que los pasos fuesen de ella, no, había alguien allí.

Tomé una fuerte respiración antes de hacerme con todo mi coraje para entrar. El rechinido de la puerta previó mi aparición y, fue cuando mis ojos dieron con una prominente figura frente a la cuna, me decidí a apuntar.

-aléjate de ella- demandé con voz dura mientras apuntaba directamente a su cabeza, a una distancia prudente donde el sujeto no pudiese usar el arma en mi contra.

Pronto, los sollozos de mi pequeña resonaron por el lugar ante el temor de estar sola en una completa oscuridad, pudiendo ver solo aquel desconocido gracias a la luz de la luna que ingresaba por el ventanal.

Tragué saliva al no poder acercarme a ella para consolarla y empuñé con mas fuerza el arma cuando vi como el sujeto levantaba la mano hasta dar con la lampara.

-¡he dicho que te alejes!- el llanto sólo se incrementó y fue allí cuando el desconocido encendió la luz, iluminando el lugar y también dejándome ver su rostro -August?-

Bajé el arma lentamente mientras veía una sonrisa de lado marcándose en sus varoniles facciones. Solté un suspiro de alivio antes de aproximarme a mi bebé sobre la cuna y tomarla entre mis brazos, comenzando a mecerla mientras pasaba completamente del pelinegro que me observaba con intensidad.

-la has despertado- dijo, cruzándose de brazos mientras tomaba asiento sobre la mecedora junto a la cuna. Besé numerosas beses la cabecita de Molly mientras la abrazaba hacia mi pecho, que latía acelerado a causa del reciente susto. Sus sollozos ya eran inexistentes mientras su manito sujetaba mi pijama con fuerza, como si no quisiera soltarme.

-que haces aquí? Creí que no volvías hasta la próxima semana- me permití moverme suavemente por la habitación mientras la acunaba entre mis brazos, con la fija mirada de August sobre mi.

-decidí abandonar la misión y tomarme al fin unas vacaciones, quiero estar mientras pueda para Molly- respondió poniéndose de pie y avanzando hasta quedar frente a mi. Me sorprendí ante sus palabras, August era básicamente un loco por el trabajo y el dinero, aunque desde que supo de la existencia de Molly había comenzado a actuar diferente.

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  HENRY CAVILLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora