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Sé que es un libro de one-shots sobre Henry Cavill, pero tuve este pedido y no podía negarme era demasiado bueno. Si no estas cómodaleyendo sobre Chris Evans por favor no leas y evita un mal rato.
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Mi espalda chocaba con el frío de la pared cada vez que arremetía contra mi. Me sostuve de su nuca mientras sus manos se cerraban en mi cadera, aumentando la profundidad de sus embestidas.
-Dios, Quevia, estoy por llegar- murmuró en mi oído con su voz ronca, algo completamente excitante.
Ahogué mis gemidos mordiendo la piel de su cuello una vez llegué al orgasmo. Sus embestidas perdieron el ritmo y se hicieron más rápidas, buscando su propia liberación. Ambos satisfechos, nos sonreímos con cansancio, antes de arreglar nuestras prendas y salir de uno de los camerinos para continuar con nuestro trabajo.
Así era mi relación con Chris. De vez en cuando echábamos un par de polvos por aquí y por allá, más que nada cuando alguno de los dos padecía de frustración. Él me aseguró más de una vez sentirse atraído por mi de una manera que iba más allá de sexo casual, pero desafortunadamente para él mi corazón le pertenecía a otro.
Aunque no iba a negar que Chris era lo suficientemente apuesto para dejarme follar por él en cada ocasión que él lo desee.
Mientras caminábamos por los pasillos, intentando disimular que no pasó lo ocurrido momentos atrás, una voz en el parlante nos hizo sobresaltar a ambos.
-Evans y Puols a mi oficina en este instante!- se oyó la voz de nuestro del director por los parlantes. Nos observamos entre confundidos y temerosos, habremos sido descubiertos? Ignoramos las miradas de algunos compañeros de reparto y nos encaminamos a la oficina rápidamente, siguiendo la orden antes dada.
Di un par de toques a la puerta antes de ingresar, con el corazón en la boca a causa de los nervios. Chris iba detrás de mí. Se lo veía tranquilo, o eso quería aparentar, y envidie por completo su indiferencia ante el asunto.
Nos paramos uno junto a otro mientras observábamos al hombre de espaldas que, al cabo de unos segundos, giró encontrándose con nosotros. Mi respiración se agitó al verlo. Henry Cavill, el director de nuestra actual película, era el único poseedor de mi corazón. Aquel fuerte hombre de cabellos negros y ojos claros me tenía como quería, en pocas palabras. Su sola presencia me intimidaba, aunque no negaba que me emocionaba la idea de mi sumisión ante él.
-señor Cavill hemos sido llamados por usted, que necesita?- preguntó educadamente Chris a mi lado, con la mirada fija en el hombre. Ciertamente notaba la mala tensión entre ellos, había algo que los volvía contrincantes y no lograba descifrar el qué.
